Un hedor insoportable inunda la casa. Sus personajes, cadáveres desde hace tiempo, se descomponen en los cajones. Definitivamente, tendrá que desistir.
Me encantan los relatos que dicen tanto en tan pocas palabras. Cada palabra ha de cumplir su cometido y tú las has juntado con maestría. Felicidades Edita.
Hola, Edita.
Un hiperbreve con mucha sustancia. Mis cajones, como supongo que los de tant@s, apestan a cadáveres literarios imposibles de exhumar. Un texto muy muy guapo. Besos.
El título ya dice mucho. El texto no necesita más extensión para exponer un drama, pues nada desea más un escritor que conseguir que otros ojos le lean, llegar a corazones e inteligencias ajenos, para sentirlos cercanos. Gustar o no, vivir o no de ello, ya es otra cosa. Un relato que viene a ser un aldabonazo contundente que, como una pesadilla, refleja los temores de muchos de nosotros.
Un abrazo grande, Edita. Suerte
😀 Anda, pues no había caído en el juego de palabras, y eso que toda la vida he visto mi nombre en la portada de los libros (“Edita: Alfaguara, Edita: Planeta…”). Todo cuento. 😉 Muchas gracias.
Un planteamiento muy efectivo para una idea interesante y que abordas desde la sugerencia y el trazo fino, pese a lo grueso de su alcance. Muy, muy atinado, enhorabuena.
Un saludo.
Edita, este es un micro muy contundente. Yo, como aficionado, también tengo un cementerio de personajes enterrados en servilletas y papeles sueltos, que se pudren en alguna gaveta, ¿debo desistir? Genial propuesta, suerte.
Saludos.
Seres que anhelan cobrar vida e invadir la imaginación de lectores ávidos de recorrer mundos ajenos. Siempre se puede buscar un universo a los personajes que nos acompañan, darles vida, aunque sea con electroshock, ja, ja, ja. Me ha gustado mucho este nanorelato, Edita, que inunda de aroma nuestras fosas mentales, nos hace identificarnos con ese cosmos literario que no acaba de emerger. Abrazos y mucha suerte.
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Tan conciso como bueno. Me ha encantado. A veces, para no desistir, yo tengo que hacer limpieza y ventilar la casa.
Mucha suerte y un abrazo.
😀 Me acabas de dar una idea: voy a abrir la ventana. Muchas gracias.
Pocas palabras, pero muy sugerentes. Me ha gustado mucho, Edita. Un saludo y suerte.
Me alegro de que te haya gustado. Muchas gracias.
Qué triste eso de pasar de ser escritor a ser enterrador… La derrota y la desazón condensadas en dos oraciones. Muy bueno, EDITA. Me gustó.
Cariños,
Mariángeles
«pasar de ser escritor a ser enterrador…» Muy buen análisis. Muchas gracias.
Me encantan los relatos que dicen tanto en tan pocas palabras. Cada palabra ha de cumplir su cometido y tú las has juntado con maestría. Felicidades Edita.
Me encanta tu comentario. Muchas gracias.
¡Cómo te pasas, camarada! 🙂 Pero me encanta. Muchas gracias
Hola, Edita.
Un hiperbreve con mucha sustancia. Mis cajones, como supongo que los de tant@s, apestan a cadáveres literarios imposibles de exhumar. Un texto muy muy guapo. Besos.
Guapo, tu comentario. Muchas gracias.
El título ya dice mucho. El texto no necesita más extensión para exponer un drama, pues nada desea más un escritor que conseguir que otros ojos le lean, llegar a corazones e inteligencias ajenos, para sentirlos cercanos. Gustar o no, vivir o no de ello, ya es otra cosa. Un relato que viene a ser un aldabonazo contundente que, como una pesadilla, refleja los temores de muchos de nosotros.
Un abrazo grande, Edita. Suerte
Muchas gracias por tu elaborado comentario, como siempre.
¿Quién no guarda algún cadáver en el cajón? Muy bueno, Edita, me encanta. Suerte.
Muy amable, muchas gracias.
Hola Edita, corto y contundente, muy bueno, mis felicitaciones. Suerte que tu no eres inédita (que mal chiste).
Saludos!!!
😀 Anda, pues no había caído en el juego de palabras, y eso que toda la vida he visto mi nombre en la portada de los libros (“Edita: Alfaguara, Edita: Planeta…”). Todo cuento. 😉 Muchas gracias.
Uyssss que no nos pase nunca. Lo bueno si breve, dos veces bueno. Me parece genial. Enhorabuena Edita. Feliz tarde.
Genial sí que es tu comentario. Muchas gracias.
Edita, dices bien, y el ordenador tambien debemos fumigarlo de vez en cuando. Suerte y saludos
🙂 Muchas gracias.
Un planteamiento muy efectivo para una idea interesante y que abordas desde la sugerencia y el trazo fino, pese a lo grueso de su alcance. Muy, muy atinado, enhorabuena.
Un saludo.
¡Qué comentario más exquisito! Muchas gracias.
Edita, este es un micro muy contundente. Yo, como aficionado, también tengo un cementerio de personajes enterrados en servilletas y papeles sueltos, que se pudren en alguna gaveta, ¿debo desistir? Genial propuesta, suerte.
Saludos.
No soy la mejor opción para aconsejarte si debes desistir, yo estoy a punto de hacerlo. 😀 Muchas gracias.
Seres que anhelan cobrar vida e invadir la imaginación de lectores ávidos de recorrer mundos ajenos. Siempre se puede buscar un universo a los personajes que nos acompañan, darles vida, aunque sea con electroshock, ja, ja, ja. Me ha gustado mucho este nanorelato, Edita, que inunda de aroma nuestras fosas mentales, nos hace identificarnos con ese cosmos literario que no acaba de emerger. Abrazos y mucha suerte.
“inunda de aroma nuestras fosas mentales”, otra frase para agregar al montón de las impresionantes a las que nos tienes acostumbrados. Muchas gracias.
Genial.
¡Oooooh! Muchas gracias.
Uf, Edita, qué bueeeeeno.
No me extraña que se pudran, si llevan tanto tiempo encerrados.
Felicidades, guapa.
Un abrazo de los gigantes.
¡Qué bien! Muchas gracias.
No lo había leído hasta ahora.
Me encanta. Muchas felicidades.
Y yo he tardado más en leer tu comentario, que me encanta. Muchas gracias.
Enhorabuena, Edita.
Ya te dije que era bueeeeeeeno, buenísimo.
Me alegro mucho de que el jurado lo haya elegido.
Besos y felicidades.