112. Aquí de nuevo
Hoy vuelvo a la construcción. Hoy vuelvo a ensuciarme las manos tras años de ausencia. No me preguntéis el por qué de esta vuelta, porque tampoco sé el motivo de la ida.
Hoy me siento capaz de levantarme, de no quejarme y de comprometerme a terminar lo que empiezo, no sé a qué viene eso de tanto medio cuento.
¿De qué sirve una canción sin final? O ¿Dejar una historia sin contar? ¿No os ha pasado nunca empezar a contarle una historia a tu pareja o a un amigo y que en medio de toda la emoción te diga “Sí, pero sigue, cuéntame más…” Y tú le digas «No, es que no hay más»?
Me ha pasado. Escuchar una y otra vez ese “¿Por qué? Ahora me vas a dejar con toda la intriga».
Tienen razón, ¿Por qué crear un mundo lleno de vida para luego mandarla al destierro?
Hoy me comprometo, con estas primeras letras a no escribir para entregar mis letras a una pira de fuego. El fuego arrasa con todo, incluso con tu creatividad. Intentaré apagarlo párrafo tras párrafo, antes de que éste me apague a mí.
Érase una vez…
Alberto, adelante, la motivación es más importante que todo lo demás. Suerte y saludos
Creo advertir que te aplicas el cuento tras más de dos años de ausencia. Esperemos que tardes mucho más en escribir el «este cuento se ha acabado». Suerte, Alberto. Un saludo.