Por fin está enterrado. Se acabaron los gritos y las lágrimas de mamá enjugadas en el delantal.
–¡Maldito alcohólico de mierda!– Grita el joven y estampa el vaso de ginebra contra el espejo.
Muy bueno. Dices mucho sin decir nada y en cuatro palabras has contado una historia de malos tratos y de insoportable alcoholismo que ha dejado secuelas importantes. Perfecto. Mucha suerte. Un saludo.
Que triste herncia.
Besicos muchos.
Muy buen relato. Qué bien muestras y escondes, es un gran micro.
Está muy bien resuelto en tres frases.
Pues eso es lo lamentable. Que es real.
Saludos y suerte.
Anna J R
CON-TUN-DEN-TE
Lo bueno si breve… Ya lo dijo Aurora aquí arriba, no añado más.
Un abrazo.
…¡menuda herencia!…sí…
en tan pocas palabras conseguiste hacer tres retratos…
Muy bueno. Dices mucho sin decir nada y en cuatro palabras has contado una historia de malos tratos y de insoportable alcoholismo que ha dejado secuelas importantes.
Perfecto. Mucha suerte.
Un saludo.
Muchísimas gracias a todos por vuestros comentarios. ¡Un saludo!:)