DIC13. OPERACIÓN CABEZA DE TURCO, de Fran Rubio
El monarca ya había sugerido algo unas horas antes en su tradicional mensaje navideño. Lo estaban esperando. Conocían lugar y hora de su aparición. Y apareció. Nada más poner un pie en tierra, se encendieron potentes focos que lo cegaron, mientras un primer cordón de seguridad aislaba la casa y los agentes del comando interior lo reducían e inmovilizaban. A los tres segundos se radió el mensaje: “objetivo neutralizado, operación finalizada con éxito”. La prensa afín, que aguardaba en segunda línea, tomó la casa para derrochar fotografías que se adjuntaron a los artículos, informes, e incluso ensayos escritos de antemano y que esperaban en sus respectivos medios las imágenes. La primera edición digital inundó las redes sociales a los tres minutos doce segundos de la detención y en papel vio la calle cuarentaicuatro minutos después.
Se le hizo confesar por todo: aeropuerto, palacete, cierre de la televisión, farmacias, paro, hospitales, becas, excarcelaciones, corrupciones nacionales y autonómicas… incluso lo del cambio climático. Se le imputó asimismo el delito de intrusismo profesional, por lo de los Reyes Magos. “Confiamos en que no vuelva a aparecer por aquí en años venideros”, declaró, en un comunicado posterior pero pregrabado, el presidente de la nación.
Creo que a eso se le llama una buena limpieza…
Suerte!
Abrazos
Si es que no saben que inventar, Fran, para eludir las responsabilidades y mirar para otro lado.
Felicidades y un abrazo
Lo que pasó es que no era un Rey Mago, sino un Rey Malo… y el pueblo estaba negro. Buen relato
Fran, viva la república, je je. Me ha gustado mucho. Un abrazo.
Fran, un momento tan clásico de la navidad ha sido en tus manos herramienta de denuncia. coincido con los demás comentarios. Suerte, saludos y felices fiestas
Qué bueno es tener a alguien para echarle la culpa…
Me ha encantado tu original relato.
Un abrazo.
Ojlá fuera tan fácil solucionar los problemas jajaj. Buen micro Fran suerte.