NOV146. ALTO EL FUEGO. de Fernando Martínez
El niño que se oculta tras los escombros ve la sombra del águila alargarse al sobrevolar el campo de batalla. La muerte sigue recogiendo hombres, mujeres, niños, niñas, viejos y perros. Recolecta a los que han caído a lado y lado de la raya invisible. La muerte es la única que come bien en estos días, piensa el niño, pero se equivoca. El águila se ha posado junto al titán encadenado a la roca y picotea su hígado regenerado. Prometeo la ha visto llegar, la conoce, la esperaba. Así ha sido cada día desde que vulneró el mandato de Zeus, desde que entregó el fuego a los hombres para asegurar su supervivencia. Así ha sido y es. El niño ha trepado a la roca. A pedradas ha espantado al águila que ahora vuela desabrida entre los buitres. Prometeo ha sonreído. Todavía hay esperanza, ha pensado, pero el niño borra esa idea devorando el hígado del titán y deja las contemplaciones para postre.
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Buen giro de tuerca a la mitología, me gusta ese mensaje que lleva de como los «humanos» hacen un mal uso del fuego (suele pasar con todos los avances científicos, que tiene doble uso) y encima devoran y satanizan a los creadores e inventores, a la buena gente. En fin, felicidades por tantos premios que recibes y sospecho que este relato debe estar en el libro.
Ximens, muchas gracias por el comentario. Hoy tengo tiempo , así que me voy para tu casa a ver lo que hay a los pies de tus montes.
Y es que depredar es vivir, o morir. Muy bueno Fernando, ¿te he dicho ya que cada vez me gusta más como escribes? Pues ahora te lo repito.
Suerte y un beso.
Gracias Antonia. Vas a conseguir que más ruborice. Un beso y gracias.
Es niño llegará lejos si se hace banquero. O político aquí en España. Lo que saben los niños.
He tenido que tirar de Wiki, Fer. Qué bestía la última imagen.
Un abrazo.
Gracias Miguel Angel
Mezclas lo mitólogico y la metáfora de nuestros días, y condensas la imagen del águila para articular perfectamente un «Alto al fuego» que me ha gustado muchísimo.
Coincido en la últimas frases que también destaca Miguel Angel. Besos y que tengas mucha suerte.
PD: Me suena raro lo de «a lado y lado de la raya», pero como dice Ximens, será cosa mía, es cuestión fonética. 😉
Hola Fernando.
Me gusta cómo usas los mitos más clásicos pero dándoles ese ambiente cotidiano, es como narrar una nota al margen de la Mitología con mayúscula. Y tan cruda al mismo tiempo. Este niño es má real que el mío, la verdad. Suerte.
Mis felicitaciones Fernando!
Me parece genial la manera como has trabajado mitología con realidad. La escena de la muerte me conmueve especialmente, yo interpreto «esas rayas» como los dos «bandos», no hay distinción entre buenos y malos. Sorprendes al final con una imagen tremenda y desoladora. Lo dicho, me ha encantado!
Un abrazo.