Microscopio nº 48: Sin saberlo las salvó
Quizás se acabe el verano y con el los insectos, o no. A ver qué dicen nuestras lentes microscópicas.
Rimsky Korsakov y su célebre «Vuelo del moscardón»
SIN SABERLO, LAS SALVÓ
La abeja correteaba por su brazo con la urgencia de quien tiene mucho que hacer. Atraída quizá por el olor de la crema de protección solar, parecía haber encontrado un mar de néctar en la piel pecosa de Andrea.
Ella se limitaba a observar al insecto con la atención de un apicultor, como había visto hacer tantas veces a su padre cuando permanecía horas apostado frente a alguna de las colmenas, ajeno a la mirada fascinada de su hija.
Todavía se preguntaba, después de tantos años, qué pasaba por la cabeza de aquel hombre hermético al que nunca había dejado de querer, a pesar de estar siempre ausente incluso cuando aún vivía con ellos.
Tal vez él también quería huir, sin saber muy bien por qué, y entendiese mejor que nadie su deseo de que aquella abeja libase el dolor que supuraba por los poros, con la esperanza de que quedase sellado para siempre en las casillas del olvido.
De repente quiso sentir el picotazo del aguijón y que el veneno actuase de analgésico. Sin embargo, la mano quedó suspendida en el aire, como si alguien la hubiese sujetado con fuerza para evitar el aplastamiento. Escondido detrás de la vegetación, su hijo la espiaba. No sabía cuánto tiempo llevaría observándola, pero cuando lo descubrió, la abeja voló.
Paloma Casado a las acuarelas
TÍTULO
(-) No puedo considerarlo incorrecto: es significativo, no descubre nada antes de tiempo, toma sentido al final del relato… Pero creo que me gustaría más otro que hiciera referencia al trasfondo de la historia, a ese bucle familiar en el que parece que discurre. Aunque, en general, me gustan los títulos que enlazan con el final, en este caso no acaba de convencerme que haga solo referencia a esa única acción. Además, al leerlo en voz alta, resulta complicada la pronunciación de dos eses seguidas: “las salvó”
PERSONAJES
(+) Tres personajes son suficientes para un relato breve como este: una mujer como personaje central en medio de otros dos, su padre y su hijo. Que el padre esté ausente y el hijo no aparezca hasta el final, hace centrar la atención en la protagonista y su abeja.
NARRADOR
(+) Narrado en 3ª persona por un narrador omnisciente, nos permite, además de conocer los acontecimientos, saber qué piensa la protagonista, siendo ese aspecto fundamental en este texto.
HISTORIA
(+) Me resulta interesante el tema tratado: ese triángulo familiar formado por tres generaciones, la fuerza invisible que une a sus miembros entre sí, la energía de la genética que se transmite de padres a hijos y que parece protegerlos (o atarlos, según se mire). También me parece curiosa la forma de presentar la dicotomía habitual entre el ansia de libertad y los atrancos reales o supuestos. No sé si casualmente o adrede, la abeja, como hilo conductor, con su aguijón y su veneno frente al néctar o la miel, ayuda a reforzar esa idea.
(-) Por más que lo intento, no acabo de entender, en el último párrafo, qué hacía la protagonista con la mano levantada. Por un lado, parece que desea ser picada por el insecto; por otro, da la impresión de que pretende matarlo. Quizás lo que intentaba transmitir fuera que, al darle un manotazo a la abeja, esta se enfadara y atacara…
TRAMA / ESTRUCTURA
(=) Aunque la redacción es directa y sencilla, denota elaboración esmerada a través de expresiones metafóricas como “un mar de néctar”, “que aquella abeja libase el dolor que supuraba por los poros, con la esperanza de que quedase sellado para siempre en las casillas del olvido” (algo rebuscada para mi gusto) o “que el veneno actuase de analgésico”
(-)Me resultan excesivos tantos párrafos para un texto breve, teniendo en cuenta que, salvo los pensamientos de la protagonista, toda la acción discurre en un mismo lugar y en un corto espacio de tiempo. Yo los reduciría a dos como máximo, poniendo un único punto y aparte en el mismo lugar que está colocado el último.
PRINCIPIO
(+) Un primer párrafo correcto y sugerente, que nos pone en la piel de la protagonista e invita a seguir correteando. Perdón, leyendo.
