76. HALLAZGO DE CARTA CENTENARIA (Isidro Moreno)
Estimado señor:
En respuesta a su atenta misiva recibida en fechas pasadas, permítame felicitarle por su gran inventiva.
Le quedo muy agradecido por la admiración que dice profesarme y por sus diversas aportaciones de ideas para mis novelas, pero he de manifestarle que no soy un loco inventor imaginativo sino escritor de ciencia ficción.
Resulta divertida, pero no es creíble su idea de un teléfono sin cable, con pantalla para ver imágenes reales en color, poder establecer comunicaciones remotas con desconocidas fuentes, acceder a información de grandes bibliotecas, archivos y procesar datos en tan sólo unos segundos.
Lamento decirle que, de sus argumentos, lo único verosímil, es su propia historia como viajero en el tiempo.
Atentamente le saluda, Julio Verne.
Fdo.: Jules Verne
Que la realidad supera a la ficción no es sólo una frase hecha. Hasta el mismísimo Julio Verne, que a imaginación no le ganaba nadie, que fue capaz de predecir inventos como el fax, el submarino o anticipar los viajes por el espacio, trata de fantasioso al autor de la carta que ha recibido. Ni siquiera él fue capaz de intuir ese mundo digital del que le hablan, ni la posibilidad de un ordenador, hasta el punto de que le resulta más creíble la posibilidad de un viaje en el tiempo. La verdad, le entendemos. Hasta hace pocos años nadie hubiera imaginado que los teléfonos móviles iban a ser instrumentos inseparables y cotidianos, casi una parte de nosotros.
El género epistolar es un recurso literario valioso, y esta carta es muy interesante y un buen e imaginativo homenaje a uno de los grandes, como este abrazo, amigo Isidro, también de los grandes, que gustoso te envío vía fax, submarina o como corresponda.
Suerte
Amigo Ángel: Tanto «lo has clavado» que no puedo añadir nada más que mi gratitud por tu magnífico comentario y también aprovechar para enviarte, como siempre, dos abrazacos.
Si no hubiese sido porque le aceptó lo de los viajes en el tiempo, sin duda hubiera dicho «Qué poca visión la de Monsieur Verne», pero bueno, al menos algo de crédito le dio al remitente de la carta, jaja.
Me encantan los textos epistolares, y este micro tuyo, ISIDRO, no ha sido la excepción.
Fue un gusto leerte.
Cariños,
Mariángeles
Recuerdo a principios de los 70 que, en Tv había una serie titulada «La fuga de Logan». Era futurista y (casi lógicamente) de ciencia ficción, pero a mí me resultaba increíble el uso de unos teléfonos sin cable. «No me cabía en la cabeza» esa posibilidad, cuando todavía, al levantar el teléfono de casa te salía una operadora que era quien realizaba la conexión con el interlocutor.
En fin, «Vivir para ver»
Mil gracias por leer y comentar, Mariángeles.
Un abrazo.
Isidro, a veces la realidad supera la ficción. Me ha gustado mucho tu texto, que guardaba un secreto centenario.
Un abrazo
Amiga Blanca, me alegro que te guste. Es lo que pretendo, pues ganar, con escritores y escritoras como tú, lo tengo crudo.
Un fuerte abrazo.
Tiene mucha ciencia tu ficción.
Un saludo, Isidro
Muchas gracias Margaret por leer y comentar.
Un abrazo, amiga.
Hola. Qué casualidad, me estuve interesando por la vida de Verne no hace mucho tiempo.
¿Ciencia ficción? Pues… no sé yo, hay quien piensa que eso sería discutible cuando sus ‘predicciones’ siempre se basaba en hechos científicos, aunque a veces sí que parece un moderno Nostradamus.
Incluso dicen que llegó a describir tan bien el motor de combustión (inventado bastantes años más tarde) que sólo le faltó hacer los planos.
