07. ANTONIO (Paloma Casado)
Cuando llegaba de permiso, anunciado por el rugido de su coche, los vecinos se acercaban para darle una palmada en el hombro y envidiarle el Volkswagen que traía de Alemania. Desconocían que a pesar de que su compañero se lo había dejado barato, había tenido que ahorrar muchos meses distrayendo unas monedas del dinero que enviaba a su mujer, las divisas con las que todos comenzaban a prosperar. Tampoco sabían de las tardes de domingo distraídas a base de cerveza y dominó, ni de los frecuentes catarros causados por la humedad de los barracones -que nadie aliviaba con leche y coñac o friegas en la espalda-, ni de las miradas despectivas cuando no entendía alguna instrucción en esa lengua dura.
Por eso ahora ha gastado la mitad de su pensión en un móvil de última generación para su nieta porque, a pesar de que su carrera universitaria va a abrirle una puerta mayor que la suya, sentirá la misma soledad y el mismo abandono.
–Nena, cuando sientas morriña, nos mandas un “guasaps” de esos.
Muy buen parangón entre la emigración de nuestros antepasados a Alemania y la que se hace ahora. Ahora hay otras maneras de sentirse acompañado, gracias a las nuevas tecnologías, pero nada puede suplir el desarraigo en una tierra, que siempre se siente como extraña. ¡Enhorabuena, Paloma!
Un abrazo.
Dicen que si no aprendemos de la historia estamos condenados a repetirla. Gracias por comentar, Mª José
Qué bien nos muestras como era la dura vida de nuestros emigrantes de aquellas épocas no tan lejanas y como esas idas se repiten en el tiempo, ahora con sus nietos, esperemos que en mejores condiciones, y con pronto regreso. Muy emotivo, Paloma. Suerte y un saludo.
Creo que debemos un reconocimiento a todos los que marcharon en esa época dura y un cambio de estrategia para que no tengan que volver a emigrar.
Gracias, Jesús
Sí, aunque eran en clave de humor, reflejaban una situación.
Feliz mes para ti también, monstruo.
Antonio, vente pa España , tío, decía aquel humorista y Antonio se vino, con dinerito y una maleta repleta de calamidades, cediéndole el turno a su nieta, con mejores presuntas perspectivas profesionales, con mejor preparación seguro, pero a padecer idénticos «abandono y soledad». Esta España mía, esta España nuestra… Y el móvil de última generación como puente, contrapunto sentimental ante la que se le avecina a la joven. Texto muy bien calibrado y con una encomiable coherencia, macizo, que yo le digo. Enhorabuena, Paloma. Besos.
Paloma, que bueno, como sabe intuir lo que aguarda a la nieta. Suerte y saludos
Se supone que la vida es evolución, que todo tiende, o debería, a mejor, como consecuencai del aprendizaje de los errores pasados. Lo triste es que la realidad negativa regresa de forma machacona y sin que nadie la haya llamado, peor aún es que quieren vender esa trashumancia obligada, que deja a un país sin sus mejores pilares, como algo natural y hasta deseable. Al abuelo Antonio nadie le engaña en esto, no sólo conoce y siente lo que ocurre, sino que también ha sabido adaptarse a las nuevas tecnologías.
Un abrazo grande, Paloma. Suerte
Supongo que el viaje de la nieta será distinto, menos duro que el del abuelo. Aún así va a sentirse muy sola por mucho que tenga el whatsaap.
Un abrazo, Paloma
Muchas gracias Ana, Inés, Ángel, Calamanda, Martín por pasaros por aquí para dejar vuestros cariñosos comentarios.
Un abuelo con historia propia a sus espaldas que no quiere para su nieta esos duros momentos de soledad.
Un saludo
Elementos externos de bienestar que enmascaran penurias, desarraigo y añoranza. Una soledad que las nuevas tecnologías ayudan a sobrellevar. Un relato que enmarca y conjuga nuestra realidad pasada y presente. Enhorabuena, Paloma. Abrazos y suerte.
Todo es diferente, pero, en el fondo, nada cambia. Bien plasmado.
Migrar es duro sea cual sea el siglo y sus artificios. Muy bueno el relato.
Los abrazos te los daré en Madrid.
Ahora Paloma. Muy bien relatadas las circunstancia de aquella vieja emigración, la cual, por desgracia, no va diferir demasiado de la situación a la que ya se están enfrentando nuestros jóvenes.
Enhorabuena por tu relato. Mucha suerte.
Ton.