ENE81. SUEÑO TRUNCADO, de Rafael Aracil Alemañ
Cuando despertó, nada a su alrededor era igual. Contuvo la respiración sin apercibirse del extraño lecho en que yacía. Intentó darse la vuelta, pero una tapa acolchada, suave al tacto, impedía el más mínimo movimiento. Gritó y la tierra apagó su voz, lloró y la suave tela enjugó se desesperado llanto. Comenzaron las convulsiones, los espasmos no cesaron, sucumbió su voluntad y el futuro fue pasado.
¡que horror! la angustia de estar encerrado en ese espacio …
Has creado bien el clima.
Saludos
Anna J R
Jó, da cosa pensar que puedes despertar en semejante lugar y en muy pocas palabras.
Tu micro posee una parte de lirismo y podría dar lugar a una prosa poética.
Lines
Buen final y buena ambientación. Suerte.