101. Predicciones
Cómo ha cambiado el mundo… Recuerdo otras épocas en que mi estirpe era respetada en la vieja Europa, se aceptaba como necesaria y hasta otorgaba prestigio. Ninguna nación poderosa podía presumir de serlo si alguno de los míos no habitaba en ella.
Ahora se nos relega a países de tercera, pero manejados por manos poderosas que pretenden enriquecerse a nuestra costa. Ellos viven bien, alejados de conflictos y miserias, mientras se aprovechan de nuestra presencia en otros lugares donde generamos el infierno en la tierra para que, de manera espuria, puedan demostrar su superioridad.
Pero ya no nos quieren dentro de sus fronteras: ponen controles y ejercen acciones policiales para que no crucemos sus alambradas de espino, ¡qué ilusos! No saben que, tarde o temprano, volveremos a habitar su territorio, como emigrantes que regresan a la maldita tierra que los vio nacer.
Dicen que ya no me quieren, pero fabrican armas y las venden para alimentarme; hacen el símbolo de la paz en pomposas reuniones, mientras miles de inocentes mueren sin que a nadie les importe. Yo no tengo la culpa de que millones de refugiados clamen por un mundo diferente; ellos me crearon así.
Me llaman guerra.
Remueves con tus palabras nuestra conciencia, la que no parecen tener los bastardos que en sus lujosos despachos arrojan, sobre los mullidos tapetes de sus grandes mesas, los dados trucados que decidirán el destino de muchos de sus congéneres, cuanto más lejanos mejor, así, sus delicados ropajes permanecerán a salvo de salpicaduras, pero preparados sus bolsillos para recoger la colecta de sus socios muñidores. Muy bueno, Fernando. Suerte y un saludo.
Jesús, no podría haberlo explicado más claramente… Tu respuesta es casi mejor relato que el mío.
Un abrazo para tu esquina noroeste desde mi esquina sureste.
Estupendo relato Fernando, ahí está ella, la que siempre ha movido el mundo, la que sigue moviéndolo y probablemente la que acabe con el nuestro conocido algún día. Una protagonista diferente, muy ocurrente por tu parte.
Mucha suerte y ¡Felices Fiestas!
Yashira, ¡qué gustazo encontrarte por aquí! Si hubiera más gente con tu sonrisa, las guerras morirían de soledad. Es imposible guerrear contigo.
Un besazo y felices fiestas también para ti.
Un personaje recurrente a lo largo de la Historia, que hace años que parece haber emigrado del llamado Primer Mundo al Tercero y aledaños, como si nunca pudiera volver. Esa protagonista tan peculiar y el título son todo un mensaje de futuro distópico, que nos hace tambalearnos de nuestros cómodos asientos.
Un relato diferente y, como no puede ser de otra manera, llevado con oficio.
Un abrazo fuerte y suerte, Fernando
Ángel, tus palabras siempre me suenan a gloria bendita. De verdad, de verdad, que un día de estos tengo que mandarte un jamón.
Un abrazo y felices fiestas.
Cuánta razón tienes, admirado Juan, y cuánta razón tenía don Alberto. Esto pinta mal, muy mal, pero no queremos darnos cuenta.
Y qué te voy a contar de la maravillosa reunión de Madrid… Fue un placer conocerte (especialmente), pero también compartir palabras (pocas), miradas (algunas) e ilusión (muchísima) con tantos y tantos entecianos que habitan nuestro micromundo y que, gracias a JAMS, pudimos reunirnos el mirífico diecisiete de diciembre pasado.
Un abrazo.
Hola Fernando, el de los apellidos bonitos.
La guerra ha sido siempre un negocio, no nos engañemos. Y el mundo un calcetín vuelto del revés. Y el hombre un genial loco. Y el Derecho (de eso sabes un rato) justo, nulo o inaplicable. El comunismo y el capitalismo están superados y deben asumirlo antes de que se produzca la guerra de todos contra todos, que se huele como el sabor a lluvia. Nadie debe poseer tanto dinero aunque lo haya generado. El papel moneda nos arruinó la vida, ¿qué esconde, para qué sirve como no sea para apuntar un repentino aforismo o dárselo a alguien más necesitado? Es el espacio para la ética reglada, que todos sabemos en lo que consiste, para la norma jurídica que la contenga y lleve a la práctica. Esto tiene que cambiar. Quizá sea un visionario, un poeta o un heterodoxo, como bien me definió el bueno de Garabato, don Jesús, sin siquiera habernos visto. Quizá lo sea, sí, pero el camino, el único, es que los ricos se convenzan y suelten lastre.
