08. El cazador de Dragones
Cada vez que el pequeño Daniel sentía el pinchazo en el brazo, imaginaba que aquella aguja era la espada con la que luchaba contra los dragones alados que vivían en su cuerpo. Aquellos monstruos se alimentaban de su sangre, moviéndose por sus venas amenazando con devorarle. El era el apuesto corcel que les hacía frente con las pócimas mágicas fabricadas por alquimistas legendarios. Y asi se convertía en un valiente soldado armado para una terrible pelea, en donde el premio era la vida y la derrota la muerte.
En esta lucha desigual, el perdió su dorado cabello, pasando a ser el bravo guerrero calvo que volvía del infierno, magullado, agotado y malherido, pero sabedor de que había sobrevivido y de que miles de las bestias negras que en él habitaban habían caído y aunque su cuerpo cada vez estaba más debilitado, màs delgado y consumido, su voluntad era cada vez más fuerte para afrontar las embestidas.
Sabía que debía de esperar años para ganar la guerra, pues había veces que algunos dragones escapaban y permanecían dormidos en sus mazmorras. Pero el espíritu del héroe tenia el poder de estar siempre preparado para empezar de nuevo la lucha.
Hola, ENCARNA. No te das una idea de cuán identificada me siento con la historia de tu Daniel. Tengo la suerte de tener en mi propia familia una superheroína igual de valiente que él, que gracias a Dios, ya recuperó su cabello dorado: se llama Isabella.
Un beso grande para vos y otro para tu cazador de dragones,
Mariángeles
Que se vayan todos esos dragones. Que no vuelvan nunca. Que nunca más tengan Daniel ni Isabella que empezar de nuevo esa lucha. Y que sus batallas siempre estén en otros frentes.
LUZ, AMOR Y VIDA.
Un monstruo, sin duda, que atenaza vidas, pero no hay más poder que la fuerza de un niño. Su valentía no tiene resquicios ni desaliento. Cruda realidad, pero llena de esperanza. Muy bueno, Encarna. Abrazos y suerte.
Encarna, fenomenal historia de heroes cotidianos, contada con ritmo y narrativa sencilla. Suerte y saludos
Hola Encarna. Más que valiente este héroe que nos describes en tu historia. Te deseo mucha suerte con él.
Un abrazo,
Ton.
Encarna, qué bello relato. Precioso homenaje a esos pequeños valientes héroes. La pena que no podemos erradicar a esos dragones que siguen dando vueltas por ahí.
Un abrazo y suerte.