4. Un día de perros (Jesús Garabato)
A pesar del tiempo desapacible, caminaron hasta el Palacio de La Llana, dejando en el aire las monsergas del dueño de la fonda donde se alojaban para celebrar sus bodas de plata. De regreso, al comenzar a oscurecer y arreciar la lluvia, decidieron guarecerse en el tugurio que se toparon velando las ruinas de una ermita. Dentro, atendía un astroso carcamal secundado por su gato, que dormitaba aburrido. El viejo les informó de que las tapas del día eran morros y manitas. Aunque esas no eran sus apetencias culinarias, asintieron, pidiendo unas cervezas. Empinándolas, escucharon unas delicadas risas femeninas, de pronto solapadas por el creciente rugido de lo que les parecía una caterva de bestias embravecidas. El anciano les sorprendió, arrebatado, con una fluida serie de sartenazos mientras el gato, ufano, ronroneaba.
Cuando Eduard consiguió salir, ya sin manos, abandonando a su adorada Martina entre las ensangrentadas fauces de aquellos malditos chihuahuas, pudo vislumbrar el reclamo de semejante antesala del infierno, ahora resaltado por el límpido fulgor de la luna: “Taberna Hijas de Luz y Fer, especialidad en carne de matanza”. A su espalda, gato, vejestorio y sartén aguardaban, de nuevo, su turno. Lamentablemente.
Hola,Jesús . Terrorífico ambiente el que describes. Muy visual tu relato. Y una curiosa coincidencia, nuestras Martinas no tienen precisamente un final feliz.
Mucha suerte, amigo.
Muachas gracias, Concha. Pues sí, con lo bonito que es ese nombre. Saludos.
Hola, Jesús.
Saber perdonar es sustancia de personas grandes. Gracias, porque me reconforta mucho que hayas perdonado mi falta de atención. No haber estado a la altura.
Un abrazo muy grande.
Jesús, te declaró mi predilección por las buenas historias de terror. Me encantada ese giro final de la Taberna de Luz y Fer, que cierra con broche de oro una historia de sartenazos y abandono matrimonial de último momento, cuando Martina es dejada atrás por su esposo. Pero, cómo no disculpar al hombre: ¿Qué se puede hacer cuando tus manos ya están listas y preparadas para comer en la taberna luciferiana? Humor negro al mejor estilo de Cuentos desde la Cripta (la serie).
Un abrazo, Jesus.
Muchas gracias, Patricia. Traté de hacer eso: un relato donde pasaran más cosas de las normales en un micro y teñirlo con bastante humor negro. Un saludo.
Una historia que comienza casi plácida y se nos va yendo de las manos hasta convertirse en una auténtico cuento de horror. Me gusta esa evolución y la habilidad con que nos acompañas en ese viraje. Enhorabuena y mucha suerte.
Muchas gracias, Patricia, por dejarme tus palabras. Viniendo de ti, eso que dices de la habilidad suena realmente bien a mis oídos. Un saludo.
Tarde pero llego. Un relato que sorprende por lo negro y sangriento.
Felicidades y abrazos mil.
Nunca es tarde si la dicha es buena. Muchas gracias por leer y comentar. Un saludo, María.
Relato muy logrado, ya desde el título. Con atmÓsfera de Poe que consigue hacer que se viva y con ritmo fluído y vocabulario preciso. No falta el toque de humor. Pronostico premio. Suerte y abrazo.
Mechas gracias por dejarme tus amables palabras, Antonia. Saludos.