DIC58-B. DESASOSIEGO, de Javier Palanca
Como nadie que haya vivido algo similar entenderá, yo de niño no podía dormir tranquilo. Cuando ya estaba en la cama, percibía que se acomodaban bajo la mesa del comedor unos seres, un tanto enanos, que me provocaban lo que ahora sé que es el desasosiego y la ansiedad.
Harto, “marre” que diría un francés, decidí pedir ayuda. Pero no a mis padres, sino a los Reyes Magos. Les dejé una nota en la que les decía: “No necesito regalos, simplemente llevaros esos enanos de debajo de la mesa”.
Tras la noche más inquieta que puedo recordar, me levanté a corre prisas para ver el resultado. Encontré una nota que decía: “Nos llevamos los enanos y te dejamos los regalos”.
Las noches se convirtieron en una felicidad de algodón y espuma.
Pero un maldito día, descubrí que los Reyes eran los padres, y me salió muy caro: Los psiquiatras tienen su minuta.
Me he divertido un montón, pobre niño entre los enanos, reyes que no son tales y padres que se llevan a los enanos lo mejor era ir al psiquiatra sin ninguna duda. Me ha encantado. Enhorabuena. Nuria.
Me alegro de que te gustara e incluso divirtiera. Aunque la historia sea ficticia está basada en hechos reales. Tanto los enanos como los psiquiatras han estado ahí.
Saludos, Javier
Ambas razones son un verdadero desasosiego.
Verdaderamente lo fue. Tanto que no lo he olvidado.
Abrazos
Gracias, Ana, por este acertado comentario. Creo que mis padres nunca supieron nada.
Abrazos, Javier
Agradezco este personal comentario que me haces.
En esta sociedad pocos se libran en un momento u otro.
Abrazos, Javier.
Uff, para mentes enfermas efectivamente puede ser traumático el engaño de los reyes. Relato triste y diferente a lo leído. Venga, suerte
Lo peor es que si los reyes no se habían llevado los enanos…..
Saludos
Siempre me han gustado los relatos que combinan el humor con la tristeza, como el tuyo, Javier. Muy buena la idea de los enanos.
Felices Fiestas.
Gracias, los enanos están en el recuerdo.
Abrazos
Hola Javier. Es uno de esos cuentos que dicen más de lo que se expresa realmente en ellos, mezcla sufrimiento e ironía, je je, yo también suelo hacerlo. Que cierto es que los placebos existen y que aceptamos soluciones mágicas antes que enfrentarns a la realidad. El título muy bueno, tanto para el relato en sí, como la sensación que deja al leerlo. Hay una cosa que me suena rara al leerla, es el nadie con que se arranca la historia, un alquien no quedaría mejor?. Felices fiestas.
Te agradezco el comentario. Creo que pudo quedar mejor el principio como tu lo dices. Yo lo puse como queriendo decir que»ninguna persona que». Tal vez tu propuesta involucra más al lector, y no es poca cosa.
Abrazos y felices fiestas.
Felicidades por la MENCIÓN. Un final durillo.