DIC58. DESVELANDO EL MISTERIO, de Pablo de la Rúa
Con el paso de los años fui atando cabos. Los susurros de mamá al oído de papá. Las miradas de complicidad entre ellos delante de algún escaparate. Las llamadas de teléfono a los abuelos mientras suponían que dormíamos para hacer el reparto. Las extrañas escapadas de papá a medianoche. La negativa de mamá a subir al trastero. Las preguntas de la abuela con la revista entre las manos. O las constantes visitas al centro comercial.
Por eso, el día que llegó mi amigo Javier como si llevara un tesoro bajo la lengua y me lo confesó, ya estaba preparada. Por su cara, él no tanto, cuando le contesté con una risita: «Tú y yo lo seremos pronto«.
¡Muy Bueno! Juan H.
Hola Juan, me alegro que te haya gustado. Un saludo.
Ah, qué sorpresa me llevé al final. Me gustó tu relato, espero que tengas mucha suerte Juan.
Hola Yashira, muchas gracias por tu comentario, pero no es de Juan, es mío, 🙂 Un saludo.
¿Y,…la consigna de esta convocatoria?Héctor
Hola Héctor, ¿a qué te refieres?
Jeje… Muy bueno, yo de niño nunca lo lo habría mirado desde esa perspectiva, claro que las niñas son mucho más listas…
Enhorabuena y suerte.
Hola Juancho, sí la verdad es que la magia de la literatura es poder abarcar tantos puntos de vista como posibilidades tiene nuestra imaginación.
Me alegro que te haya gustado. Un saludo.
Hola Ana, me alegro que te haya gustado. Un saludo.
Lo he leído un par de veces y aún no se si el final lo interpreto como el autor ha querido expresar, sea como fuere desatando mi imaginación me gusta como acaba.
Pues lo cierto es que el final tiene varias interpretaciones, eso es cierto. Escoge la que más te guste. Un saludo.
Hasta «preparada» no se sabe si el narrador es niño o niña. Bruja (jeje) pensando ya en casarse. No, en serio, tierno relato. Venga, que tengas suerte
Jejeje, m ehas hecho sonreir.
Suerte y besicos muchos.