FEB59. LA ABUELA, de Miriam García León
“Una, dos, tres…” Así cada tarde contaba las pecas que adornaban su pálido rostro. Sus ojos del color del mar la miraban dulcemente, mientras al sonreír se dibujaban las arrugas en su frente. Tatareaba una nana a la misma vez que mecía la mecedora y así, con el vaivén acababan dormidas.
Ahora habían pasado veinte años de aquello y tan solo le quedaba el viejo retrato de la abuela guardado en el desván.
Miriam, cuanto protagonismo tienen las abuelas en las vidas de los nietos. Suerte y saludos.
La verdad es que si que son de un gran protagonismo, sino que se lo digan a mi hija que pasa la mayor parte del tiempo con su abuela. Un saludo y gracias.
Un tierno retrato, que pese a estar en el desván físicamente, pervive en los recuerdos, por encima de olvidos y tiempos.
Suerte.
Siempre las personas que se van quedan grabadas en nuestros recuerdos. Gracias Antonia un saludo.
Qué sensación de añoranza me has dejado, qué bonito. Esa abuela quizás nunca supo la huella que dejaría en su nieta. Normalmente no somos conscientes de esas cosas mientras suceden.
Suerte con tu relato Miriam.
Muchas gracias un saludo
Has retratado la escena con mucha sensibilidad, Miriam. Me gusta mucho el inicio y lo que le sigue. Un apunte con tu permiso, y te digo que yo me suelo confundir también cuando lo digo: es tararear, no tatarear. Y mecer la mecedora queda reiterativo, igual te dejan corregirlo.
Un abrazo.
Gracias por los apuntes,tomó nota. Me alegra que te guste. Un saludo
Ah, pues me he colado. Tatarear también es correcto. Consultada la RAE. Por tanto, pido y tatareo disculpas. Mira, aquí aprendemos todos de todos, eso es lo bueno.
Un abrazo.
El relato me ha evocado imágenes muy tiernas y me ha traído preciosos recuerdos de mis dos abuelas, que fueron dos soles y de las que me acuerdo con mucha frecuencia. Sus dos retratos están ahora en mi salón, como se merecen. A la abuela de tu relato espero que la saque pronto del desván esa nieta desagradecida. Besos.
Gracias por tu comentario.seguro que pronto sale del desván.un saludo
Me ha encantado tu relato, amor. Me ha hecho pensar en mis abuelas, que hace ya tiempo que no están presentes en mi vida. Eres perfecta en todos los sentidos, te quiero.
Gracias mi vida, eres lo mejor y el que me anima a escribir. Te quiero
La verdad es que tienes razón Ana, tendría que estar en el salón, pero igual esta nieta cambió con los años y olvidó los cuidados de su abuela. Un saludo y suerte con tu relato