UN MICRO DE FUEGO COMO INSPIRACIÓN…
El niño cogió los lápices color naranja, el lápiz largo amarillo y aquél por una punta azul y la otra rojo. Fue con ellos a la esquina, y se tendió en el suelo. La esquina era blanca, a veces la mitad negra, la mitad verde. Era la esquina de la casa y todos los sábados la encalaban. El niño tenía los ojos irritados de tanto blanco, de tanto sol cortando su mirada con filos de cuchillo. Los lápices del niño eran rojo, naranja, amarillo y azul. El niño prendió fuego a la esquina con sus colores. Sus lápices –sobre todo aquel de color amarillo, tan largo- se prendieron de los postigos y las contraventanas, verdes, y todo crujía, brillaba, se trenzaba. Se desmigó sobre su cabeza, en una hermosa lluvia de ceniza, que lo abrasó.
Precioso fuego. Gracias, miraré de leer el libro.
Un libro precioso en todos los sentidos
Es un libro extraordinario, para mi uno de los mejores libros de microrrelatos. Es un manual de sensaciones, de olores, de emociones. Además, esta edición ilustrada es un placer para los sentidos. Nadie tendría que morir sin degustar este libro, ni siquiera vivir sin hacerlo. Un abrazo a todos.
Me ha gustado muchísimo lo que he leído aquí. No lo conocía pero es un claro ejmplo del «arte » de contar. Y en un estilo al que Xavier, por ejemplo, nos ha abierto los ojos
a los que deseamos aprender.Muchas gracias Jams por estos regalitos que nos haces.
Genial, tengo que conseguirlo. Saludo
Gracias por el detalle. Ana Maria Matute es genial.
Gracias por este caramelo de palabras. El libro se hace más exquisito tras el comentario de Xavier.