03. Y, al fin, voló (Jesús Garabato)
¿Por qué dudabas? ¿Ves cómo desde lo alto de esta muralla todo parece diferente, a pesar de la oscuridad? Sé que, muchas veces, deseaste tener la fuerza de Hulk y que soñabas con desaparecer, como el Hombre invisible. Pero lo que más te hubiera gustado sería conseguir los poderes de Superman. Y volar. Si así fuera, cogerías de nuevo tu bici y remontarías, incansable, hacia aquellas nubes que ahora se apartan, dejando paso al amanecer. Allí, ya erguido y protegido del mundo, nadie se atrevería a insultarte ni a pegarte, como hacen cada día. Por qué a mí, te preguntabas, si solo quiero ser libre. Ser libre y que mis ojos sigan aunque paren mis pies, pensabas. Ser libre, Jokin… Y volar.
Terrible historia y muy actual, por desgracia, Jesús. Muchos recordamos a ese niño, Jokin, por aparecer la noticia en todas las televisiones. Me gusta que traigas el tema del acoso escolar a este espacio porque no debemos cerrar los ojos a lo que está sucediendo a nuestro alrededor, por duro que nos resulte. Además, lo has tratado con la fina sensibilidad que te caracteriza.
¡Enhorabuena!. Besos.
Muchas gracias por tu comentario, María José. Además, los que sufren se merecen, al menos, un recuerdo. Besos.
Hola, Jesús.
Un texto denuncia, me encantan. Has contado indirectamente, lo que resulta muy difícil, pero dando pistas para que tengamos claro de qué va la historia; y va de ese monstruo que tan fuerte pisa y se ha dado en denominar acoso escolar. Un tema tan de hoy, por desgracia, como de ayer. Recuerdo hacérmelo en los pantalones hasta que empecé a hacer gimnasia y a ponerme fuerte y a disuadir con la mera presencia. Es verdad es que estaba cuadrao. Un poetilla con músculo fiero. Y los profes mirando para otro lado. Ni siquiera hacían de árbitros en los combates. Y todo porque me gustaba escribir y dibujar más que darle a la pelota de cuero. El ritmo del relato es impecable y no necesitaba más texto. La sensibilidad del chaval queda perfectamente retratada. Su solo nombre lo dice todo. Chapeau. Un abrazo muy grande.
Muchas gracias por el comentario, Eduardo. Como dices, esas situaciones siempre se han producido, pero parece que, ahora, alcanzan unos niveles de crueldad exageradas, a pesar de que, aparentemente, hay más control sobre los chavales. Saludos.
Poco puede un muchacho contra la fuerza de un acoso que no puede obviar, consentido con la indiferencia de quien debiera ponerle freno. Soportar algo así ha de ser tremendo hasta para un superhéroe, en el caso en el que existieran. Que alguien tome una decisión así, que no vea más solución que terminar con todo de un plumazo, es tan triste que hace perder toda esperanza en el ser humano, al que se le supone superior, capaz de compadecerse y no ensañarse sin motivo con quien considera más débil.
Identificamos volar con una sensación de libertad; en este caso, no ha perdido un sentido de liberación, pero el más triste posible.
Un abrazo, Jesús. Suerte
Muchas gracias, Ángel. Jokin Ceberio creo que fue el primer chaval que se suicidó debido al acoso escolar. Tras un año de sufrimiento, un amanecer decidió tirase desde las murallas de Hondarribia. Otros han seguido el mismo camino, señal de que no se ha avanzado nada, lamentablemente. Saludos.
Una lacra que nos tiene que hacer reflexionar a la vez que maldecirnos como sociedad. Cuando un niño anhela superpoderes solo para defenderse del acoso es que algo está fallando, y mucho. Jesús, has conseguido un relato durísimo y a la vez con un halo de ternura. Buenísimo. Abrazos y suerte.
Muchas gracias, Salvador. Es lo que pretendía, dentro de mis posibilidades literarias, hacer pensar, pero con algo de «sensibilidad». Saludos.
