Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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97. «Despertar del Sueño»

Caída al vacío (aaaaaaaa); silbido como de viento (ssssssss), silencio […]; azote (¡tas!).

Para los ojos que sí ven, todo estuvo cuidado por bucles de ricos colores, uno específico de cada espectro y para cada dimensión, desde las más sutiles a las más densas.

El alma que en ese precioso instante nacía, lo había hecho otras muchas veces, demasiadas si se cuentan con números finitos, ninguna cuando no se necesita contar.

Un alma hace un gesto antes de nacer con el significado de: «ya estoy preparada para migrar». Deja atrás su forma divina y se convierte en carne. ¡Y tiene todo lo que necesita!, un manual que está escrito en su código genético y que deberá interpretar según se vaya desarrollando como individuo y creciendo hasta completar su experiencia. Parece fácil así visto, pero todo juego tiene su truco. El de éste es que, una vez que el giro inteligente se detiene, la conexión se pierde y todo se olvida, o casi todo.

El tiempo que transurre entre cada migración ha de servir para iluminar a un mundo dormido. Se trata de conseguir encender las luces necesarias para poder despertar del Sueño de Amor en la Tierra.

Así Sea.

 

7 Responses

  1. Martín Zurita

    Hola, Isabel.
    Qué bueno que hables del alma, al parecer proscrita de la última literatura, o aconsejable de proscribir por los entendidos de hace poco tiempo. El alma existía y se ha demostrado CIENTÍFICAMENTE tal extremo.
    Qué bien nos cuentas la migración del alma y la conexión de ella misma con el cuerpo, y cómo se esfuma el prospecto, el manual de instrucciones para vivir. «Hágase la luz», dijo alguien que era la metáfora más formidable en toda la historia de la literatura. Estoy de acuerdo. Y que la eternidad era «luz ilesa», dijo el gran Ángel González. Me encantan esas onomatopeyas iniciales. Una prosa como desintoxicada, a mi modo de ver, dentro de un texto muy original. Enhorabuena. Un beso. Y felicidad para tu cuerpo con su alma, con tu alma.

    1. Isabel

      Hola Eduardo:
      Muchas gracias por tu comentario. Ese «hágase la luz» me parece esencial para aprender a discernir lo esencial (necesario de verdad) en la condición humana. Hay algo muy bruto y animal en ella y por otra parte es capaz de las emociones y entregas más puras. Mi deseo para este año que entra es que cada vez más seres humanos aparten su instinto defensivo y reconozcan en su corazón esa partícula de luz, lo único imprescindible en nuestra maleta.
      Te deseo un ¡Feliz Año 2017!.
      Besos,
      Isabel

  2. Jesús Garabato Rodríguez

    Esa primera frase es muy buena. Es como si estuviéramos leyendo un tebeo o contándole un cuento a un niño con esos efectos sonoros. Las siguiente son para hacernos pensar envueltos en su precisa y onírica sonoridad. Suerte, Isabel. Saludos.

    1. Isabel

      Hola Jesús:
      Intentar poner sonidos a algo que no se oye con el oído es muy muy complicado, pero bueno, transformarlos a algo reconocible fue divertido. Y, así como tu lo lees, es como me imaginaba la escena al escribirlo.
      Muchas gracias por tu comentario.
      Y, por supuesto, te deseo un ¡Feliz Año 2017!
      Besos,
      Isabel

  3. Qué bonito Isabel, lo bien que explicas esa desconexión en el momento de encarnar, y me encanta además que hayas coincido con el enfoque que le di al tema propuesto, «la migración de las almas». No es lo más habitual ver el tema de ese modo y me ha gustado nuestra coincidencia, aunque tu relato me guste más que el mío.

    Mucha suerte con él, saludos y ¡Feliz Navidad!

    1. Isabel

      Hola Maribel:
      Pues parece que no sólo casi coincidimos en el nombre, genial que también lo hagamos con nuestros relatos.
      Tu relato es precioso y tiene una ternura que hace vibrar.
      Muchas gracias por tu comentario y a ver si coincidimos más veces.
      ¡Feliz Año Yashira!
      Besos,
      Isabel

  4. Isabel

    Hola Juan:
    Aún me sorprenden y encantan, tus comentarios tan generosos. Siempre me llenas de adjetivos que me hacen crecer. Por supuesto que mi intención no es ser irrespetuosa, sino dejar que la imaginación cree su propia historia. Ya me gustaría a mi encontrar ese agujerito de la «cerradura-por-la que-todo-se puede-ver» y escribir «sabiendo». Imaginar tampoco está mal.
    Muchas gracias por leerme con tanto corazón y por tus buenos deseos. Ya le daré a mi padre tu mensaje, que seguro que le encanta.
    Desde aquí, desde lo visible e invisible (cuerpo y alma) que soy te deseo para ti y los tuyos todo lo mejor.
    ¡Feliz Año 2017!
    Besos,
    Isabel

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