FEB57. RETRATO DE FAMILIA ADICTA POR NECESIDAD AL RECICLADO, de Paloma Hidalgo Díez
Tiene visibles las cicatrices de nuestra amistad. Le falta media nariz, la perdió estrellándose contra el suelo en la primera salida que decidí llevarlo como copiloto en la bici. También tiene un chichón, una marca sobre su ceja izquierda, recuerdo de una experiencia fallida intentando demostrarle que podía volar, aunque no tuviera alas.
Sólo le queda un ojo, no confesaré como lo perdió porque aún hoy me da vergüenza. Y medio pie derecho, del otro medio se encargó mi perro. Ni un diente porque nunca los tuvo, ni un pelo porque se los fui arrancando mechón a mechón.
A partir de mañana, si no se adelanta, tengo siete meses para dejarle perfecto. Dice mi mujer que cuando nazca nuestro hijo, mi Pinocho tendrá que estar listo para convertirse además de en su mejor amigo, en el sucedáneo de hermano que nosotros, con nuestra deteriorada economía, no podremos darle.
Muy bueno, Paloma, tiene una bonita intriga donde nos preguntamos de qué «cosa» o sujeto hablas y después nos dejas caer la «bomba» y nos sorprendes. ¡Mucha suerte!
Premio por ser el primero Frank!
Muchas gracias por leerlo y comentarlo. Entre tanto profesional del miedo, lo mejor era buscar otra vía. Y visto lo visto, hacerle un guiño a la realidad que tenemos.
Una sonrisa grande.
Hola Paloma, hasta el final me has tenido pendiente de ese amigo. Me ha gustado, la historia y tu forma de contarla. Muchísima suerte, un abrazo
Gracias Marta, me alegra saberlo.
Muchísimas gracias.
Otro para ti.
Paloma, me ha gustado mucho tu relato. Un abrazo
Y a mí que me lo digas Luisa.
Un beso.
Suerte Paloma aunque es tan bueno que no la necesitas.
Besos desde el aire
Tú sí que eres buena Rosa.
Muchas gracias.
Un abrazo.
Me gustó mucho la intriga hasta el final.Suerte Paloma!
Besos!
Misión cumplida entonces.
Abrazos agradecidos a tu visita. K@ry
Paloma, un cuento, desgraciadamente, digno de la crisis tan indigna que vivimos. suerte y saludos.
La realidad puede superar a la ficción, lo vemos a diario.
Gracias Calamanda.
Saludos.
Y lo peor es que quizás no tenga derecho a sanidad pública. Vaya panorama más desolador el del futuro niño. El relato tiene mucha gracia, originalidad y ¡como no¡ mucha calidad en su conjunto y resolución. Mucha suerte y un abrazo.
Siempre es un placer leer tus comentarios Antonia.
Gracias por regalarme otro.
Un abrazo.
Si que es bueno, amiga. Sólo tu sabes narrar de esta manera tan sugerente.
Mucha suerte para este mes, has hecho un buen retrato.
Besicos
Gracias Carmen por comentar y hacerlo con tanta amabilidad.
Por lo menos sé que he hecho un retrato diferente.
Abrazos.
Tal como se nos están poniendo las cosas, tendremos que volver a reciclar todo y como no, pensarnos hasta tner algún retoño. Tu relato l define muy bien.
Hay cosas que de puro cotidianas nos pasan desapercibidas, pero son en sí mismas un auténtico milagro, si.
Muchas gracias por comentar.
Me alegro de que te guste.
Uy, un hermano ficticio…a lo que llegamos en estos tiempos de crisis, muy bueno Paloma, suerte
Y de madera y famoso, todo un lujo de hermano.
Afortunadamente la imaginación no está en crisis, en este blog muchos damos fe de ello.
Muchas gracias Teresa.
Buena forma de reciclar, hasta ahora no habíamos pensado en reciclar hermanos ficticios, con los envases, cartones y esas cosas creíamos que cumplíamos, pero ya ves, el mundo avanza y hay que adaptarse a las situaciones. Me encantó Paloma, realmente te hace pensar.
Suerte en este mes.
Eso me gusta Yashira, lo de que haga pensar.
Al reciclar damos una segunda vida a objetos que ya tuvieron una, una idea sugerente y literaria.
Me alegro de leer tu comentario.
Muchas gracias.
Pobre Pinocho. Me recordó un conejo de peluche que tenía cuando era niña y estaba igual le faltaba un ojo y un pie le colgaba desencajado de su cadera y todos los años me regalaban uno nuevo para que yo tirara este jajajajajja pues todavía lo tengo desgastado y descolorido
Muy bonito paloma suerte
En el mundo de los afectos no importan los estragos que el tiempo-o las manos infantiles-hayan causado. Por fortuna no siempre tiene más valor lo nuevo.