Y hay un libro que quedó inédito (se negaron a publicárselo) donde hablaba de… por favor, ¿os importaría leer este articulito? Lo explican mucho mejor y más brevemente que yo:
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/dragolandia/2013/11/10/el-siglo-xxi-descrito-en-el-siglo-xix.html
Por cierto que acaban de descubrir una caja enterrada por Verne y dicen que quizás podría haber más textos inéditos. Lo vi ayer mismo en el telediario de la noche.
Suerte con el relato, me ha encantado ver a Verne por aquí ya que mucha gente piensa que es literatura juvenil, de aventuras o de ciencia-ficción pero yo creo que su mérito fue enorme. Y aún lo sigue siendo (a saber qué habrá en esa caja recién recuperada…)
Muy interesante tu aportación y el vínculo que anexas. Es un tema que da qué pensar y también puede ser germen de nuevos relatos, tesis y teorías varias.
Muchísimas gracias por tu comentario.
Un fuerte abrazo, J. Ignacio.
De Verne solo recuerdo haber leído Veinte mil leguas de viaje submarino. Como a muchos, el resto de sus obras las conozco gracias a sus múltiples adaptaciones televisivas y cinematográficas. Lástima que ya de mayores no nos apetezca perdernos en textos que algunos, en otros tiempos, consideraban juveniles. Me da que don Jules se merece una revisión. Habrá que ponerse. Suerte y saludos, Isidro.
Es cierto que la lectura de Verne siempre se ha asociado y recomendado a los jóvenes. Efectivamente, yo también lo leía con 9 a 14 años, pero siempre he sentido gran admiración por él.
Muchas gracias, Jesús, por pasearte por aquí y comentar.
Un fuerte abrazo.
Tu texto me lleva a mis años de niño cuando Julio me maravillaba con sus relatos, hoy creo que volveré a buscarlos y sentirme alucinado por ellos. Excelente manera de homenajear a un grande.
Un abrazo y suerte.
Buena idea la de releer algunos textos. A mi también me gustaría, pero hay tanto pendiente de leer, que necesitaría al menos siete vidas, pero no soy gato.
Muchas gracias, amigo por leer y comentar.
Un abrazo.
Hola, Isidro.
Solo el que hayas hecho mención a un escritor de la talla de Verne, ya es suficiente para mí, el hecho de que hayas escogido una carta como testimonio que nos hace «viajar» hasta él, aunque sea en la ficción, es también un acierto. Si encima consideras su forma de trabajar, las predicciones e hipótesis que barajaba pues no me resta más que felicitarte. En lo que estoy un poco en desacuerdo es con el argumento, pues se comenta que en su novela «París en el siglo XXI» creo que inédita en la época en que vivió, postula una ciudad dominada por las telecomunicaciones en las que una «pantalla» da acceso a una suerte de información y biblioteca universal. O sea que no se le escapó nada…
La escultura que hizo tallar para su tumba, de un hombre alzándose del sepulcro, no tiene tampoco desperdicio.
Coincido en lo que han comentado otros compañeros en que a Julio Verne suele etiquetársele como escritor juvenil o de aventuras, cuando su obra es digna de un estudio mucho más detallado.
Encantada de leerte. Un saludo.
Me agrada tu comentario, pues me refuerza la teoría de la «Carta Centenaria». De hecho, su novela «París siglo XX» estuvo oculta hasta 1989 y no fue publicada hasta 1994. Creo que Verne no se atrevió con determinadas teorías futuristas, temiendo la posibilidad de desprestigiarse con ideas demasiado estrambóticas para la época y sus gentes.
Además, quizá por insano orgullo, no quiso admitir las sugerencias epistolares del viajero en el tiempo, pero no las olvidó, sino que las escribió y las escondió.
Jejeje, es broma, pues es sólo una imaginativa especulación mía.
Mil gracias por tu ilustrativo comentario.
Un abrazo, Manoli.
Isidro, que buena e imaginativa tu historia. Suerte y saludos