DIC20. UN TRES DE DICIEMBRE, de Macarena Abilleira Álvarez
Se había ido hacía ya nueve meses y sabíamos todos que debía estar allá dos años.La comunicación era fluida en este tiempo pese a la distancia,escribía cartas que enviaba por fax ya que no teníamos internet en casa.Grababa mensajes que enviaba con conocidos,hablábamos por teléfono al menos dos veces por día. Empezó a preocuparme algunos de sus comentarios. «Hoy no me acosté».»Estoy viendo amanecer».Había manifestado necesidad de desprenderse de todo antes de irse,regalaba joyas,ropa,libros.»Quiero que los tengas».Me cruzaba la espalda un escalofrío cada vez que la veía hacer eso,parecía un adiós definitivo.Ahora la voz delataba una emoción distinta a meses anteriores,extrañaba sí pero no era eso.Una excitación que se transformaba en agresividad la hacía oirse otra.»Regresamos mañana».Sabía que algo había pasado.Cuando la vi en el aeropuerto ahogué el grito y la sorpresa, tenía una mirada nublada por los ansiolíticos y el litio,caminaba lento como sonámbula. Había vuelto pero no era la misma.» Vamos a estar juntas para Navidad».Asentí con la cabeza y la abracé fuerte.Murmuré «Te amo mamá».Y su sonrisa fue el mejor regalo.
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Yo echo de menos a la mía, que murió en Navidad.
Carmen lamento muchísimo que esta fecha tan especial sea para ti la que marca una despedida física,pero la muerte para mí es solo eso,una distancia física,un añorar los abrazos,las palabras,las costumbres que unen.Más allá del concepto religioso de cada uno o del supuesto compartido o no sobre la existencia del alma, el amor que se tuvieron no morirá nunca.Quen ese amor sea para ti el refugio en este mes y que encuentres en los recuerdos la alegría suficiente para pasar en paz.Un cariño y gracias por leer mi narración.
Tu cuento es muy triste, Macarena. Me gusta el final: ese te amo, esa sonrisa.
Besos
Inés primero que nada gracias por leer y comentar mi cuento.La vida tiene momentos tristes,este pasó hace ya diecisiete años.No sé por qué la frase motivadora me llevó a escribir sobre este hecho,quizás porque se exorcizan los demonios internos con la escritura .Pero el final ,como tú dices,es esperanzador y así fue en la vida real.Todo pasa.Un beso para ti.
Macarena, triste y emotivo. Me ha gustado mucho. Abrazos
Salvador ,agradezco tu tiempo en leerlo y tu comentario.Qué lindo que te gustó!!!Abrazos
Macarena, esas sensaciones,intuidas, sobre algo que va mal; es muy de estos tiempos, por circunstancias variadas las familias no se ven y hay que descifrar codigos en tonos de voz, palabras distintas… A ver si los días de vacaciones, juntos, evitan males mayores. suerte y saludos. felices fiestas
Calamanda,gracias por tu comentario y deseos de felices fiestas que retribuyo.Esta situación pasó realmente en nuestras vidas hace diecisiete años atrás,pero gracias a Dios mi mamá está muy bien.La bipolaridad es una enfermedad de la que muchas veces no se tiene información hasta que a alguien cercano le pasa,nos tocó como familia y también nos unió más sin duda.
Macarena, me has emocionado con tu relato. Es un canto de amor fino y directo.
No encuentro ningún regalo mejor que el amor de una madre.
Disfruta de la tuya cuanto puedas.
Un abrazo.
Belén me emociona a mí tu sensibilidad,gracias por tu comentario.
Un abrazo
Ana, recién leo tu comentario.Me emociono al leerte,no te arrepientas, uno da lo que puede en su momento y seguramente ella fue feliz teniéndote como hija.
Un abrazote y pese a la tardanza y a que ya nos hemos saludado por otros textos, feliz año para ti.