Tremendo caso el que nos traes, Jesús. Lo malo es que al parecer todo ha quedado en el pago de una indemnización por parte de los padres de los acosadores. El centro y los profesores fueron absueltos, aunque no hicieron nada mientras duró el acoso para evitarlo. Es inimaginable lo que tuvo que sufir el pobre chaval. Has reflejado muy bien el ansia de liberación que debió de sentir para acabar con el infierno que vivía. Un micro que deja huella. Felicidades, Jesús. Saludos y suerte.
Yo recordaba vagamente el caso, por lo que tuve que informarme un poco con la ayuda de internet. Parece terrible lo que tuvo que sufrir Jokin, pero también Carla, Aránzazu y muchos otros. Conviene no olvidarlo. Muchas gracias por dejarme tu comentario, Juana. Saludos.
Jesus, una historia tremenda la que refieres. El acoso siempre ha sido un problema muy serio, pero con la aparición de las nuevas tecnologías y las redes sociales, ha adquirido nuevas dimensiones. Triste, pero necesario relato el tuyo, que ayuda todo el mundo a tomar conciencia de ello. Un abrazo y mucha suerte.
Muchas gracias por comentar, Ángel. Aunque no tengo hijos, este tipo de agravios, aprovechándose del, ya de por sí, débil por parte del fortalecido por esa debilidad y por su integración en la masa, me altera y me aterra. Leer lo que tuvo que sufrir Jokin, un chaval sensible, acongoja. Y esas palabras que dejó escritas: Libre, oh, libre. Mis ojos seguirán aunque paren mis pies. Saludos.
Por desgracia, este es un tema de actualidad desde que el mundo es mundo, aunque sea ahora cuando sale en TV a raíz de hechos como los que describes, tan magistralmente como siempre.
1 abrazo!!
Muchas gracias, J. Ignacio. Y, lamentablemente, no tiene pinta de poder erradicarse por muy buenas palabras que se digan cuando se produce otro caso. Saludos.
Esas murallas desde las que Jokin realizó su vuelo sin retorno, están muy cerca de donde vivo, así que tu relato no solo me estremece por lo narrado, sino por la proximidad física de lo acontecido. El aire de ensoñación con el que has dotado al relato, le presta un halo de irrealidad que le hace un palpitar más si cabe. Emotivo recuerdo y justa denuncia también. Saludos, Jesús.
Yo recordaba vagamente lo sucedido, pero al leer los detalles para documentarme un poco, se me cayó al alma a los pies. Y pensar que la muerte de un inocente no haya servido para nada… Solo unas lágrimas los primero días, buenas palabras y poco más. Lamentable. Muchas gracias por comentar, Manuel. Un saludo.
Jesús, justa denuncia. Bien contado. Suerte y saludos
Siempre atenta, Calamanda. Muchas gracias por leer y dejarme tu comentario. Un saludo.
Madre mía, Jesus, lo cuentas muy bien, muy bonito. Recordar a Jokin, aquel muro, Hodarribia…
Me ha gustado.
Abrazos.
Muchas gracias por comentar. Me alegra que te haya gustado, a pesar de lo triste del tema. Un saludo, Inés.
Tremendo relato Jesús, de hecho desconocía lo ocurrido por vivir al otro lado del charco, pero eriza la piel solo imaginar que un niño prefiera esa libertad.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias, Moli. Jokin se suicidó en 2004. Fue el primer caso de acoso que llegó a los medios, por su lamentable final. Tristemente, otros niños han seguido ese camino. Señal de que este problema tiene muy difícil solución. Un saludo desde Galicia.
Un relato dramático y, lamentablemente, real. Pero lo has contado muy bien, con mucha sensibilidad. Opino que La Educación, la buena, la que se implica es la herramienta para evitar que los casos de acoso sean noticia. Muy bueno el texto. Suerte y saludos.
Muchas gracias, María José, por tu lectura y comentario. Ojalá que esa Educación consiguiera erradicar el acoso. Un saludo.
