114. Emily
Oculto entre la niebla, etéreo y espectral, se perfila el contorno rocoso de los páramos. Siempre su refugio. Perfecto escondite para la niña huraña y en exceso sensible que alguna vez fue. Consuelo ahora para el imposible anhelo de libertad de una joven que, a fuerza de soledad, conoce como nadie los tormentos y recovecos del alma humana. Atrapada en la poesía del paisaje, su corazón sangra lejos de allí. Y allí, entre nieves y ventiscas inclementes, esta mujer rebelde y solitaria, cautivada por los versos de Lord Byron y Walter Scott, rara al decir de sus vecinos y objeto de miradas compasivas por haber quebrado un día la senda ancestral que marcaba su destino, sueña otros mundos, inventa amores transgresores e infernales, pasiones turbulentas, delirios que jamás conocerá. A lo lejos, mientras tanto, la tormenta se cierne amenazante sobre unas cumbres heladas, románticas, abruptas, fantasmales y eternamente borrascosas.
Marta, bello homenaje y muy bien ambientado el entorno y el paisaje. Suerte y saludos
Muchísimas gracias. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Qué mejor que la imaginación para escapar de una vida dura y, en demasiadas ocasiones, cruel, como la que tuvieron que soportar muchas mujeres de su época. Bello recuerdo a una obra y a una autora no apreciada en su momento. Creo recoradar que, como tantas otras, tuvo que editarla usando un nombre masculino. Lamentable. Enhorabuena y suerte, Marta. Saludos.
Muchas gracias Jesús. Una época triste para las mujeres pero al fin el tiempo hizo justicia. Me alegro mucho de que te haya gustado.
No se necesita saber el apellido de esa mujer sufrida, valiente, sensible y soñadora, ni tampoco el de sus hermanas Charlotte y Anne, para saber de qué persona y qué libro trata esta historia. Su recuerdo perdura, aún hoy, en el contorno rocoso de los páramos y en esas cumbres eternamente borrascosas.
Felicitaciones, MARTA, por tu excelente micro,y muchísimas gracias por traerme a la memoria mis épocas de estudiante del profesorado de inglés.
Cariños,
Mariángles
Muchas gracias a ti por tu comentario. Imborrable su recuerdo y su obra. Me alegro mucho de que te haya gustado.
Mariángeles 🙂