NOV148. LA PALABRA QUE NO SE DICE, de Alfonso Carabias Antúnez.
– Si tuvieras que elegir tu palabra preferida, ¿por cuál te decantarías?
– Pues no lo sé, ahora me pillas.
– Tú siempre con rodeos.
– Pero es que no es fácil, hay muchas palabras con connotaciones especiales.
– Que sí, pero tienes que elegir una.
– Pues no podría, tendría que inventarla.
– Hazlo.
– Tampoco es sencillo. Pero si tuviera que hacerlo supongo que tendría que ser una palabra valiente, como aquella que te susurré para robarte el primer beso, pero también decidida, como las que me insuflaron el valor suficiente para hablar en público, aunque también me acuerdo de las más sinceras con las que confesaba a mi padre mis travesuras de niño, o aquellas de aliento cuando tienes un día malo.
– ¿Vas a seguir así mucho tiempo?
– Está bien. Ven, abrázame. Ahí la tienes.
– ¿Pero si no has dicho nada?
– ¿Hace falta?
Convencer de que en un cuento no hace falta la palabra sobre la que gira, eso sí que es difícil.
Bravo Alfonso.
Abrazos.
Gracias Miguel. Es que a veces no es necesario articular palabras para comunicarte con alguien.
Saludos.
Muy bonito y tierno, reivindicando el valor de aquello que no se dice o no se ve.
Suerte me gusta D.Alfonso
Gracias Maestro Montesinos. Me alegra que le haya gustado.
Un abrazo.
Me encantan las alusiones, no obvias.
Bien por la forma que lo has expuesto Alfonso.
Las alusiones María son recursos que funcionan muy bien en el relato corto, y aqui en este caso la mas clara es la última.
Un saludo.
Alfonso, muy bueno. Nunca una palabra dijo tanto. Saludos y suerte.
Cierto Salvador, y eso que no llegó a pronunciarla.
Saludos.m
!Qué tierno!,me encantó.
Me alegra que te gustase Carmen. Fijate que yo soy mas de relato negro, pero esta vez salió algo mas sencillo y muy distinto.
Saludos.
Alfonso, bonito y sugerente en lo que cuenta y como lo hace. Suerte y saludos
Gracias Calamanda, entre personas afines lo que no se dice tiene tanto valor o mas como lo que si se dice.
Saludos.
Bueno Alfonso, te haces desear en poner tu relato, pero merece la pena.
Un abrazo
Casi no llego amigo epífisis, pero bueno, pese a la sencillez, parece que ha gustado.
Saludos.
Cierto Ana, con el tiempo justo antes de que sonara la bocina, la sencillez ha sido un recurso bastante oportuno.
Me alegra que te haya gustado.
Saludos.
No hace falta decir nada más. Sencillamente me gusta.
Un abrazo.
Gracias Maria, me alegra que la sencillez del relato te haya gustado. Las circunstancias en cierto modo obligaron, pero parece que el resulato final no fue malo.
Saludos.