FINAL
(=) Le veo sus más y sus menos: por un lado, me gusta cómo se resuelve el conflicto, con cierto misterio y la magia de esa energía familiar presuntamente heredada que actúa, incluso, desde lejos, a modo de telepatía; por otro, como ya dije y diré, hay algunos aspecto formales del último párrafo que no me convencen.
LENGUAJE
(=) A excepción del detalle que he comentado sobre lo que no acabo de entender en el último párrafo (seguramente por mí culpa), el texto es fluido, de fácil lectura.
(+) Si obviamos los puntos y aparte que sobran, según mi opinión, la ortografía es correcta. Abusando del microscopio que me han puesto en las manos y siendo algo tiquismiquis, yo usaría un par de comas más: una, antes de incluso, en el tercer párrafo; la otra, después de pero, en la última línea.
(+) Léxico correcto, estudiado, sin estridencias ni repeticiones. Quizás, hilando muy fino, esos dos pretéritos del final rimando en –ó podrían haberse evitado. También me resultan algo incómodas estas tres palabras seguidas, en el tercer párrafo: incluso cuando aún.
(*) Acabo. Me ha gustado leer y comentar este texto porque no era tan difícil como para no saber por dónde entrarle, ni tan fácil como para no tener que enfocar el microscopio varias veces desde distintos puntos de vista buscándole las cosquillas. Espero que el autor (la autora, sospecho) tenga a bien reírse (aunque sea de mí) y disculpe los errores que este/a simple opinador/a haya cometido.
Se nos presenta, para su escrutinio, un bello texto aderezado con notorios tintes poéticos. El autor parece querer mostrarnos en él, la idea de que algunos de los patrones de conducta de los padres pueden repetirse en los hijos.
(=) Ese toque lírico y un poco enigmático del título me gusta, aunque no me convence del todo. Supongo que se refiere a que su hijo la libró, a ella, de sus pensamientos y, a la abeja, de la muerte. Personalmente, preferiría uno que nos sugiriese algo sobre la vida o sus ciclos.
(-) En el primer párrafo, ese con la urgencia de quien tiene mucho que hacer no me resulta muy natural. Yo puedo tener mucho por hacer y realizarlo despacio y con calma.
- El quizá, lo pondría entre comas.
(+) Se suele decir que el apicultor debe conocer las colmenas lo mejor que pueda, de ahí la forma de actuar del padre, aparte de otras probables alteraciones de su comportamiento. La hija repite alguna de las pautas del padre.
(=+) En el siguiente párrafo, el narrador nos informa de que Andrea lleva toda la vida preguntándose por la aparente soledad y los pensamientos de su progenitor, al que siempre quiso y admiró.
- Antes de incluso, pondría una coma.
(-) Entiendo lo que nos cuenta el párrafo, pero, siendo quisquilloso, creo que el final no está redactado de forma clara. ¿Quién está ausente? Se supone que el padre, aunque podría entenderse que la hija. ¿Quiénes son ellos? No aparecen en el relato. Seguramente, lo sean la hija y su madre o hermanos, pero, también, podrían ser los padres de ella. Perdón por el galimatías.
(=) La protagonista cree que sus mismos anhelos e inquietudes podría haberlos tenido, también, su padre y que, si él estuviese con ella, la comprendería. Este es un párrafo con cierta sonoridad poética, aunque lo de las casillas del olvido no me acaba de gustar. Pienso que el autor quiere hacer un símil con las celdillas de las colmenas.
En el último párrafo,
- después de de repente, pondría una coma.
Supongo que el hijo será como el trasunto de Andrea cuando miraba a su padre.
El relato me gusta, en general, aunque creo que nos oculta algunas informaciones interesantes: ¿cuál es el dolor del que quiere librarse Andrea?, ¿tiene pareja? ,¿el padre murió o desapareció, sin más, de su vida?, etc.
Enhorabuena al autor o autora por esos toques líricos y sutilmente oníricos que le van bien al texto. Aunque no conozco la extensión admitida para esta sección, y citado como anécdota, el escrito tiene más de doscientas palabras.
Título (-): No me acaba de convencer. Creo que el título es una parte importante para enganchar al lector, y este no engancha, no tiene fuerza. Pienso que podría mejorarse con algo así como: Recuerdos a través de un aguijón. O La analgesia del dolor. Además, creo que en el título no debe haber pistas sobre el final del relato y realmente, en este caso, uno sabe que al final se va a salvar. En esto hay excepciones como García Márquez en Crónica de una muerte anunciada, pero claro, es una novela que da mucho juego para narrar y en un microrrelato es mejor que el final nos sorprenda, justo al final.
