100. MIRADAS DEL DESTINO
Recientemente siento lo que escribo porque lo hago en su seno, rodeado de pieles a rayas, escuchando rugidos del hambriento rey, de golpes en el pecho con plata en sus duras espaldas, como las que portan a bebes que pronto correrán en busca de un destino.
Polvo seco, tierra húmeda, manto verde, contrastes; ciudades creciendo vertiginosamente en medio del caos, guerras que no cicatrizan, contrastes.
Un continente tan dispar pero que corre más que nunca también en busca de su destino, que parece escrito y repetirse en cada historia. Historias todas llenas de contrastes, como las que llevo sintiendo los años que vivo en su seno.
Hoy casi los toqué, nos miramos a los ojos y en los suyos vi probablemente lo que él vio en los míos. Me habían advertido que no lo hiciera, pero no pude evitarlo. Su mirada me ha quedado grabada en mi retina y en ella adiviné su destino, que muy probablemente también sea como el mío. Ambos vamos abocados al abismo.
Y aquí me quedaré algún tiempo más, buscando juntos nuestros destinos, llenos de contrastes, por lo menos.
Para los que no lo conocemos África, desde niños, siempre nos ha parecido un paraíso. Nos da la impresión de que dispone de recursos suficientes para que, bien administrados, pudieran llevar la prosperidad a sus habitantes. Pero, como en tantos ámbitos de la vida, unos cuantos se aprovechan de lo que debería ser de todos. Y no parece haber forma de evitar esa caída permanente en el abismo. Suerte y saludos, Antonio.
Mucha razón llevas en tus palabras Jesús, lamentablemente. Saludos desde África y gracias por tu comentario, Antonio.
Antonio, es cierto. africa es pais de contrastes, lo cuentas muy bien en una historia llena de ritmo. Suerte y saludos
Gracias Calamanda por tu comentario, viniendo de ti más todavía, tus relatos siempre me encantan. Saludos desde África, Antonio.