DIC76. VACACIONES ENDIABLADAS, de Ángeles Sánchez Gandarillas
Mefis odiaba las fiestas de Navidad; no comprendía porqué desde el 24 de diciembre hasta el 7 de enero, todo se teñía con un halo de bondad. Incluso, firmaban treguas en algunas guerras, menguaba la delincuencia y los enfados familiares, etc.; aumentaba ese regocijo el disfrute de vacaciones. Mefis tomaba vacaciones obligadas y las maldecía.
Tampoco soportaba el frío pues trabajaba en la zona norte; eso le endemoniaba. Por esa razón tenía cursada una solicitud, previendo obtener buenos resultados en esta temporada, para mudarse al caldeado sur aunque se achicharrase en los desiertos.
Esperaba ansioso que sonaran las “benditas” doce campanadas del 31 de diciembre, serían unas pocas horas de actividad hasta el medio día del 1 de enero. A Mefis no le importaría trabajar a destajo. Saldrían a la calle millones de personas. Muchas de ellas beberían y serían el caldo de cultivo de peleas, infidelidades, robos, gamberradas, asesinatos, etc., gracias a eso, facturaría al infierno gran cantidad de almas pervertidas. Sí, sería un éxito.
Llevaba mucho tiempo preparándose a conciencia para desbancar a Samyaza, al que llamaba despectivamente “ángel caído venido a menos”, para que por fin, él, Mefistófeles, lograra sentarse a la izquierda de Satanás.
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Me parecía que el infierno no existía, pero creo que si, este Mefistófeles se saldrá con la suya. ¡ay! lo que hace el ansia de poder.
Es que estar mano sobre mano, pues no, ¡hay que currar! Aunque yo creo que en los ambientes gélidos también se caldean los ánimos. El detonante es muchas veces juntar a las familias.
Un abrazo.
Yo creo que los diablos no se cojen fiesta en Navidad, solo hay que ver el mal rollo en algunas familias je,je
Un relato original, Ángeles.
Suerte, y Feliz Navidad.
Muy bonito Lines,original y bien desarrollado, solo que se nos hace un poco corto!Pero lo bueno,si breve… mucha mierda! Los cámbaros.
Buen relato, veo con sorpresa que no soy el único al que le ha dado por mentar al maligno en su historia. Estoy por cierto totalmente de acuerdo con Mefi, lo de las treguas navideñas en las guerras me parece una informalidad.
Jeje, cómo vas dejando pista para este relato endiablado. Es en la segunda lectura donde ves que no hay engaño. Simpático cuento. Venga, suerte.
Lines, que bonito cuento, me encanta lo de cursar solicitud de traslado, hasta en el infierno hay clases!!!. Es divertido, cuenta grandes verdades, aunque a veces las grandes peleas familiares vienen justo en estas fechas (una amiga mía siempre dice ¿cómo pasas las fiestas: bien O en familia?) y sí el desmadre de Nochevieja con su horas extra … muy divertido.