14. El escritor y su exquisito asesino (Rubén José)
Martilleaba con los dedos su vieja máquina de escribir como si cada una de sus palabras fuera la última, como si aquello que fuera a escribir fuera la novela que siempre había deseado escribir, la que le encumbraría al salón celestial como escritor; en definitiva a la eternidad.
Escribía sobre un escritor que había malgastado el tiempo escribiendo mediocridad, que tenía el sueño de vivir de ello pero que lo único que había conseguido era soledad y una cirrosis galopante. Sabía que jamás desistiría, al menos hasta que le quedara un vaso lleno de whisky y su querida máquina de escribir.
Cuando el escritor escribió su última página, reflexionó mientras miraba dubitativo al vaso de whisky y pensó si él era el personaje o era el escritor que escribía sobre el otro escritor; lo único que tenía claro es que cada trago que daba a ese vaso de whisky le esclarecía quien sería su asesino.
Hola Rubén, tu relato está muy bien, quizá la figura del escritor frustrado que ahoga sus penas en alcohol sea un estereotipo, pero me gusta que el protagonista acabe viendo el reflejo de sí mismo en su propio personaje y también la conexión que estableces entre el título y el final de la historia. Un saludo y mucha suerte.
Muchas gracias Barceló Martínez por tu comentario. Saludos.
Rubén, en esa nebulosa de alcohol e inspiración, el autor puede ser el asesino del personaje y este el que termine con él. Suerte y saludos
Muchas gracias por tus palabras Calamanda. Saludos.
En un plano se muestra a un escritor escribiendo sobre un personaje pero, en otro plano es el personaje el que se adueña del escritor y, en otro plano más eres tú quien reta al lector a adivinarlo.
Interesante juego que tiene muchos jugadores y al que seguimos jugando…
Me ha gustado, Rubén.
Muchas gracias por tu comentario Manoli; es un placer para mí que te haya gustado. Saludos.