98. in MEMORIAN…
(Él) Supuso que todo iría bien… Desconocía la fanfarria de pegar patadas a un balón, de presumir por sus ojos claros, de vender cartas al destino, de volver sin más… Y en su cabecita, siempre soñadora, la amenaza de no poder escapar al terror malhumorado de endémicas guerras, queriendo desdibujar la sinrazón de su huidizo caminar, sintiéndose cautivo en un universo por descubrir… ¿A dónde vas?
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(Ella) Nunca lo supo, por tatuaje un corazón marcado en soledad, por estandarte la bandera de quien no cree en banderas, y por filosofía no cavilar sobre un pasado estigmatizando el futuro… Afear al que cambia el terruño donde pisar no era su modo de vida, sólo prejuicios, sólo desidia… ¿Cómo te llamas?
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Y (juntos) en cada rincón de mundo una noche perdida en esos brazos ajenos, unas cervezas a medias, una leve carantoña, un compaginar de ideas, unas lágrimas al despedir, otra sonrisa al regresar… Te quiero
Y, cabalgando los lustros, una duda en sus blancas sienes, las de él (y las de ella), con sus articulaciones de herencia nómada parcialmente enmohecidas, sus mentes tornándose nubladas… Una única duda:
¿Dónde aparcar esos huesos que se debe comer el tiempo?
Dos personas y ese amor que pone las cosas en su sitio y que todo lo soluciona. Después de tantos años de vida y anhelos compartidos, lo que tenga que venir que venga, pero para los dos. Suerte, Alvaro. Un saludo.
Hola, Álvaro.
La emigración a la muerte de dos personas nómadas y enamoradas tras sus diversas peripecias. Al fin quedamos, como diría José Hierro, para darle cal al silencio. ¿Dónde aparcar los huesos que se coma el tiempo? Como sostendría Ángel González, no ser gesta de gusanos, incinerarnos. «Lo que ha ardido ya nada tiene que temer del tiempo», escribió y, de paso, el mejor lema, la mejor publicidad para los crematorios. Me gusta tu propuesta. Felicidades, y felicidad. Un abrazote.
Buena pregunta dejas para esas parejas con su tiempo de vida juntos pero que nacieron en mundos dispares ¿Dónde aparcar los huesos que se coma el tiempo? No sé si te refieres a ello, pero es que me da que pensar sobre esa tendencia que tenemos de intentar descansar en la tierra que nos vio nacer, pero, si tu pareja no pertenece a la misma ¿Qué hacer? ¿Permanecer una eternidad separados? ¿Uno de ellos renunciar a su origen? Uy, me parece un dilema, todo un dilema para dejar resuelto en el testamento.
Me gustó mucho tu propuesta Álvaro, mucha suerte con ella y ¡Felices Fiestas!