Hola Jesús, y enhorabuena por este relato denuncia de una situación a la que nuestra sociedad no es capaz de poner freno. Tú, en este caso, ya has puesto tu granito de arena. Ojalá que ningún otro ser humano tenga que anticipar su final, a causa del sufrimiento que le provoca un semejante.
Un abrazo muy fuerte. A ver si nos vemos pronto.
Ton.
Ojalá, Ton, pero me temo que, lamentablemente, la naturaleza humana está teñida de otras razones. Muchas gracias por leerme y dejarme tu amable comentario. Saludos.
Hola de nuevo, Jesús. Acabo de contestar al comentario que has hecho sobre mi texto. Yo también te deseo mucha suerte. El tema que tratas es delicado, actual y ,por desgracia, cada vez más frecuente. Lo haces de una forma muy tierna. Rezumas sentimiento, bondad, algo que me encanta que transmitan los relatos. Y si dejo escapar una lagrimilla ya es que me ha calado hondo, hondo… No te digo más. Suerte amigo. Saludos.
Muchas gracias por acercarte a mi texto y comentar, María José. Bienvenida a ENTC y saludos.
Hola, Jesús.
Un micro-denuncia que me ha producido escalofríos.
Muy bien creada esa atmósfera de sueños inalcanzados. Y llevada con exquisita ternura.
Mucha suerte, amiguito, y unos abrazos.
Muchas gracias, Towanda, por tus palabras. Los que injustamente han sufrido merecen que los recordemos y que aprendamos de ese sufrimiento. Un saludo.
Lo que con el título prometía ser una historia feliz… Pero es imposible volar con tanto peso sobre las alas.
No siempre podemos escribir sobre lo que nos gustaría.
Un cordial saludo, Jesús
Ojalá que nadie tuviera que tratar de alcanzar su felicidad de ese modo. Muchas gracias por leer y comentar, Margarita. Saludos.
Jesús nos traes una historia que tristemente es muy actual. Un relato denuncia para contar la historia del joven Jokin. Ojalá sirva para parar el acoso escolar y así que ningún niño sufra esa atrocidad.
Muy bien contado, Jesús.
Un beso.
Malu.
Y tan actual; buscando documentación en google para el relato he comprobado que demasiados niños no han visto otra forma de liberación que la de dejarse ir. La solución parece difícil. Da la impresión de que muchos han nacido para poner trabas al «débil». Muchas gracias por dejarme tus palabras, Malu. saludos.
La violencia lo llena todo, en el deporte, los padres y sobre todo los jóvenes. No saben jugar a nada más que lo que ven en películas y videojuegos. Triste futuro el de la humanidad, como sigamos así.
Buena denuncia.
Un abrazo.
Yo soy de la misma opinión. Y lo malo es que las cosas no parecer tener arreglo por más que cuando sucede algún caso llamativo todos son buenas intenciones. Gracias por leer y dejarme tu comentario, Alejandro. Un saludo.
Jesús, tremendo relato y precioso homenaje a Jokin. Por desgracia seguimos con el mismo problema sin erradicarse de los colegios. Tiene que ser muy duro.
Muy buen relato contado estupendamente.
Un saludo
Estoy de acuerdo con lo que dices sobre la dificutad de erradicar estos agravios. Me alegra que te haya gustado el relato. Gracias y un saludo, Blanca.
Me alegra que nos hayas recordado esta infancia rota porque es necesario tenerlo siempre presente. Nos llevas de la mano por un recorrido de superhéroes hasta que se va dibujando la tragedia en el horizonte. Muy buen relato, Jesús, y necesario. Gracias por compartirlo y mucha suerte y besos.
Muchas gracias por tu visita y comentario, Belén. Saludos.
Jesús, al leer tu relato veo que en esta ocasión hemos coincidido en algo, hemos querido recordar a personas que un día fueron noticia por algo trágico que nunca debió suceder, y que, más allá de aquellos minutos de televisión y recortes de periódico que les mencionaban, merecen permanecer en el recuerdo colectivo. Tu relato resulta balsámico, encubre de ternura una historia desgarradora, y quizás por ese contraste se clava como un puñal en la conciencia. Fantástico, Jesús, mi más sincera felicitación.
