29. Sin explicaciones (Luisa R. Novelúa)
Una bola de pelo gigante la arrolló por sorpresa, a traición, cuando en su vida ya no quedaban páginas en blanco. Tras la correa que arrastraba por el sendero tapizado de otoño, un hombre atildado la miró desde su atalaya de presunción mientras intentaba retomar el control de la perra, que se resistía como si huyese de un anuncio publicitario para zambullirse en el mundo real.
La samoyedo le demostró así amor a primera vista, como el que sintió ella por Miki, la gata de pocas semanas que rescató de un contenedor. Por eso no hicieron falta explicaciones. Ni en esa ocasión, ni en las siguientes, cada vez más frecuentes a media que sus esporádicos paseos por el parque se fueron adaptando a la rutina canina.
Aún no entendía por qué un domingo los invitó a subir al caos de su casa, ni por qué dudó el día que él le propuso quedarse para siempre. Quizá fue por la fragancia de mimosas que reptó hasta su ventana para advertirle del peligro de las especies invasoras. Pero Miki decidió por ella cuando se ovilló al calor de aquel gran peluche blanco. A veces, para sobrevivir había que arriesgar.
Ay, el amor… Pues va a ser cierto eso que dicen de que los animales sirven para entablar relaciones entre sus amos, además de entre ellos. Lo cuentas de manera muy visual y con un cuidado lenguaje. Enhorabuena, Luisa. Un saludo y suerte.
Sin duda, una de las formas de conocer gente, sobre todo en el mundo urbano. Muchas gracias, Jesús, por leer y comentar mi pequeña historia. Un abrazo.
¿Quién dijo que se llevan mal los perros y los gatos? Que el amor todo lo puede sí se ha dicho y es algo más que una frase hecha. Las personas que quieren a los animales tienen probada sensibilidad para hacerlo también con sus semejantes (eso lo digo yo). Siempre hay páginas en blanco para rellenar si la tinta merece la pena, sin que hagan falta explicaciones. «Para sobrevivir hay que arriesgar» (hermoso broche final), con saber eso basta.
Este bimestre los dos hemos tratado el tema del acercamiento humano a través de las mascotas, aunque de de forma muy distinta. Tu relato, bien estructurado en tres párrafos, se lee estupendamente y deja un buen poso.
Un abrazo, Luisa. Suerte
Aunque perros y gatos suelen llevarse como «el perro y el gato», a veces los opuestos se atraen. ¿Por qué? Qué más da. Sucede y ya está.
La verdad es que el tema de este bimestre me «pedía» una historia amable. No podría con una de maltrato, abandono, o algo así.
Muchas gracias, Ángel. Un abrazo.
Hola, Luisa.
Muy hermoso texto y lleno de, marca de la casa, estupendos despliegues y destellos de la gran literatura. Los humanos interactuando a través de los animales, gata y perra en tu relato.La mejor de las excusas. Y esa gatita precipitándolo todo. El aforismo final, precedido del modalizador de certeza, es para enmarcar, memorable. Me encanta tu propuesta, tu muy brillante narración. Besos.
Lo que sí es hermoso es tu comentario. Muchas gracias, Martín, por tus amables palabras. Un abrazo.
Se ve un texto bonito y muy trabajado. La frase final otro aforismo a recordar. Suerte !!
Qué bien que te haya parecido un texto bonito. Era lo que me apetecía: escribir algo bonito. Si lo he conseguido, aunque sea en una pequeña medida, ya me doy por muy satisfecha. Muchas gracias, Juan Antonio.
Luisa, romantica historia bien contada. Suerte y saludos. Feliz 2017¡¡¡
Muchas gracias, Calamanda. También te deseo un buen año. Un abrazo.
¡Cuánto amor se respira en tu relato, Luisa! ¡Bienvenido, sin duda! Gusta leer algo que no nos haga estremecer de dolor, de vez en cuando. Enhorabuena.
Un abrazo.
Los perros y los gatos pueden generar mucho amor. Y esta es la historia que me apetecía contar. Muchas gracias. Un abrazo.
Hermoso tu texto, romántico y esperanzador. Deja buen sabor.
Un abrazo y suerte.
Me alegra mucho que te haya dejado ese buen sabor. Muchas gracias por leer y comentar mi pequeña historia. Un abrazo.