Forma(+): Está escrito de una forma impecable. Lo he leído varias veces y me ha sido muy difícil encontrar algo para mejorar, si acaso un par de signos de puntuación: una coma tras el pero del tercer párrafo y otra antes del incluso del último. La forma de escribirlo es perfecta. Poco más que decir.
Personajes (+): para un relato de este tipo creo que tres son los personajes justos, cuatro con la indispensable abeja 😉
Argumento (+): Me parece muy acertado que a través de una abeja a la protagonista le vengan los recuerdos de su padre, apicultor. Es excelente el tomar una abeja como transmisora de sentimientos del pasado. Me parece bien que haya varios párrafos: la acción de la abeja, presentación del padre, recuerdos, preguntas sobre el sentimiento del padre (tan lejos y tan cerca) y el desenlace.
Hay dos ideas que se dejan en el aire, lo que me gusta porque hace que el lector tome parte activa y que su imaginación trabaje. Al decir: «a pesar de estar siempre ausente incluso cuando aún vivía con ellos», aquí el lector puede imaginar el porqué de la separación y qué ocurrió después. La otra idea es cuando dice: «su deseo de que aquella abeja libase el dolor que supuraba por los poros, con la esperanza de que quedase sellado para siempre en las casillas del olvido». Me encanta. Poéticamente, ese final de frase es muy bueno, también deja entrever que hay un dolor que le agobia y que quiere olvidar. Se usa el medio de la abeja, presente en todo el relato. Por este párrafo es por el que he propuesto el título de La analgesia del dolor. Además vuelve a dejar que el lector haga sus conjeturas y busque una explicación a ese dolor: soledad, pérdida de un ser querido, pasado oscuro…
Final(+): Bien rematado con la aparición del hijo que deja una escena muy similar a la que la protagonista cuenta cuando ella observaba a escondidas al padre. Esto también deja entrever que ella, al igual que el padre, tiene un dolor interno y que el hijo, al igual que ella, la quiere pero la observa a escondidas. Que ella se dé cuenta de que su hijo la observa y el que la abeja vuele, hace pensar que se ha dado cuenta de que el antídoto para quitar ese dolor que la acompaña no se quita con el dolor de una picadura, sino con el amor de su hijo.
En resumidas cuentas me ha gustado bastante. Un relato muy profundo y muy bien contado. Quitando lo del título (demos su importancia a los títulos) el relato es muy bueno.
Excelente, como siempre, la selección musical de Ginette; nos hace sentir muy próxima la abeja. Paloma no sé si pinta tan bien como escribe o escribe tan bien como pinta, que lo decida ella. Y del relato destaco el «efecto espejo» -creo que así se llama- de la hija observando al padre y, después, siendo observada por su hijo. No es casual, es una figura que algunos autores han utilizado y que resulta muy visual y atractiva. Felicidades al autor.
¡Qué bonito lo del «efecto espejo»! No tenía ni idea de que existiese esa figura, pero «suena» muy bien. Sobre todo a alguien como yo, autodidacta en estas lides. Muchas gracias, Rafa.
Hola, soy Luisa Rodríguez G. Novelúa, la autorA de este relato, como adivinó muy bien X.
Antes de nada, quiero dar las gracias a Mel y Paloma por darme la oportunidad de participar en esta interesante sección. Comparto, de principio a fin, el texto de presentación del Microscopio. A Paloma, doblemente, por la acuarela tan bonita de “mi” abeja. En cuanto a la música, no podría ser más apropiada. Y muy agradecida, especialmente, a los tres opinadores. Es un lujo que tres amantes de la escritura dediquen su tiempo y análisis a uno de mis relatos.
Coincido con los tres en que el título cojea. He de confesar que no acababa de encontrar uno que me convenciese. Lo que tenía claro es que quería que completase la historia y que fuese título y punto final a un mismo tiempo. En este caso, pretendía contar que el hijo no podía imaginar, al ser “cazado” por su madre, que la estaba salvando del destino del abuelo, al hacer que se diese cuenta de que la historia se repetía. Pero, ya se sabe, una cosa es la intención y otra el resultado. Lo que sí me pasó desapercibido, y por eso valoro especialmente que me lo hayáis indicado, es lo del exceso de “s”.