Un abrazo.
Con tu maravilloso relato me pasó eso, debería recordar la noticia, pero todo pasa tan rápido y nuevas cosas solapan las anteriores que por mucha buena intención que pongamos… Gracias por leerme y comentar, Antonio. Un saludo.
Muchas gracias, Juan, por pasarte a leerme. Saludos.
Algo esta fallando en nuestra sociedad y no se qué es. A veces pienso que la sobreproteccion convierte a los críos en personas sin recursos para adaptarse al mundo, a veces tan cruel.
A eso se añade una falta tremenda de valores, agitamos el mundo y el cóctel de desolación está servido.
Muy bueno Jesús, Feliz noche.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. Y lo peor es que no parece tener arreglo nada de eso. Muchas gracias pòr leerme y comentar, Mercedes. Saludos.
Muy bueno el relato. Con firmeza denuncias esa triste realidad.
Un abrazo fuerte.
Muchas gracias, María. Me alegra que, aun en su tristeza, te haya gustado el relato. Un saludo.
Jesús, muy bien recreada aquella terrible situación de acoso, de violencia, de injusticia…
Cómo una horrible historia se puede manejar de forma tan atrayente.
¡Un abrazo y mucha suerte!
Muchas gracias por leerme y, también, por dejarme tu comentario. Saludos, Amparo.
Aunque me gusta el texto sigo buscando siempre una respuesta al qué me quiere contar, me olvido que el microrrelato es esto, alusión y elipsis. Lo cual da pie a la interpretación del lector. Aquí sospecho que estamos ante un caso de acoso juvenil con resultado de muerte. Supongo que Jokin es la clave, el nombre de algún superhéroe que desconozco. Lo localizo y claro, ya el relato cobra sentido. Triste historia, triste realidad.
Muchas gracias, Javier, por tu lectura y comentario, anhelados siempre por los que por aquí recalamos. Saludos.
Jesús… has recreado muy bien un tema que lamentablemente aún hoy en día sigue siendo muy duro, no hay superhéroe que pueda con ello.
Me ha gustado mucho, sí señor!
Un abrazo
Marta
Muchas gracias por pasarte por aquí y dejarme tus amables palabras. Un saludo, Marta.
Dejo unas palabras, al pie de tu relato, con imperdonable retraso.
Con aparente sencillez y gran sensibilidad, abordas un tema muy, muy delicado. ¡Qué dura es la vida, a veces! ¡Qué dura hacen los demás que sea, a veces! ¡Qué duro no encontrar más salida que «volar» para ser libre…!
Enhorabuena por este micro-denuncia tan tristemente necesario y por tu manera de elaborarlo.
Un afectuoso saludo.
Muchas gracias por leer y comentar, Nuria. Saludos.
«Decidió que la paz eterna era mejor que el infierno cotidiano».
Tratado el tema con las palabras justas y la delicadeza necesaria.
Agradezco mucho tu lectura y tus palabras, Edita.
Es un tema muy sensible, Jesús. Siempre se ha dicho que los niños son ángeles, pero es notoria la crueldad de algunos. Esto pasa mucho más de lo que se da a conocer y todos, en mayor o menor medida, somos víctimas de una sociedad que crea monstruos casi desde parvulario. Gracias por tu homenaje tan bien desarrollado.
Un abrazo.
Muchasd gracias, Manoli, por acercarte a leer y a comentar. Saludos.
Cuánto cuesta meterse en la piel de los demás, aunque si al menos lo intentáramos a diario, como sana costumbre, seguramente actuaríamos de manera diferente hacia ellos. Quiero pensar que en gran parte de los casos de acoso escolar los culpables actúan así por inmadurez. Hay muchas conductas erróneas que corregir en la sociedad y creo que el modo más eficaz es a base de educación.
Muy buen relato, Jesús, lleno de sensibilidad y de esa empatía que, como digo, tanto se echa de menos entre nosotros.
Un abrazo.
Muchas gracias, Enrique. Me alegra leer tus palabras. Saludos.