10. El cazador
Los dos perros brincan, juguetones, a su alrededor y la chica de la mochila verde les dedica unas caricias. Silbo y vuelven a la carrera. Cuando la peregrina llega a mi altura, me disculpo y ella le resta importancia al episodio y me sonríe. Les sonríe. Mis perros jadean. Están contentos. Nos miran. Buen camino, le digo. Entonces descubre el bote de pintura detrás del tronco donde está pintada, todavía fresca, la última flecha amarilla que la ha conducido hasta mí.
Ohhhh qué bonito, Allepuz. Esperaba de ti algún asesinato o alguna maldad y ese final me ha encantado.
Oh, Paloma, me encanta que me leas con esa candidez. No sé si Modes, por ejemplo, habría interpretado lo mismo que tú. 😉
Yo, al contrario que Paloma, soy malpensada y veo un final, cuando menos, preocupante. Y reconocible, incluso.
Piensa mal y… ¿acertarás?
Ay, David, no has debido darnos esa pista en la respuesta al comentario de Paloma. Has cavado tu propia tumba. Fuera bromas, yo había oído que en el Camino de Santiago hay algunos propietarios de locales de hostelería que falsean las señales para atraer a los peregrinos, pero que un asesino o violador, si es el caso, lo haga síque es curioso. Suerte, David. Saludos.
Yo simplemente abro caminos, no doy respuestas. Os lío un poquito más, jajaja. Soy maligno.
Suerte para ti también, Jesús. Saludos.
Rectifico, acabo de recordar que el asesino de una chica norteamericana que hacía el camino, hará algo más de un año, solía atraer a las chicas engañándolas al darles información para poder robarlas.
Hola, David.
Tu texto es susceptible de una interpretación poliédrica, y a mí me gustan mucho ese tipo de textos que dejan jugar al lector imaginando esto o aquello. ¿Cuál es la intención del pintor de señalizaciones? Mejor que se quede en el secreto del sumario, vaya, parece que mi imaginación, como diría el bueno de Jesús, ha quedado retratada. Felicidades y un abrazote.
Hola, Martín. Un poco de juego sí que reconozco que hay aunque no suele ser una receta que emplee a menudo. Gracias por tus palabras y un abrazote para ti también.
Sí, a mí la imaginación también me ha llevado a lo Modes, La zoofilia la dejamos para otros. Muy pocas palabras para tan gran relato,
Enhorabuena, David. Suerte.
Muchas gracias, Rafa. Celebro que te haya gustado este relato que tan breve me salió. ¿Zoofilia? Locos, estáis todos locos.
Mucha suerte para ti también, amigo.
Ya me extrañaba a mí…
Dejémoslo en que puede admitir una doble lectura, va 😉
El título no augura nada bueno. El que es muy bueno es el relato. Mucha suerte.
Gracias, Luisa, por ser tan generosa con el relato. Mucha suerte para ti también en esta convocatoria.
Me gusta el relato, es inquietante, aunque se disfrace de brincos y risas juguetonas.
Feliz Año Nuevo.
Ya sabes, es necesario un buen cebo para que acuda la presa, digo, el lector de micros 😉
Feliz año para ti también, María.
Bajo una escena casi idílica, se camuflan intenciones aviesas y un futuro próximo preocupante para esa peregrina. Aprenderá pronto, pero cuando lo haga será tarde, que hay cazadores de muchos tipos.
Un abrazo, David. Suerte
Otro abrazo para ti y mucha suerte en este convocatoria, Ángel.
Vaya, David, en tan pocas palabras pasas de mostrarnos una situación amable, bonita y hasta tierna para, al final, dejarnos un sabor un tanto agridulce pues nos tememos lo peor…
Muy buen relato, sin duda.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras, María José.
Otro abrazo para ti ¡y que vaya muy bien la presentación de tu libro!
Después de una segunda lectura interpreto que la moza se ha metido en un lío. Llámame mal pensado, pero la culpa seguramemente es de lo bien que has planteado el texto. Suerte !!
Opino, por regla general, que los textos que requieren más de una lectura son fallidos. Sin embargo, reconozco que en este he jugado algo con eso. Casi casi lo he buscado.
Gracias por tus palabras, amigo. ¡Suerte a ti también!
Hola, David, confieso que en una primera lectura, pensé en una historia simple y amable, -chico astuto liga con chica solitaria-, pero tu comentario hacia Paloma, me bajó de la nube para comprobar el gran micro que tenía delante. ¡Felicidades!
Un abrazo y suerte.
Por cierto, yo venía aquí para hablar de tu libro y darte las gracias -lo de arriba era una simple excusa-,
me está gustando más de lo que te imaginas
Ahora, un beso
Fenomenal, Rosy, no sabes cuánto alegra leer algo así. ¡Que ni un amigo ni familiar se queden sin saber lo mucho que te está gustando el libro! Gracias por ejercer el apostolado interior muy bruto 😉
Feliz año, abrazo y suerte en esta convocatoria enteciana.
David, inquietante relato. Pobre chica.
Un abrazo
Gracias por comentar, Blanca. Otro abrazo para ti.
Muy buen micro, cualquiera que sea la lectura que se haga, aunque ese título de «El cazador» nos conduce, casi inevitablemente, a una «presa».
