FEB45. LAS CÁBALAS DE FABIÁN, de Mª Elena Sánchez Álvarez
Aquella noche Fabián se despertó sobresaltado por culpa de unos gemidos que no supo adivinar su procedencia, asustado encendió la luz, pero al no ver nada, volvió a dormirse.
Pasaron los días y de nuevo el silencio de la noche se vio interrumpido, pero ahora no eran gemidos, sino gritos aterradores. Muerto de miedo, cogió una pequeña linterna que guardaba entre sus juguetes y vacilante se encaminó hacia la habitación de sus padres.
Gracias a que el camino lo conocía sobradamente, pudo llegar hasta el dormitorio, no sin antes pasar por un calvario de vicisitudes. Su temor aumentaba, los gritos claramente procedían de allí. Cuando llegó, las palabras no salían de su boca, había enmudecido, quería gritar, pedir ayuda, pero le fue imposible. Se armó de valor y entreabriendo la puerta y con la pequeña luz de la linterna sorprendió a su padre desnudo, sobre el cuerpo de su madre, también desnudo, sujetando sus brazos mientras ella gritaba y él se contorsionaba.
Corrió hacia su habitación maldiciendo a su padre. Sin piedad cogió la foto de papá, dibujando sobre su perfil. El ojo quedó desierto, la nariz afilada y escribió: El seis y el cuatro la cara de tu retrato.
No he podido dejar de reir o sonreir por la casualidad. El primer comienzo para el tema de este mes, lo comencé con ese mismo final de este relato, ¡que cosas!!, después lo deseché y lo he dejado para otra ocasión, al final hice otro (23) relato.
Muy bueno tu relato. Los niños angelitos no entienden algunas cosas que hacemos los mayores.
Suerte.
Besicos muchos.
Muchas gracias Nani por tus palabras. Pues si que tiene gracia que también hayas pensado en la misma idea «del seis y el cuatro». Resérvalo que seguro será tan brillante como el has publicado este mes. Ya te lo comenté.
Muchos besos
Elena Sánchez
En ese retrato se basó Picasso para muchas de sus obras. Todos los niños empezamos siendo Picassos. ¿Para cuando en un museo ese retrato casi universal?
Muy divertido y me encantó ese final inesperado.
Muchas gracias Antonia por tu comentario. Me alegro que te haya divertido.
Lo del Museo «se andará»
Un beso
Elena Sánchez
Maria Elena, simpatica y habitual esa reacción. Suerte y saludos.
Muchas gracias Calamanda por tu comentario.
¡Angelitos los niños!
Un saludo
Elena Sánchez
¡Cuanto me gusta acabar de leer un relato y sonreir! y con éste tuyo ha sido así.
Saludos y suerte
Anna J R
Muchas gracias Anna, me alegro que te haya hecho reir.
Saludos.
Elena Sánchez
Me ha gustado mucho tu micro, por ingenioso. Nunca he tenido la oportunidad de pillar a mis padres «in fraganti» y cuando pregunto por ahí a la gente, es un tema del que la mayoría no quiere ni oír hablar.
En mi caso no es morbo, es curiosidad, por saber que pensaban los niños de lo que estaba pasando. Un poco como tu Fabián.
Sin embargo, el último párrafo no me encaja. Me parece un poco pillado por los pelos, no sé. No veo muy claro que descargue su odio en el retrato, no lo pillo, a lo mejor hay algo que se me escapa, ¿sopitas?
Gracias Aurora por tu comentario y me alegro que te haya gustado.
Respecto a que pensarán los niños ante ese descubrimiento, supongo que dependerá de los conocimientos de los niños. El que sepa algo, lo mismo le fastidia porque no quiere tener un hermano. El pobriño que no sepa nada de nada,puede sentir celos o puede ser hasta un trauma para él. En fin espero que Fabián crezca sin taras, ¡ya le llegará el turno a él!
En cuanto al último párrafo, Fabián ante el descubrimiento de ver que está haciendo el padre con su madre, lo maldice y sobre la foto dibuja el seis y el cuatro apareciendo un dibujo en forma de craneo. Es una manera de vengarse de su padre, retratándole de la forma que sabe, como niño que es.
Un saludo. Elena Sánchez
Bonito relato Mª Elena! Por cierto, soy otra de las que, casualidades de la vida, también había pensado en ese final, jeje, me voy a por otro.
Mucha suerte!
Bea
Gracias Desdémona por comentar y me alegra que te haya gustado.
¡Vaya lamento haberme adelantado!
Bueno seguro que el que publiques ya se estará cociendo.
Saludos. Elena Sánchez
Perdona Bea me he equivocado y he puesto Desdémona.
Elena Sánchez
Gracias Ana por tu comentario. Me alegro que te haya parecido divertido. De eso se trata de pasar un buen rato.
Saludos Elena Sánchez
Simpático relato de descubrimientos y cábalas. Muy bien escrito y con el suspense adecuado. Venga, que tengas suerte.
Muchas gracias Ximens por tu comentario. Suerte también para ti.
Elena Sánchez
Me ha invadido la ternura con el pequeño Fabián.
Es un relato dulce, muy agradable y coincido con Ximens: muy bien escrito.
Saludos afectuosos.