59. Desenredando recuerdos
El ovillo cayó de su regazo y rodó por la cocina hasta las brasas. Su mirada ausente lo siguió y quedó atrapada en aquel fuego, donde parecía buscar sus recuerdos, tan enredados como la lana.
Felipe, que la observa, coge sus manos resecas y empieza el relato de la bella Sabina, en el que ella renace cada día, desde aquel otoño en que el olvido anidó para siempre en su cabeza.
Le cuenta que esas hermosas manos eran fuertes cuando segaban, delicadas preparando dulces y tiernas en su cama. Que sus ojos verdes ahora son cristalinos porque contienen muchas tormentas de verano. Ese cuerpo doblado por los cansancios, fue ágil y esbelto, moldeado por el trabajo y curtido por las heladas.
Los surcos que ella labró en la tierra, ahora descansan en su rostro. En su piel color de trigo, duermen los soles de muchas siegas. En su moño apretado, se enroscan los vientos que un día peinaron su melena, ahora cubierta por la última nevada.
Si, Sabina es más hermosa que nunca porque la lluvia, el sol y la tierra se quedaron a descansar en ella. Así la ve Felipe… y así se lo cuenta cada día.
Cúanto sentimiento en tan pocas palabras. Y cúanta poesía. Poco más hay que decir. Solo que ella aún tiene la suerte de disfrutar de Felipe y de sus recuerdos avivados por el amor y ,creo, que él también la de tenerla. Muy bueno. Enhorabuena y suerte. Saludos.
Gracias Jesús.Eres muy amable.
Si,tiene suerte de tener a Felipe. Si ella tuviera memoria vería que es una anciana; de esta forma es lo que él le cuenta: eternamente bella.
Me gusta la imagen de ovillo, motor del relato, acompañada por el título nos conduce a las entrañas de una historia (de amor, de vida a fin de cuentas) con tintes poéticos.
Me gusta especialmente el penúltimo párrafo.
Mucha suerte, guapa.
Gracias monstrua.
Un besazo cazurro.
En el medio rural todavía se dan algún caso como éste que nos describes con tanta belleza, aunque es más normal que sea ella la que haga de cuidadora; sin embargo, en el mundo urbano, hoy en día, resulta casi impensable.
Precioso y emotivo relato. Enhorabuena. Un beso.
Muy bonito ( a pesar de no hacerme caso) :)))
Bello tu relato, Laly, como bella esa Sabina, que nos pintas junto al fuego al lado de Felipe, en una fotografía que llega a nuestra retina a la par que a nuestro corazón. Te felicito.
Gracias chicos. Majos que sois ?
Me ha seducido la imagen de «en su moño apretado se enroscan los vientos que un día peinaron su melena»´, y todas las demás poéticas que nos ofreces en este entrañable cuento.
Te felicito, Laly
Me ha seducido la imagen de «en su moño apretado se enroscan los vientos que un día peinaron su melena»´, y todas las demás poéticas que nos ofreces en este entrañable cuento.
Te felicito, Laly
Cuánta belleza y lirismo en este magnífico relato. Felicidades, Laly, un sensacional trabajo. Un saludo.
laly, muy bella la forma de contarlo. Suerte y saludos
Qué hermosa historia que a la vez, me resulta llena de poesía. Felicidades Laly y mucha suerte.
Besicos muchos.
Gracias a todos por esos comentarios tan bonitos.
Besazos.
¡Precioso! Felicidades y me alegro de haberlo podido leer.
¡Enhorabuena ! Lo acabo de leer y me parece estupendo, muy bonito.
Gracias y gracias.
Ximens, solo estar a tu lado en esa lista es un premio. Te admiro.