101. LA CURIOSIDAD…(M.Belén Mateos)
Siete vidas le dijeron. Siete para disfrutarlas. Siete para vivir en plenitud cada una de ellas. Cuando a la séptima semana me precipité por la ventana ante mi curiosidad por ver más allá de los cristales, comprendí que a mi dueño le habían dado perro por gato.
Y desde luego tampoco caí en pie.
About Post Author
Hola, María Belén.
La curiosidad mató al gato, dice un refrán popular. Pero si el gato no es liebre siquiera sino que parece que es perro, la cosa se complica porque, al menos, los gatos suelen caer en pie. Hay que ver cómo son los vendedores de animales y qué despistados los compradores. Los vendedores: «Hidalgos imberbes que tras sus rostros esconden… ruines engaños». Los compradores: » Lamentos ahogados en llamas y falsos rescoldos de promesas». El animal: «…Tomará carrerilla por el alféizar de la ventana…, una preciosa gatita le está maullando».
Y yo te mando un beso admirado.
Hola Martín.
Esta vez fue mi curiosidad de cambiar de registro lo que me precipitó por la ventana de este espacio.
Hay vendedores de sueños y compradores que creen a ciegas que aquello que adquieren es una realidad en sus manos.
Gatos, perros, corderos y lobos, todos se pueden esconder en el cuerpo que más desean o en el que les han convencido que habiten. La confusión está servida y el final anunciado.
Solo el miedo se desvanece cuando la quietud que domina el alma se hace cuerpo y este se asoma al abismo de un paisaje arado por la ignorancia.
Muchas gracias. La admiración es mutua.
Besos y abrazos.
La curiosidad mató al gato, pero también al perro que se creía minino. Has creado un personaje de lo más entrañable, inquieto por ver más allá de los cristales, deseoso de probar y equivocarse, de buscar su identidad, aunque a veces las consecuencias de los experimentos sean fatales.
Hay quien, haga lo haga, siempre cae de pie, a otros les sucede lo contrario. En un mundo donde sólo se valora el triunfo, algunos tenemos debilidad por los perdedores, mucho más fascinantes y con mayor mérito, donde va a parar.
Un relato simpático y muy original, diferente de la línea a la que nos tienes habituados y enganchados, pero no menos meritorio. Una apuesta valiente que tiene algo más que comicidad y juegos de palabras, que es digna de aplauso.
Un abrazo grande y suerte, Belén
La curiosidad es una hoja de doble filo, te ayuda a aprender pero si abusas de ella puede llegar a dañarte.
Este personajillo convencido de su errónea naturaleza merodea por su territorio y quiere ver más allá de lo que su condición le permite.
Es cierto que hay más de lo que se cuenta y menos de lo que se debería intuir.
Siempre tan acertado, siempre tan cariñoso, siempre tus palabras acompañan y realzan los textos. Soy yo la que te aplaudo. 🙂
Contemplar la belleza la vida en una caída libre sin más esperanza que entregarte a tu verdadera esencia.
Muchas gracias Ángel. Un abrazo enorme mi Cicerone.
…Y es que hay perrogatos y dueñoscegatos que se lo creen todo!! (si el perro hubiera sobrevivido a la caída tendría que ir al psicólogo 😉
Muy ingeniosa la historia y buen uso de las frases hechas para contarla.
¡Original, original!
Un beso.
Carme.
Jajajajaj… a un psicólocan.
Y es que no debes dejarte convencer de lo que no eres. Hay que saberse y conformarte con tus propias limitaciones.
Tras el cristal puede haber un vacío de silencio o la certeza de estrellarte contra la realidad.
Muchas gracias M. Carme
Un beso enorme bonita.
A mí, lo que me resulta curioso es la lectura de tu relato. Condensas en esas pocas frases toda una vida creada a base de errores. Nuestro amigo quiso comprobar alguna de las verdades que suponía configuraban su vida y se topó, inmisericorde, con la amarga y única realidad. Me ha gustado mucho. Un saludo y suerte, Belén.
Así es, el no saber la realidad de tu naturaleza hace que te comportes de una manera que puede tener trágicas consecuencias.
La curiosidad excesiva a veces te hace caer en errores y la escasa te hace ignorante.
Es la verdad la que enciende la razón de los sentidos, la que despierta el vértigo a la realidad de la vida.
Muchas gracias Jesús por tus palabras.