Me alegro de que te guste.
Muchas gracias.
Durante todo el relato la descripción ha sido fantástica, intrigante, llevándonos de la mano para un mágico final que a mí no me ha satisfecho especialmente. Pero está muy bien. Únicamente que una presentación tan importante, tan cuidada y esmerada para resultar que es para un futuro bebé, no es muy verosímil ni responde a la grandiosidad de lo esperado.
Muchísima suerte, Paloma.
Un abrazo.
Por lo menos, aunque el final no sea de tu agrado, sí te ha gustado la forma de describir.
En lo único que discrepo es en que la vida-ese futuro bebé-no sea un final suficientemente grandioso.
Muchas gracias por compartir tu comentario y tus opiniones.
Un abrazo.
Buenas tardes, Paloma una descripción muy lograda, una historia que por desgracia se asemeja mucho a la que actualmente están pasando muchas familias…
Mucha suerte.
Gracias por comentar Nicolás, espero que nadie tenga jamás que recurrir a semejante solución; pero si Dorian quiso permanecer siempre joven, Pinocho también tenía derecho a desearlo. Bueno, que lo que he intentado es hacer algo diferente, pero con «sustancia».
Menudo rollo te he respondido.
Desde el primer momento tuve claro que hablabas de un muñeco -quizá porque yo también tuve uno que perdió un ojo de forma vergonzosa-, lo que no imaginé jamás es que iba a ser un hermanito reciclado, carayo con la crisis… De todas formas, me llama mucho la atención que con nuestra más que deteriorada economía al menos donde yo vivo gocemos de unos índices de natalidad más que envidiables ¿¿¿??? Enhorabuena por el relato, Paloma, es muy original y sorprendente. Un beso.
¿Qué quieres? Si estás desempleado, y no pagas la luz, pues ni tele ni nada, pues habrá que conversar, intimar, esas cosas…. 🙂
Antonia tienes toda la razón, he leído por ahí que el amor es el único deporte que no se suspende por falta de luz.
🙂
Gracias!!
Que bueno, Paloma, qué bueno, que bueno es…No te hago reverencias porque después se rien de mi cuando digo que me espatarro si lo intento, pero es para hacértelas. Un beso.
Ana perdona la tardanza en darte mi agradecimiento. Con mis temas hospitalsrios apenas tengo tiempo para leeros o comentar. Muchas gracias, es muy agadable leer lo wue piensas, una alegría alegría. Un beso
Pues mejor dos que uno 🙂
Jo Eva, que me sonrojp…Muchas gracias y un beso. Eres muy amable,
Aunque me imaginé lo del muñeco, la segunda parte del niño que no tendrá hermanito me gustó porque le da empaque al relato. Manejas muy bien la cotidianidad, le das un toque especial siempre. El título no me convence mucho, jeje.
Suerte!
Saludos
Tienes razón Miguel Ángel, el título a mí tampoco me convence; como siempre pongo títulos cortos quería esta vez hacer otra cosa, pero me da la impresión de que me he pasado.
Del resto de tus palabras, me quedo con ese toque especial que encuentras.
Saludos y gracias.
Paloma, en estos momentos tan difíciles tu relato me parece muy actual. La narración es excelente me gustó mucho. Te deseo mucha suerte maestra, Sotirios.
Extrapolando la realidad a los límites de la imaginación, ésto, puede ser verdad. Por desgracia, pero puede ser verdad.
Gracias otra vez, que no paro de agradecerte comentarios.
Hey, Pinocho es un poco mi fetiche. Siempre que viajo compro la típica bolita de nieve de souvenir y si encuentro un pinocho de madera lo compro… El primero lo compré en Venecia con 18 años y lo llevaba de copiloto en el primero Ford fiesta que tuve… ahora tengo una marioneta de Pinocho (de Praga) colgada de las escaleras del cuarto de mis hijas… vaya que cosas!!! La próxima vez que vuelva a Venecia traeré, allí son super típicos…
Bueno al cuento, se me había pasado este la verdad, ando un poco caótica últimamente, como no tengo tiempo para leerlos todos, pincho a huevo… Vas creando una gran bola de “quien cuernos será” el pobre magullado, aunque con el título a medida que lo leía me iba convenciendo de que era un muñeco, ¿para qué lo quería? Segundo misterio. Luego zas, sopapo a la cruda realidad. Cuento con denuncia social digamos, que cierto es que hay muchas parejas así, bonito Paloma, como siempre.
Algo inquietante este Pinocho que habrá de ser el hermanito del que llega.
Lo que más me ha gustado ha sido todo el desarrollo, con todo lo que evoca, y cómo se descubre que no es más que un muñeco.
Saludos afectuosos.