DIC11. UN REGALO INESPERADO, de Nuria Casado Marco
Todas las Navidades, estrujaba su cerebro, para complacer a sus pequeños el día de Nochebuena, con los pocos medios de que disponía. Sus regalos nunca coincidían con los deseos de ellos, pero lo paliaba con grandes dosis de imaginación, dedicación y amor. Recordaba sus navidades de niña en el pueblo, en las que la escasez de dinero no era obstáculo para la diversión, y por ende, se afanaba en preparar envoltorios de colores, papelitos con mensajes enigmáticos, lacitos imposibles, que enterraban la sorpresa final siempre exigua. Pero aquellas navidades serían distintas, el día 23 de diciembre aquellos hombres les despojarían de su casa. Miró tristemente su hogar, pensando que debía luchar por ellos hasta el final. Aquel día se levantó temprano, y rodeada de sus escasas pertenencias y de sus hijos, se sentó a esperar el fatal desenlace. Cuando oyó voces que cuyo volumen fue creciendo según se acercaban. Se asomó a la ventana, y comprobó emocionada, a una marea humana agolpándose a la entrada de la casa, e impidiendo la entrada a toda persona ajena a la misma. Tendría que darse prisa para preparar su particular fiesta, aunque el mayor regalo ya se lo habían hecho.
Inesperado y alentador giro final. Buen micro.
Suerte.
Un relato muy actual por desgracia, está escrito con mucha ternura y podemos imaginar a la abuelita preparando regalos y sufriendo por su futuro. Por suerte y por la solidaridad de unos desconocidos, un futuro con esperenza.
Suerte, hermana.
Duro y triste como la actual realidad misma. Pero navideñamente esperanzador el final. Suerte, Nuria.
Nuria, muy esperanzador y con final feliz. Deseo esa salida para todos los que aguardan una solución. Suerte. Un saludo.
Nuria, felices fiestas.
Gracias, yo también lo espero. Felices fiestas para ti también.Nuria
Esta Navidad, más que nunca a ver si caen muchos regalos como el que nos narras.
Y, por cierto, muy bien.
Saludos
Gracias Miguel Ángel, Feliz Navidad. Nuria
Nuria, quiero pensar que el día 22 tocara la lotería a todo el vecindario y solucionaran sus problemas. Esperanzador.
Un beso
Sería lo ideal, aunque no creo que sea así. Gracias Epi.
Nuria.
Alentador, esperanzador, ilusionante, adjetivos muy navideños para este cuento social n el que la angustia de la espera casi no nos deja disfrutar de la alegria de otro desahucio parado. Esperanzador es la solidaridd de todas esas gentes que aun sabiendo que mañana será peor que ayer se lanzan a luchar contra este gobierno que quiere estigmatizarnos con la misma leyenda que figuraba a la entrada del infierno de Dante:» Oh, vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza», y que se pasa lo fundamental, trabajo, vivienda, salud y educación por allí mismo; y las consecuencias, al menos las más visibles, las soluciona al católico y navideño modo de misericordia, caridad y beneficencia.
Prdona la diatriba, pero en parte es consecuencia de tu enternecedor relato, espero que tengas suertecita. E.A.Poe.
mi comentario hecho al nº14 (antes de haber leído tu relato) justamente hacia hincapié en este tema:
«…se afanaba en preparar envoltorios de colores, papelitos con mensajes enigmáticos, lacitos imposibles, que enterraban la sorpresa final siempre exigua.»…
pero también rememoraba mis propios recuerdos:
«Recordaba sus navidades de niña… en las que la escasez de dinero no era obstáculo para la diversión…»
¡así que me parece que voy a tener que buscarme otro tema!…
me gusta mucho lo que comentas de la solidaridad…
Buen relato Nuria. Real y trágico. Un saludo
Me parece un relato muy triste, aunque la protagonista interiorice tan positivamente. Me pregunto cuánto falta para que reaccionemos de manera activa ante la actual política de ordeno y mando por decretoley. Estoy muy harta.
Un abrazo.
Triste realidad nos narras hoy, la de los desahucios. Me has recordado las navidades que viví donde se recibía, y no siempre, el único juguete del año. Final feliz que quieres darle a esta para alejarte de la realidad.
Sin ninguna duda, los mejores regalos son los que no se pueden comprar y llegan así inesperadamente. Es un realto tierno y por desgracia de actualidad, que bien que en este caso acabe bien.
Impresionante y original relato, Nuria. Admiro a esta abuelita que piensa en regalar alegría y amor a los niños en aquellos momentos críticos.
Un abrazo y Felices Fiestas.
Gracias y felices fiestas a todos.
Nuria, muy real pero con un final alentador. Seguro que muchas familias estan identificadas en tu relato.
No deberían haber desaucios en casas donde hubiera niños y mucho menos en Navidad.
Que tengas mucha suerte y un buenisimo año 2013
Saludos y felices fiestas.
Inyección de realidad dentro de un relato que habla de ilusión navideña. Bonito juego de contrastes. Por desgracia, para la mayoría de los afectados por los malditos desahucios, el esperanzador final, puede sonarles a ficción. Bien narrado y conseguido, con ese tema tan actual. Sólo una frase me ha chirriado: «Cuando oyó voces que cuyo volumen fue creciendo según se acercaban»… Ese «que» sobra, ¿no?
J. Ariza. Desde Córdoba, desahuciado.
Tienes toda la razón, sorry. Resulta que cuando lo mandé no me di cuenta y me sobraban palabras (pasaban de las doscientas permitidas), tuve que rehacerlo y quitar parte del texto con lo que el «que» me debió de quedar colgado.Me alegro un montón que te guste aunque sé que el final generalmente no se ajusta a la realidad.
Desde aquí todo mi apoyo a los desahuciados y mucha suerte para ti. Un abrazo.
Nuria
Muy actual. Trístemente actual.
Feliz 2013. Suerte y Trabajo.
A mi me quedan hoy 400 días, contando hoy mismo. para jubilarme, salvo que un ERE salvaje tgrunque la cuenta.
Besos.