Un abrazo grande.
¡Como para volver a fiarse de las creencias populares…! 🙂 😀
Jajajaja…Nunca hay que fiarse de nada.
Las apariencias pueden engañan al más cauto de todos los chacales, atrapando su esencia en el más manso de los corderos.
Muchas gracias Edita.
Eso de»Perro por gato», me ha fascinado. De tan evidente nunca se me hubiera ocurrido emplearlo.
Bien, por la brevedad contundencia y humorcillo negro, que destilan estas letras.
Besito virtual, Belén
Hay veces que en la sencillez se encuentra todo lo que está a nuestro alcance.
Hay perros que se comportan como gatos y viceversa, la naturaleza es imprevisible.
Hay letras que se fugan por el margen de una página que creyéndose cerrada aún conquista la luz de su lectura.
Muchas gracias María Jesús. Un besito de luz.
…mató al perro/gato.
Qué relato tan bien desarrollado. Proceso lineal para desembocar en un desenlace «pedagógico-demostrativo», confirmando la evidencia de su propia esencia animal 🙂 Es un perro!!!!
Sencillo y directo, lleno de encanto y ternura.
El pobre animal, siente que a su dueño le hayan engañado, más que su propia muerte.
Me gusta, Belén.
Un abrazoooo grande.
El engaño nunca termina bien. Cuando te dicen lo que no eres puedes llegar a precipitarte por una ventana de realidad.
Es la esencia la que marca la diferencia entre ser, estar o creer aquello que con vanas palabras nublan la verdad.
Muchas gracias mi querida Amparo por tus acertadas y precisas palabras. Tú eres el encanto y la ternura.
Besazoooo
…mató al gato, y al perro, por lo que se ve.
Curioso cambio de identidades confundidas. A lo mejor de haber sido un perro/gato ingleses hubieran tenido un par de oportunidades más.
Quizá en otro relato tenga una nueva oportunidad.
Mucha Suerte Belén 🙂
Siempre hay que confiar en tener una nueva oportunidad para poder corregir aquello en lo que fallaste o en lo que no pudiste ser.
Hay una confusión en tu memoria que hace despeñarte por la más triste realidad y la más lejana identidad perdida.
Muchas gracias Esperanza, un precioso nombre que hace creer que existe de veras.
Un beso bonita.
Gato por liebre y perro por gato, y así le fue al pobrecito… Lo que me tranquiliza es que pueda contarla, buen signo de que tan mal parado no cayó… 😉
Muy buen micro, MARÍA BELÉN; me gustó.
Cariños,
MAB
Hay caídas que merecen ser contadas otras es mejor olvidarlas para volver a ponerte en pie.
El signo en el que habitas rubrica tu existencia en la palabra de la vida.
Muchas gracias Mariángeles por ver esperanza en esta caída al vacío.
Un beso cariñoso.
Estoy como tu personaje, la curiosidad me trajo a leerte y luego de disfrutar no saber a que entré a comentar dado que solo me ocurre decir que me encantó tu maestría decir tanto con pocas letras.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias Moli por tu curiosidad y palabras. La maestría está en cada lectura y sentirla.
La lectura se hizo palabra y esta se escondió en el más recóndito secreto de su pensamiento.
Un abrazo.
Pues, alguien se equivocó. Aunque al hablarnos de la séptima semana, me ha dado por pensar qué habrá sucedido en las seis anteriores. Mira que si al final no eral tal el error. Sea como sea, tu cuento invita a recapacitar bien sobre quién es uno antes de tomar decisiones que puedan cambiarte la vida.
Muy buen relato, como siempre MªBelén, aunque diferente a lo que suelo leerte. Un abrazo y mucha suerte con él.
Siempre conocerse y no dejarse engañar por lo que creen que eres y te muestran.
Toda decisión tiene consecuencias y algunas se encuentran en una caída al vacío.
Siete veces, siete errores, siete desencuentros y un final con aroma a un cielo abierto a al infortunio.
A veces cambiar de registro oxigena 😉
Muchas gracias Maribel. Un beso.
Belén, que relato tan brillante te has sacado de tu cabeza de poetisa, demostrando que tienes gran variedad de registros y todos buenos. Me ha parecido, además de divertido, muy ingenioso el darle una vuelta más al refrán de la curiosidad mató al gato. Además, me parece muy original, lo que le da un plus de calidad.
