124. Amo y señor (FUERA DE CONCURSO)
Tire el palo, tire el palo, venga, tire el palo hacia la fuente, no, hacia los arbustos, que hay más sitio para correr. Eso es, coja impulso y… ¡Bravo! Qué bien sienta trotar, sentir el viento agitando mi pelo, pero… ¿dónde demonios está?, no lo veo, ¿¡no será que…!? Lo ha vuelto a hacer, ¡lo tiene en la mano! Vamos, ahora sí, no juegue con mis sentimientos, tire el palo hacía los arbustos y después me callaré. ¡Lo prometo! Llevo esperando este momento desde ayer, tengo las piernas agarrotadas, he pasado todo el día sentado en la oficina. Solo una vez, por favor, solo necesito una buena carrera.
Hola, Asier.
Un relato, a mi modo de ver, alegórico, simbólico el tuyo. El perro no se ve por ningún lado pero está ahí, presente en esa oficina donde el jefe putea al trabajador. Una buena carrera, sí: la de millonario es la que necesita… porque si no… Me gusta tu apuesta. Un abrazote.
Hola Martín,
siempre me ha llamado la atención la necesidad de los perros de perseguir el palo, si podrían correr ellos por su cuenta. Me imagino que es lo mismo que nos pasa a nosotros, que necesitamos estímulos constantemente.
Gracias por pasarte.
Desigualdades ha habido siempre, gente que abusa de su posición sobre otros bajo diferentes formas. Por desgracia, el detalle del amo, el palo y el perro es trasladable a más de una realidad humana, especialmente en el terreno laboral.
Interesante relato, Asier, brillante e intenso en su brevedad.
Un abrazo y suerte
Hola Ángel,
me alegro de que te guste, esta vez me ha salido así, un poco experimental 🙂
Un abrazo!
Con ese amago de lanzar el palo ante la torpe insistencia del protagonista nos haces sentir cosas no demasiado edificantes. Casi vemos la cruel sonrisilla de uno y el rostro ansioso del burlado. Enhorabuena, Asier. Saludos y suerte.
Es curiosos, Jesús, yo también veía esa sonrisilla que mencionas. Me alegro de que se «vea» en el relato.
Muchas gracias por pasarte.
Original forma de traer el tema del mes a esas prácticas de sumisión ante el jefe de turno.
Enhorabuena, Asier.
Gracias, Rafa, lo que se llama coger el tema con pinzas.
Asier, cuentas muy bien lo establecido, las jerarquias…Saludos
Gracias por la lectura, Calamanda. Un abrazo.
Un relato muy curioso, con un perro que no es un perro y un amo que, bueno, todos conocemos a alguno de esos, ¿no?
Me parece de lo más original.
Un abrazo, Sergi.
Gracias, Anna. Y me gusta Sergi como nombre artístico 🙂
Originalísimo tu relato, Asier.
Has mantenido mi atención hasta la sorpresa humana en el desenlace final.
Saludo virtual.
Muchas gracias María Jesús, intento darle un toque original a mis micros. Saludo afectuoso.