ENE166. HUÉRFANO DE SUEÑOS, de Jone Miren Asteinza
Hacía dos meses que había dejado de soñar. Ni siquiera era capaz de soñar despierto. Su vida se había convertido en un infierno. Para estimular su imaginación decidió emprender un largo viaje por todo el mundo. Atravesó el desierto en camello. Visitó países exóticos y conoció lugares maravillosos. Durmió al aire libre contemplando las estrellas. Leyó toda clase de libros, de aventuras, libros infantiles, cuentos de indios, de piratas, de buscadores de fortuna. Todo fue inútil.
Como último recurso, solo le quedaba ir a ver a un personaje un tanto extravagante que le habían recomendado. Según le informaron, esa persona era capaz de hacerle soñar con lo que él quería por medio del hipnotismo.
Se sentía demasiado cansado para conducir, así que cogió el tren de cercanías. Buscó asiento en un solitario vagón donde nadie pudiera molestarlo, se sentó y apoyó la cabeza sobre su brazo derecho, cerró los ojos y se dejó arrullar por el traqueteo del tren.
Le despertó el revisor diciéndole:
— ¡Señor, señor!, despierte, el tren ha llegado a su término
Cuando despertó recordó el sueño que había tenido. ¡Qué angustia!, menos mal que sólo fue una pesadilla. Soñó que había perdido la capacidad de soñar.
Sí que sería angustioso perder la capacidad de soñar, ¡es tan necesaria! Me gusta tu sueño dentro de otro sueño y me gusta el final.
Suerte
Besitos
Muchas gracias Elysa. Me alegra saber que te ha gustado el micro que he publicado. Eso me dá ánimos. A ver si me animo a seguir participando en estos concursos.
Un fuerte abrazo
Pues ahora que lo dices, si, estoy de acuerdo contigo, tal vez sobre la última frase.
Muchas gracias Ana.
Un abrazo
Nerim, bonito y bien contado. Saludos y suerte.
Hola Calamanda, me alegra que te haya gustado. Muchas gracias por comentar y por desearme suerte, siempre hace falta, mucha falta, ¿verdad?
Un abrazo
Menos mal que tú no dejas nunca de soñar y de transmitirnos tus sueños.
Un relato muy bien llevado y muy bien enlazado un sueño dentro de otro sueño.
Suerte y un abrazo