Un beso, reina de corazones azules
Cambiar es bueno a veces, probar, experimentar y ser aprendiz de todo.
En los refranes hay mucho de verdad y si les das la vuelta te encuentras con situaciones de lo más sorprendentes.
Hay belleza en el ingenio, en la curiosidad, en la infima particula de una letra. Todo cambia si deseas aprender que la vida da muchas vueltas y lo que parece ser a veces no es cierto.
Muchas gracias mi querido pablo.
Un beso azul para ti.
Esta vez me he decantado por otro registro, no solo se vive de la poesía.
Tus palabras siempre merecen ser leídas y agradecidas eres el “cum laude” de ellas.
Un poco brujilla estoy hecha, pero de las buenas. 🙂
Ser felino en un mundo que bucea por la más estrecha realidad, por lo ilógico de habitar en un cuerpo que no es el suyo.
Muchas gracias Juan. Un abrazo lírico.
Hola, Belén.
Perrogato o gatoperro da lo mismo porque te has sacado de la chistera un micro divertido, original y que a mí me ha encantado.
Un abrazo enorme y que la suerte te acompañe.
Muak.
Hay veces que cambiar de chistera tiene cierta magia.
El alma no cambia, es el cuerpo, la mente y los latidos los que hacen del silencio un nuevo grito. Parece todo distinto y sin embargo la esencia es la misma.
Muchas gracias mi Towi.Besos, abrazos y sonrisas.
¡Muy divertido, Belén! Suerte barbara la del «gatiperri» que no le diera por saltar por la ventana en las seis semanas anteriores.
A ti te hacen falta siempre muy pocas palabras para contarnos una buena historia. Besotes y suerte.
Supongo que se estaría adaptando a lo que no era y quiso comprobar si en realidad tenía el don de las siete vidas.
Sobran palabras cuando los hechos se hacen presentes en una mirada.
Muchas gracias Olga. Un besito preciosa.
¡¡Lástima que no le hubieran dado murciélago por gato, jajaja!!. Ameno y divertido relato, menos para el pobre perro, espero que pronto escribas la continuación, en la que se salva milagrosamente. Soy un idealista. Enhorabuena y suerte!
Siiiii… Hubiera sido más volador y peligroso, jajajjjaa… Si así lo deseas lo salvamos y lo adoptamos, eso sí, como perro. 😉
No existen los milagros si no existe una huella de esperanza.
Muchas gracias Manuel. Un beso artista.
Dicen que la curiosidad que mató al gato, hizo al gato más sabio. Yo no soy un gato, pero asomarme a la ventana de tu relato lo que sí me ha hecho es más feliz.
Breve, intensa y gran historia, en la que consigues mezclar magistralmente refranes y dichos populares. Una delicia de relato, M. Belén, que demuestra que no solo atesoras el duende de la poesía, sino el genio del tintero.
Enhorabuena por tan buen relato.
Un besazo.
Me alegra que te hayas asomado a mi ventana y trazarte esa felicidad.
Un tintero que ha pintado una breve historia apostando por algo diferente, no solo de la poesía se vive, hay que ser aprendices de todo siempre.
Fue al asomarse a la vida cuando las horas marcaron la respuesta en su media sonrisa y en el punto exacto de su pregunta.
Muchas gracias Antonio por tus cariñosas palabras.
Un beso grande.
¡Ay, que esta no es mi tocaya poeta, que me la han cambiado! Sorprendente, original, genial. Me encanta y me maravilla este nuevo registro que nos regalas. No te deseo suerte porque ya tiene méritos de sobra. Un beso grande y feliz como siempre de leerte.
Siiiii… Cambiar de registro a veces libera.
La curiosidad de experimentar siempre te aporta algo nuevo. 🙂
Todo lo vivido se puede concentrar en una sencilla gota de rocio.
Muchas gracias mi preciosa Belén.
Mil besos, abrazos y sonrisas.
Me parece, Mª Belén, que en todo hay que poner límites, hasta en el afán de la curiosidad. Al menos esa es la lectura que yo hago de tu magnífico micro. Es breve, pero no pareces necesitar usar más palabras para dejarnos atónitos. Y yo te aplaudo por el resultado.
Besos.
La curiosidad bien entendida es sana, cuando quieres saber más allá de lo que tiene un límite se puede volver en tu contra.
