09. HÉROES LATENTES (Mariángeles Abelli Bonardi)
El hombre, ocasional transeúnte, que encontrará a un perro atropellado, más muerto que vivo, y lo llevará de urgencia al veterinario.
El veterinario, que pese a encontrarlo más muerto que vivo, reducirá la fractura, y limpiará y tratará la sarna que lo aqueja.
El perro, que ya recuperado, será bueno, agradecido y fuerte, y morderá el pañal del bebé para evitar que el bebé, hijo del hombre que lo supo rescatar, meta el dedo en el enchufe.
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Hola, Mariángeles.
Magnífica concatenación la de estos tres superhéroes anónimos, uno de ellos caninos; y magnífico el tránsito del transeúnte al veterinario al perro y al bebé, donde puede continuarse este flujo de acciones positivas. Me encantan la sencillez, aparente, del texto y la contundencia del mensaje. Diez sobre diez, que dirías tú, para ti, con un fuerte beso transatlántico.
Y a mí me encanta que te encante, MARTÍN, porque temía que fuese demasiado simple la historia, pero si se nota ese flujo de «heroicidades», de acciones positivas, quedo más que contenta porque eso es justamente en lo que quería hacer foco, en esa bondad que fluye y que hace que cada uno de nosotros, hasta el menos pensado, pueda convertirse en héroe.
Vaya otro beso transatlántico para allá,
Mariángeles
No hay un protagonista, sino tres, todos ellos relacionados entre sí. La heroicidad de los primeros consiste en no darse por vencidos. La del último, es consecuencia de la nobleza y el agradecimiento. Ya dicen que el que siembra bien, antes o después recoge. Un relato fluido e interconectado, donde los héroes ni siquiera son conscientes de que lo son, ellos solo hacen lo que creen que deben en un momento dado, de ahí su condición de «latentes».
Un relato muy bien planteado y escrito, lleno de una sana frescura.
Abrazos grandes, Mariángeles. Suerte
Como siempre, ÁNGEL, qué placer me da leer tus preclaros comentarios… ¡No se te escapa nada, che! Ni los tres protagonistas, ni la interconexión entre ellos ni, lo más importante de todo, el por qué son «héroes latentes», nada menos.
No tengo nada más que agregar, salvo que más contenta no puedo estar que
te mando un besote,
Mariángeles
Realmente, la vida está llena de cotidianas heroicidades: generosidad, sacrificio, agradecimiento… Son poderes de los que las personas podemos hacer uso, pero, como tu relato nos dice, no tenemos la exclusividad. Originalísimo, Mariángeles. Abrazos y suerte.
Y es muy bueno que no tengamos la exclusividad como bien decís, SALVADOR, si no la de humos que se nos subirían a la cabeza, ¿verdad?
Qué gusto que te parezca original el micro.
Abrazos y suerte para vos,
Mariángeles
Aquí se demuestra que nuestras acciones, sean bueas o malas, a la larga causan un efecto. Esas bellas personas no dudaron ante su «obligación» (que muchos obviarían) y el perro, aun en su irracionalidad, supo responder agradecido. Me ha gustado Mariángeles. Saludos y suerte.
¿Sabes una cosa, JESÚS? Más de una vez he pensado que los perros, gatos, pájaros y demás animales domésticos y/o domesticados, responden con más «racionalidad» y afecto que muchísimos seres humanos. Imposible estar más de acuerdo con vos: sean buenas o malas, nuestras acciones siempre tienen un efecto.
Qué placer que te haya gustado. Suerte para vos también,
Mariángeles
Como te decía en otro lado, cuénto me ha ‘llegado’ tu relato, Mariángeles. Esas cadenas de consecuencias, esos aleteos de mariposa al otro lado del mundo que no todos aceptan o saben ver. Enhorabuena y besos.
«Esos aleteos de mariposa» son justamente los que nos cambian, aunque no sepamos o no queramos verlos.
Qué gusto que te haya llegado tanto el relato, EVA, y más sabiendo lo que me decías «en otro lado» 😉
Besos para vos también,
Mariángeles
Mariángeles, fresco y original planteamiento de heroes que ignaran sus propios poderes. Suerte y saludos
¡Muchas gracias, CALAMANDA!
Suerte para vos y un beso ?
MAB
Como lanzar una piedra al lago y contemplar las ondas concéntricas. Así de bien suena tu historia.
Un abrazo, Mariángeles.
¡Gracias, MARGARITA, qué gusto! Tu comentario es un haiku en potencia.
Otro abrazo para vos,
Mariángeles
Hola Mariángeles. Relato que mantiene en contacto muy estrecho a tres historias que se suceden en el tiempo, con tres héroes que nunca sabrán que lo han sido. Me ha encantado tu propuesta.
Un abrazo y mucha suerte.
Ton.
A mi entender, TON, eso es lo más lindo de estos héroes: que nunca sabrán que lo son.
Qué gusto que el micro haya sido de tu agrado.
Abrazos y suerte para vos,
Mariángeles
Me encanta, Mariángeles, tu propuesta para el tema de los Superhéroes, tanto por el contenido como el modo sintético en el que lo expresas. Hay muchos héroes a nuestro alrededor que, lamentablemente, a veces no reparamos en su immportancia.
Un abrazo fuerte.
Si no reparamos en su importancia será que ellos mismos no se la dan, de tan modestos que son. Héroes modestos… Qué distintos a los de los cómics, ¿verdad?
Qué bueno que mi propuesta te guste. Otro abrazo fuerte,
Mariángeles
Héroes anonimos que has enlazado muy bien en la historia. Genial.
Un abrazo y suerte
¡Muchas gracias, BLANCA! Creo que estos héroes anónimos ya dejaron de serlo.
Otro beso para vos ?,
Mariángeles
Bravo por esa visión circular y múltiple de distintas heroicidades. Qué bueno. Enhorabuena, Mariángeles. Un beso!
Me complace que sea de tu agrado, BELÉN. Yo más contenta no puedo estar.
Otro beso grande ?,
Mariángeles
He aquí la excepción que deja en ridículo a la regla. Suele decirse que en un «micro», tres personajes son demasiados y tú incluyes cuatro, con una eficacia asombrosa. Cada uno de ellos es nada sin el otro. Te felicito y te deseo mucha suerte.
¡Muchas gracias, JOSÉ LUIS! Me había olvidado de eso de que «Tres (en un micro) son multitud», pero si con éstos héroes el paradigma se viene un poco abajo, bienvenido sea, que se arme la revolución creativa, jaja!
Gracias por el felicitado y mucha suerte para vos también,
Mariángeles
Es una historia muy fresca y clara. Has sabido hilar todo maravillosamente sin que ninguno de los personajes sea protagónico porque todos tienen el mismo peso dramático y, cada uno, con sus acciones, ayuda a relevar el anterior, pasándose de uno a otro la antorcha de bondad y dedicación. Una cadena de favores que, de haberse interrumpido, hubiera terminado con un bebé muerto. «la bondad pásala».
Un besoy un abrazo.
¡Muchas gracias, PATRICIA! Al parecer, esta historia es más profunda de lo que aparenta, y ha tenido más llegada de la que inicialmente pensé que tendría, cosa que me alegra sobremanera (igual que recibir este comentario tuyo porque ya me había hecho a la idea de que no llegarían más ;))
Otro beso y abrazo para vos,
Mariángeles