Como me puede lo formal, lo mismo soy un tiquismiquis, ¿no debiste escribir, in fine: «sin que a nadie le importe»?
Tu Gioconda espera turno, pero caerá, no lo dudes.
Me gusta mucho tu propuesta y te deseo muchas ventas (oye, sin que te hagas rico, eh; bueno, muy rico) y eterna felicidad, pero en vida. Un abrazote.
Hola Eduardo, cuánta razón tienes: son los ricos del mundo los que tienen la solución a los problemas del mundo, pero -a su vez- los menos interesados en aportarla. Porque para que haya ricos tiene que haber pobres; si desaparecen unos, desaparecen los otros.
En cuanto al aspecto formal…¡tienes razón! Sobra una «s». A mí, como aprendiz que soy en esto de los microrrelatos, me falta paciencia para publicarlos. Cuando he terminado le doy a la tecla de envío y ¡hala!, como haya salido. Debo aprender a pulir más la piedra, así solo me saldrán figuras toscas y poco labradas.
Me quedé con ganas de charlar un poco más contigo, qué lástima que tu chaval te reclamara tan pronto. Te debo, por lo menos, tres abrazos.
¡Cuánto absurdo, cuánta miseria mental hay en esos hombres y mujeres que se reparten la tarta del mundo! Con un índice levantado o un simple parpadeo tienen un séquito de serviles lacayos que ven relucir el brillo del dinero que podrían alcanzar y no dudan en enzarzarse en interminables guerras, dolor y muerte.
Una buena reflexión de las tuyas, Fernando. Un abrazo.
Así es, María José. El problema es que todos somos cómplices, consciente o inconscientemente.
Feliz entrada de año. Un bico.
Abandona cuidados, querido Fernando: tiempo vendrá que nos hermane, todavía más. Y, en cuanto a los abrazos, te prometo volverme un pulpo por lo menos. Lo dicho, felicidad.
Esta ha sido la gran protagonista de la historia desde la época de Mathusalem. Ella ha modificado territorios, ha desplazado a poblaciones enteras, ha elevado imperios y a su vez sepultado otros y por último ha creado capitales y emcumbrado personajes a lo largo del tiempo. Su fuerza es imparable y, a su paso, como resultado indeseable para los mismos que la crearon, quedan los emigrantes, a quienes se les cierra las fronteras. Las mismas personas (tanto las que permiten con su actitud pasiva como las que activamente lo incentivan) quieren alejar estas consecuencias de la guerra que no son otras que personas que buscan refugio. Te jalaste un relato muy original donde manejas esa dicotomía guerra-desplazados de una manera magistral. Nos presentas ese bucle de temporalidad que explica nuestros vicios como humanidad que siempre repite su historia sin pensar en las consecuencias.
Un saludo, Fernando
Patricia, sigo estremecido con tu relato sobre la «Bestia» y los novios que viajan en ella. Lo que sucede en México (y en Centroamérica) es asimilable a una guerra, con miles de desplazados y gente que buscan amparo y refugio en otros lugares. Mientras tanto, ciertos personajes del norte pensando en crear un muro… Al menos, ese muro no impedirá la emigración de las mariposas monarca.
Un fuerte abrazo.
Fernando tu relato es un magnífico manifiesto antibélico. Por desgracia es así, los que deciden la guerra no se manchan ni lloran. Al final el pueblo es el que sufre las consecuencias de una guerra que no ha creado.
Un abrazo
Hola Blanca (¿Zuriñe en euskara? ;)). Efectivamente, siempre es el pueblo el que sufre, como en las crisis, como en las catástrofes naturales, como en todo. Esperemos que algún día todo esto cambie.
Feliz entrada de año. Un beso para Siberia-Gasteiz desde la templada esquina sureste.
Así es, Zuriñe sería mi nombre en euskera.
Feliz salida de año y más feliz 2017. Un beso enorme desde los fríos días de invierno(aunque soleados)del norte.
Desde el principio se anticipa un giro argumental de peso y, aún así, la sorpresa es total cuando descubro el nombre del personaje. He intentado adivinarlo sin éxito y, sin embargo, cuando ahora lo releo, lo veo en cada palabra, en cada control policial… En fin, gran trabajo, como no podía ser de otro modo.
Un abrazo,
Muchas gracias por tu comentario, Anna, ese era mi objetivo. Me alegro de haberlo conseguido, y que una gran escritora como tú lo aprecie.
Abrazos y que los Reyes se porten bien.