Hay palabras que se precipitan por la comusira del silencio y hay silencios que son un estallido de letras.
Muchas gracias María José, reverencia ante tus cariñosos aplausos. Besos bonita.
Un relato, breve y muy bueno, además de divertido.
Felicidades
Me alegra saber que una sonrisa te ha despertado, era la idea.
La brevedad es un suspiro que sostiene la nota más alta en una escala de estrofa asonante.
Muchas gracias María por asomarte a mi espacio. Un beso.
Mª Belén, a lo largo de tu relato has jugado con los refranes y todo ha girado alrededor del número siete, que se supone que es el de la suerte, aunque tu perro protagonista vive engañado y eso le lleva a creerse con unas cualidades que le llevan a un fatal final.
Nos lo cuentas de forma divertida y desenfadada, que le añade un plus a la historia que nos regalas.
Muy buen relato. ¡Enhorabuena!
Besos apretados.
Cuando uno se cree lo que no es las consecuencias no se hacen esperar. Hay números e la suerte y otros de las desdichas.
Algo crece en la memoria del ausente y es la muerte la que encuentra cuando la realidad desfia a la suerte.
Muchas gracias Pilar. Siete besos, siete abrazos.
MªBelén, graciosa tu breve-historia y bien contada. Suerte y saludos
Esta vez la brevedad imperó en la historia.
Inocencia de saberse reflejo de otro cuerpo.
Muchas gracias Calamanda. Un beso.
Genial, como no podía ser menos. Además me ha gustado mucho también porque lo veo un poquito alejado del tiente poético que nos tienes acostumbrados. Humor del bueno en poquísimas palabras, a ti no te hacen falta más.
Leerte es siempre apuesta segura de quedar satisfechos,
Besos
Es cierto, esta vez me alejé de esa vena poética, pero he disfrutado escribiendo esta breve historia con otros aires.
Hay una ventana que grita al abismo, que esconde un secreto y hace de él una caída al vacío.
Muchas gracias Asunción por tus cariñosas palabras, siempre tan atenta.
Un beso bonita.
Una errata en mi comentario «tiente» es «tinte».
Besitos
Pues mira «tiente».. me gusta esta palabra. 😉
Dicen que “la curiosidad mató al gato” y en este caso también al perro. Muy ingenioso su microrrelato, Mª Belén, de los que me gustan. ¡Suerte!
Saludos.
Me alegra saberlo Beto, nunca se sabe lo que puede llegar a gustar o no. Una apuesta diferente.
Quiso la libertad abrir su alma pero fue su cuerpo el que se precipitó sin darse cuenta de que su espíritu transtornado era su esencia.
Muchas gracias. Un abrazo.
Mª Belén, lo breve si es bueno, dos veces bueno. Pues eso, que me ha gustado mucho esa curiosidad que mató al gato.
Un beso
Muchas gracias Blanca. A veces con decir poco basta.
La brevedad… ese espacio de tiempo que mece el instante.
Un beso grande.
Tan bien fue engañado el amo, que hasta la propia mascota cayó en el engaño y claro, las mentiras no suelen caer de pie…
En su justa ironía y dónde no sobra ni falta nada, Belén. Felicidades.
Ninguna mentira cae de pie ni en saco roto. Al final siempre sale a la luz o se precipita por una ventana.
Es el engaño el que cuelga de la soga, el que oprime la más falsa voluntad de la palabra.
Muchas gracias Manoli. Besos bonita.
La curiosidad es un concepto que nos impulsa al conocimiento, aunque en este caso el impulso lo ha dado al vacío. Un perro con doble personalidad y fino sentido del humor. Enhorabuena, Mª Belén, originalísimo relato. Abrazos y suerte.
Así es Salvador. La curiosidad llevada al extremo nunca trae buenas consecuencias. A veces una pizca de humor viene bien.
Hay vacíos que se contemplan desde la más absoluta ignorancia.
Muchas gracias. Un abrazo.
Un cambio de registro sorprendente, si me lo permites, Belén. Pero excelente, como siempre. Me ha divertido y me ha gustado mucho ese sentido del humor.
Suerte y abrazos
Cambiar de vez en cuando sienta bien, experimentar nuevas maneras de contar una misma historia. Me alegra tu lectura Anna.
Hay horas en las que el tiempo no se define, estas son las que más te sorprenden al vivirlas.
Muchas gracias. Un abrazo grande.