P.D. No puedo dejar de hacerte un apunte: cuando leí lo de «la chica de la mochila verde» no puede evitar rememorar la letra de la famosa canción «La de la mochila azul», aunque la música no acompañe al relato, jaja
Un placer leerte, David. Saludos.
Gracias, Manoli, me alegro de que te haya gustado. En el microrrelato uno siempre intenta encontrar la palabra precisa para cada hueco y, en este caso, creo que el título es el que tenía que ser. De haberlo titulado «La de ojitos dormilones» no habría funcionado igual, creo 😉
Saludos de vuelta.
Jaja, por supuesto que no… el título es perfecto y clarificador. 🙂
Cada cual verá lo que querrá, pero los cazadores de hoy en día llevan escopeta.
Esta bueno, un abrazo.
Cielos, practicas el laconismo del proverbio chino y no sé muy bien qué responderte. Pero me alegra que te haya gustado y te deseo la mejor de las suertes en esta convocatoria. Un abrazo, amigo Javier.
¡Qué bueno eres! Sin saber que responder me has sacado una sonrisa que tendré que pagar con alguna cerveza en nuestra próxima interacción de cuerpo presente.
Otro abrazo, amigo.
Con los relatos no ganaré premios pero con las respuestas y los comentarios soy un hacha 😉
Guau guau, me gusta el relato, a mi que me gusta lo verde y ella tiene una mochila verde, la veo un negro futuro, uno que se va a poner morado y otra roja de vergüenza.
Para gustos se inventaron los colores David.
Un abrazo y suerte
He querido hacer una broma con los colores y el resultado no me gusta, me chirría, perdón.
Me gusta el relato.
Un abrazo y suerte.
Perdonado. Feliz, y mucho, de que te haya gustado el relato, maestro.
Otro abrazo para ti y mucha suerte en la convocatoria de ENTC y en esta Noche de Reyes.
El título, los dos perros que agasajan a su presa. Todo parece indicar que esa flecha indica el principio de un fin.
Buen relato, David. Enhorabuena.
Un saludo.
Gracias, Antonio, por la felicitación.
Un saludo de vuelta.
David, relato bien cerrado y a la vez abierto a interpretaciones. Suerte y saludos. Feliz 2017
Gracias, Calamanda. Suerte para ti también en esta convocatoria y feliz año.
La peregrina en busca de una experiencia de vida sigue las señales de un depredador del camino. El título nos hace presagiar un final nada halagüeño. Inquietante e impactante, David. Abrazos y suerte.
Gracias por tus palabras, Salvador. Abrazos de vuelta y suerte para ti también.
¡Qué bonito David! Se trata de un Cupido disfrazado de cazador. Oh, pues no, me he puesto a leer los comentarios y no, creo que mi vena romántica me ha jugado mala pasada. Ya me quedo menos tranquila y se me quitó la sonrisa que se había dibujado en mi cara, no quiero seguir imaginando porque ahora ya no hay nada bueno por llegar. Has sido malvado, creo que jugaste muy bien al escondite con ese cazador, sus flechas y sus perros, el relato muy bueno pero me estoy alegrando de que te saliese breve, me aterra el resto de la historia ¡Mucha suerte!
Y saludos.
La vena romántica puede ser muy traicionera pero dejémoslo en que cada uno se quede con la interpretación que más le gusta y, así, todos contentos.
Gracias por la felicitación y los buenos deseos. Mucha suerte para ti también en esta convocatoria.
El camino de Santiago se presta a tantas historias y leyendas. Muy bien hilado con el tema del mes.
En la forma no se puede pedir más, pocas palabras para contar mucho. Me gusta sobre todo cómo dejas la puerta abierta a que cada uno imagine qué pasará luego.
En definitiva buenísimo, en mi opinión.
Un abrazo
Gracias, Asunción. ¡Qué crítica más genial! Otro abrazo para ti también, amiga.
Esa flecha amarilla me ha dejado helada, todo parecía tan bucólico… Uffff…
Gran relato el tuyo, desde luego no deja indiferente y las muchas interpretaciones, que dado mucho juego, así lo han demostrado.
Un abrazo David.
Gracias por tu comentario, Mª Belén. Celebro, aunque quede un poco mal, haberte dejado mal cuerpo en un texto de tan pocas líneas. Algo debo de haber hecho bien esta vez, jejeje. Otro abrazo para ti.
Ni se me había ocurrido lo del romanticismo hasta leer el primer comentario. Ese final augura el principio de una historia siniestra, más aterradora aún porque queda a la imaginación del lector. Y ya sabes de qué tipo es la imaginación que gastamos por esta santa casa… Muy bueno. Besos y suerte.
Ya sé el tipo de imaginación que gastamos por esta santa casa… y ya me vas pillando el truco, que también, jejeje. Gracias por el comentario, Ana. Besos y suerte de vuelta.
Ay, que me da que ese cazador ha hallado una presa.
Buena historia David, un buen ejemplo de que las palabras bonitas también pueden encerrar intenciones siniestras.
Saludos cordiales.
Me da, me da… que podría ser que sí. Gracias por pasarte por aquí y dejar tu comentario.
Saludos cordiales para ti también, company.