85. RULETA RUSA
Clic, clic, clic… y así hasta tres veces seguidas y Supermán no moría. Joker se descojonaba de la risa, Lobezno aullaba, Cat Woman maullaba, Hulk se ponía verde y la Mujer Maravilla se excitaba al borde del orgasmo. Como muy bien decía Capitán América, veterano del Vietnam, la escena recordaba a aquella otra de la película “El cazador”. Tras cada apretón de gatillo el tumulto de superhéroes se agitaba y lanzaba billetes arrugados sobre el círculo de arena en una algarabía indescriptible de ensordecedoras apuestas. El hombre invisible aprovechaba la confusión y su invisibilidad para sisar dinero.
Supermán no tenía miedo a morir, ya no. Su Lois Lane le había abandonado largándose con Artorcha Humana. “El sí me sabe calentar, no como tú, pichafloja, que te pones los calzoncillos por encima de los pantalones”, fue la despedida de su novia que le reprochaba su condición de eyaculador precoz.
Un revolver de tambor con una bala de kriptonita en la recámara. Clic.
Hasta el gran Supermán tiene su lado débil, mayor aún que la kriptonita. Muy divertido ese elenco de personajes súper, además de la desmitificación de cada uno de ellos, en especial del protagonista despechado.
Un relato ameno y lleno de buenos elementos.
Un abrazo y suerte, Héctor
Gracias, Ángel
Bueno, hice el relato en un momentillo, no mata, creo.
¿Cuál es el tuyo?
El mío fue de los más madrugadores en el mes de mayo, publicado con el número siete.
Héctor, simpatico y bien ambientado este revuelo de superheroes con un final abierto. Suerte y saludos
Divertidísimo y original, Héctor, me encanta ese carácter canalla y diferente de tu relato. ¡Enhorabuena!