Lo de ocultar información es algo premeditado. Prefiero los relatos que sugieren, que dejan pistas para que cada lector monte su propia historia. ¿El padre murió, se suicidó, los abandonó…?, ¿qué los atormenta?, etc. Yo tampoco lo sé y, en mi opinión, en este relato es algo secundario. Lo difícil para mí es encontrar el punto exacto. No ser demasiado explícita pero tampoco demasiado críptica. Lo ideal sería someter cada escrito al Microscopio, jejeje. Estaría encantada, la verdad.
En cuanto a la estructura, creo que cada párrafo introduce algo nuevo. Pero también es cierto que cada vez tiendo más a escribir los microrrelatos pensando en que son para leer en Internet. No sé si es acertado o no. Me gustaría conocer vuestra opinión.
Por lo que se refiere a las comas, dos de las que sugerís, una antes de “incluso”, y otra después de “de repente”, no las puse de forma consciente. En el primer caso, me daba la sensación de que cambiaba algo el significado de lo que quería decir.
Con lo de la “mano” pretendía que la abeja se sintiese amenazada. En caso contrario, no atacaría y seguiría a lo suyo, tan tranquila. Para ella, picar supone la muerte. Si no se entiende así, lo más probable es que no esté bien resuelto.
Efectivamente el relato tiene más de doscientas palabras. No sabía que hubiese un límite. Aunque pensándolo ahora, tiene lógica. Debería haber preguntado…
Como creo que ya me he extendido demasiado, finalizo. Reitero las gracias por vuestros comentarios, que me parecen muy enriquecedores. La experiencia ha sido muy interesante y positiva.
Ana, tal y como he señalado abajo, coincido con vosotros en que el título no es el mejor. Y agradezco que me hagáis ver lo de las «s»,porque ni siquiera me lo había planteado. Esta sección es ideal para seguir aprendiendo. Muchas gracias.
Hola, Luisa. Soy la X. Otras veces nos hemos leído mutuamente y mira tú a donde hemos llegado: a mirarnos con lupa. 🙂 Estaba deseando saber qué mujer se escondía tras la abeja. En esta sección ganamos y aprendemos todos por igual. Ha sido un placer.
Hola, Luisa. Soy Y. Aunque, al ofrecerme la oportunidad Mel, no me veía capacitado para opinar, decidí, tras pensarlo mucho, aceptar. Me alegro de que haya sido con tu relato. A mi, me ha servido de mucho leer las valoraciones de los otros opinantes. Saludos.
Hola, Luisa. Yo soy Z.
Era la primera vez que hacía algo así y ha supuesto un reto la mar de enriquecedor.
Ha sido un placer compartir impresiones con Edita y Jesús. Y, como no, mirar por el microscopio tu relato que, aparte de los diferentes gustos personales que cada uno podamos tener, a los tres nos ha resultado excelente, lo que creo que es muy importante.
Comparto contigo lo de dejar los relatos con puertas abiertas para que el lector forme parte de la historia y puedo decirte que, según mi parecer, has mantenido el equilibrio perfecto entre lo sugerido y la información dada.
Mi enhorabuena, Luisa.
También agradecer a Mel que haya contado conmigo y a mis compañeros opinadores, de los que he aprendido mucho.
Besos y abrazos a todos.
Pablo.
Muchas gracias, Edita, Jesús y Pablo.
Y una curiosidad:»mel» significa miel en gallego.
No leemos. Un abrazo.
De nada, Luisa, un placer. E máis sendo paisanas, polo que vexo… 😉
Te digo lo mismo que Edita, pero cambiando la «a» de paisanas por una «o». saludos.
ha sido un placer, Luisa. Un beso muy fuerte. Y gracias a ti por tu relato
MEL son mis iniciales
nada más alejado de mi carácter que la miel, pero me hace ilusión que signifiquen algo en gallego, catalán etc.
Gracias a vosotros.
Hola. Ana. Entiendo perfectamente que prefieras estar al margen de otro tipo de contactos más allá del estrictamente literario. Es una opción tan válida como cualquier otra. Son cuestiones muy personales, que cada quien debe decidir libremente.
Con lo de Internet me refería a estructurar los textos en párrafos cortos, porque son más «atractivos» para el lector.De hecho, el microrrelato es un formato ideal para este medio, precisamente porque es corto. De ahí mi duda.
Un abrazo.