28. Respeto
«… y que nunca te falten al respeto»
Como una losa sobre las espaldas. Hija. Madre. Esposa. Con la dignidad recogida debajo de la rebeca negra o bajo el delantal o el camisón abotonado.
Anda mirando los adoquines del camino, con paso lento pero decidido. Claro que sabe porqué le duele la cabeza y cada vez tiene menos fuerza en las extremidades. Se hace vieja, se hace vieja desde el día en que nació. Lo sabe pero le gusta ir al dispensario al menos una vez al mes. Es muy correcta y muy amable la doctora que viene y trae revistas para que los pacientes aplaquen la impaciencia de la espera. Revistas con mujeres que anuncian vestidos de gasa, medias rojas o negras, con ligueros, perfumes que prometen pasiones… Sonríen como si no supieran del respeto. Hojea la revista hasta casi saberla de memoria. Siempre que piensa en la ciudad piensa en colores. Recuerda, sin venir a cuento, que su Manuel ha de bajar mañana a la ciudad, como todos los viernes. A comprobar los precios del Mercado Mayor.
Qué bonito el significado de la palabras respeto, dignidad, agradecimiento, cariño y tantas otras. Pero cuando vives en un ambiente en el que solo tienes la opción de seguir al dictado de los demás lo que te ha sido asignado por nacencia se quedan en simples palabras sin ningún valor. Bella historia la que nos dejas. Suerte y saludos.
Qué bonito que siempre tengas tiempo y palabras para todos.
Agradecimiento, cariño y más de todos los que pasamos por aquí.
Mil gracias. Abrazos.
Que su Manuel la respete como se merece, eso espero.
Me has dejado albores de un final abierto y, lo siento, las continuaciones que veo son todas malas. Espero equivocarme.
Suerte!
A lo mejor se lía la manta a la cabeza y se va a la ciudad, pone color a su vida y quita Manueles de su vida.
Un abrazo, Luisa
¡Me gustan tanto los textos abiertos, Ana!!!! Porque pasan a ser propiedad del lector.
De todas maneras, si es cierto que a veces crean desasosiego… Mi idea, aparte de que cada uno le dé su propia visión era la losa de la dignidad y el respeto mal entendidos, la liberación de la mujer (mientras no se liberen mucho y no se trate de mi hermana, mi hija o mi novia).
De todas maneras alguien me dijo una vez que mal texto es aquel que debe explicarse, así que me está tentando escribir otro.
No te disculpes, las dudas y las aclaraciones nos enriquecen a todos.
Abrazos.
Pocas veces se trata el tema del respeto en los microrrelatos; por eso me alegra leer el tuyo, Luz. Además, si se es el respeto a la mujer, más importante me parece. Muchas mujeres rurales no son valoradas ni siquiera en su propio entorno familiar y social y pasan por la vida como almas en pena. Una tristeza.
Felicidades. Un abrazo.
Luz, me gusta esa pincelada de ilusion que pones en la vida de esta mujer a modo de valvula de escape. Suerte y saludos