116. DE LA TERRAZA AL SALÓN.
Ni me lo regalaron ni lo encontré abandonado en la calle. A Django lo compré simple y llanamente porque me apetecía. Comenzamos teniendo una relación tímida y formal. Él vivía en la terraza y yo le ponía la comida a un cachorro pastor alemán que conforme iba creciendo asomaba su hocico por la puerta reclamando mi atención. Y así, pezuña a pezuña te fuiste adentrando en mi hogar. Abacoraste el sofá granate donde echabas largas siestas. Dejé de ver programas del corazón a cambio de documentales de animales que con curiosidad observabas. Construí enormes pasillos y pinté las paredes con paisajes realistas para que galoparas por ellos. Comías exquisiteces varias que arruinaban mi bolsillo. Yo me volví adicto a los palitos de carne. Tantos años echándome en cara mi madre lo perro que había sido y a mis cuarenta descubría mi auténtica vocación. Llevábamos una vida de ensueño: dormir, comer, corretear, burlarnos de las gatitas desde el balcón…Te inscribí en el Registro con mi apellido. Ahora éramos más que colegas, hermanos. Pero lo que mayor felicidad me aportaba era apagar la luz y que desde la cama jugueteases con mi pelo mientras yo me quedaba dormido en el suelo.
Hola, Mercedes.
Curiosa la relación entre este hombre y este pastor alemán, y tan intensa que le lleva a darle sus apellidos. El perro se humaniza y el humano se «enperruna», si vale la expresión. Desde luego, esa vida que llevaban es la envidia de cualquiera. Ya me gustaría a mí, sin burlarme de las gatitas, eso sí, sino todo lo contrario. La costura de tu texto es impecable a mi perecer y memorable el final, que no es sorprendente sino la culminación de la peripecia; ese tipo de finales son, para mi gusto, los más difíciles de conseguir. Mi muy enhorabuena por todo ello. Y un beso.
Perdona, Mercedes, quise decir «esa vida que llevan». Y » a mi parecer». No quisiera ejecutarme con la palabra. Vale.
Me alegro mucho de leerte otra vez, Mercedes!!!! Bien regresada!!!
Muchas gracias, Jams. Siempre es un placer volver!
Muchas gracias Martín por tu cuidado y reflexivo comentario. Te has ganado que te acojamos cuando quieras para compartir esta vida de ensueño. Django dice que te cede todas las gatitas. Un saludo!!!
Mercedes, cuentas con detalle como avanza el dueño hacia su natural al lado del animal, ori9ginal forma de decirlo. Suerte y saludos