11. CRISÁLIDA (Yolanda Nava)
Deja de ser mi héroe. No vengas en mi auxilio. Quiero caerme, herirme, ver sangrar y cicatrizar mis heridas. Deseo salir afuera. Traspasar la barrera de tus brazos. Emerger del foso de tus besos.
Voy a escapar. Mis alas están casi listas y no podrás alcanzarme, papá.
Algunos padres no consienten que sus hijos vuelen solos, un exceso de protección alimentado por un egoísmo no reconocido. No terminan de asimilar que no son propiedad suya, que han de experimentar una metamorfosis y asumir una vida propia, con todo lo que ello conlleva. Enfrentarse al mundo supone sufrir inevitables encontronazos, pero no hay otra manera. El ansia de libertad de tu protagonista está muy bien expresado en pocas palabras. Hasta los abrazos pueden ser una barrera y los besos un foso. Un relato efectivo, la denuncia de una opresión, un canto a la libertad.
Un abrazo, Yolanda. Suerte
Estoy con todo lo que te ha dicho Ángel, pero llámame retorcido, porque, a mí, esos besos, esos abrazos y esas ansias de huida me dejan con un poco de mal cuerpo. Me ha gustado, Yolanda. Saludos y suerte.
Me ha encantado tu relato, siendo tan breve cuenta tantas cosas. El error es lo más pedagógico del mundo, aunque entiendo que es duro dejar que tu hijo/a se equivoque, sobre todo, porque, en algunas ocasiones, las consecuencias pueden ser durísimas. El remedio para eso está en la educación, en intentar inculcar valores y responsabilidad. No es fácil en los tiempos que corren, pero no hay que ser un superhéroe para tratar de alcanzar esa meta. Recomiendo al padre de tu protagonista que lea los magníficos versos de Khalil Gibran:
Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida…
Has sido capaz de transmitirme todo esto y mucho más en menos palabras. Enhorabuena. Un fuerte abrazo.
Muchas gracias por vuestros comentarios.
El relato pretende plasmar la sobreprotección que se tiene hacia los hijos, en ocasiones. Si entre líneas a alguien le llega otra idea, eso ya…
De verdad que gracias por comentar.
A los tres, besos.
La protección de los hijos está grabada en nuestros genes, pero, como tu relato refleja, tienen que caerse y remontar el vuelo con la libertad de sus decisiones. Muy bueno, Yolanda. Abrazos y suerte.
Si es que cuando sale la Yolanda poeta….
Libérala más a menudo anda….
La sobreprotección y las entrelíneas, percibo amabas. Un beso y suerte Yolanda.
Este breve pero intensísimo relato podría tener dos miradas, dos intenciones.Pero, en cualquier caso, es una reclamación de libertad en toda regla, la libertad deliciosa de equivocarse incluso. Mucha suerte y un saludo.
Grande, grande, me parece tu breve relato. Saludos.
Enhorabuena Yolanda. Para qué más palabras. Creo que cuentas muy bien lo que todos hemos vivido a esa edad. PRECIOSO Y PRECISO.
Un abrazo.
Ton
Jo, Yolanda. Qué bueno y agridulce.
Creo que todos los padre (y los hijos) nos vemos reflejados en esta «Crisálida».
Un abrazo grande, SuperYolanda!!!
Precioso.
Yolanda, cuanto dices, y como lo dices, en tan pocas palabras. Suerte y saludos
Bella prosa poética, con contenido que invita a una reflexión profunda sobre todo aquello que creemos bueno para los demás, sin realidad serlo.
Felicidades.
Besos.
El exceso de protección a veces causa precisamente lo contrario, las ganas de huir, de salir volando y conocer la libertad.
Buen texto Yolanda, muy bonito.
Un abrazo
Hola, Yolanda.
Es un micro tan visual como preciso.
Así lo viví yo tú, ellas..
Grande, guapísima.
Un besazo y suerte.
Muchas gracias a tod@s los que habéis comentado, ya me gustaría poder contestaros uno a uno, pero el tiempo manda.
Un beso colectivo.
😉
Me gusta, corto y bien hilado.
Feliz mayo.
Pensé que estabas hablando de una mujer, una esposa quizás maltratada. Qué hilo más fino el de la educación de los hijos. Supongo que sí, los padres hemos sido héroes para nuestros hijos hasta que se caen del burro. Un abrazo.
Gracias también a ti, Javier.
Fuerte abrazo.