ENE168. EL POSTRE, de Pablo Vázquez Pérez
El joven se despertó con la camiseta empapada. No era por el sudor, sino por la humedad intensa del ambiente. Se incorporó y al levantarse resbaló sobre el suelo. Posó las manos sintiendo la inestabilidad de la superficie rugosa y llena de charcos. Aquel lugar parecía más orgánico que artificial.
¿Y ese hedor? El ambiente estaba cargado de un fuerte olor que no sabía identificar. La oscuridad tampoco le ayudaba a concretar el aspecto de aquella caverna. No conseguía recordar dónde había terminado horas antes de dormirse.
Buscó el mechero en su bolsillo, lo extrajo y prendió una leve llama que iluminaba las paredes irregulares de color burdeos. Súbitamente la estancia se abrió al frente igual que una ventana para dejar paso a la luz, perfilando unas piedras puntiagudas clavadas al piso, iguales que el marfil, aunque sucias. El suelo comenzó a temblar y se plegó formando una ola que le empujó hasta el fondo, seguido por chorros de un líquido denso, como la saliva. Perdió el equilibrio y cayó por un pozo en el que aumentaba el calor y la peste. Desmayado, se hundió en el foso.
Entonces el dinosaurio cerró la boca y siguió soñando.
¡Pobre! ha servido de postre al dinosaurio. Mal lugar para despertar. Me gustó, bien conseguida la imagen de esa boca de dinosaurio donde se despierta.
Suerte
Besitos
ME gusta, me gusta bastante esta experiencia que cuentas. El ritmo está muy bien llevado, me dejas una sensación muy visual, me he formado mi propia película.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho, Pablo. Mentira, ¡qué asco! Pero que bien narrado. Me llevabas a una gruta o al infierno, no sé. Aplaudo el enfoque que has dado a la propuesta. Creo que deberías estar en el podium.
¡¡Que bueno, Pablo!! He empezado a leer sin comprender nada de nada hasta que me has dejado con la boquiabierta. Este si que era carnívoro y además enoooorme. Mi más sincera enhorabuena por tu idea y tu forma de narrarnosla. Me ha encantado. Saludos
…con la boquieabierta boca abierta…nos entendemos ;o))
Pablo, sugerente y trepidante por su ritmo y narrativa. Suerte y saludos.
Pablo logras crear una atmósfera y un entorno que hace temerse lo peor. Se pueden sentir las imágenes. Sigo admirando la capacidad de contar una historia con tan pocas palabras.
abrazos