NOV122. EL PAQUETE, de Gemma Castro Guzmán
Escribió un mensaje, tomó el paquete y salió de la casa sin hacer ruido para no despertar a sus padres y hermanos que dormían apaciblemente.
Amín había reflexionado muchas veces sobre aquel trabajo que le habían prometido, había sufrido noches enteras sin dormir y sus ojeras no habían pasado desapercibidas para su madre, pero él las había justificado achacándolas al trabajo duro que realizaba en el puerto: cargar paquetes demasiado pesados para su espalda casi infantil. Pero aquel paquete era especial. No pesaba mucho en sus manos, pero sí en su conciencia ¿Qué sería de su familia?
No lo hacía por la recompensa, sino por lo que, estaba seguro, su obligación. Por su pueblo sojuzgado, por obediencia a su Dios, a sus jefes, a sus fe.
Después de escribir el mensaje para su madre, tomó el paquete, lo abrió, sacó una especie de chaleco lleno de cartuchos, se lo abrochó fuertemente a su escuálido cuerpo, se colocó encima un anorak a pesar del calor del mes de julio, salió de la casa y se dirigió al mercado que empezaba a llenarse de gente con carritos de la compra…
Este relato es de mi hija, que como se puede ver, escribe mejor que yo.
Vaya mi comentario como forma de alentarla a seguir escribiendo
Bueno, pues me ha gustado mucho, me ha engañado, pensaba que iba de otra cosa, ha sido muy hábil.
Gracias en su nombre
Gemnma, El tema es delicado y las palabras elegidas también. Suerte. Un abrazo
Gracias de nuevo.
M C Guzmán
Gemma, la explotación de los niños es una dura realidad, que puede tener efectos devastadores, como en el caso de tu personaje. Me gustaría leer esta historia en más de 200 palabras.
Un abrazo.
Gema, no se que edad tendrá tu hija, pero esta muy bien el relato, quizás cambiaría alguan coma por punto para facilitar la laecdtura y diría «su fe» en lugar de «sus fe». La idea es original y el tema muy crudo y si se le ha ocurrido a tu hija denota mucha sensibilidad por su parte. Mi hija la mayor (15 años) también escribe, y muy bien ademas, incluso ha ganado algún concursillo por ahí, pero todavía no le ha dado por presentarse aquí aunque me pide que le lea relatos de este blog, este se lo voy a leer. Besos a ambas y ánimos para Gema que hay madera.
O sea quería dirigirle el mensaje a Carmen, que ya me lio con los nombres, ánimos para Gema.
Anónimo, Nicoleta y María: en nombre de mi hija, gracias. Ella no tiene tiempo de entrar en la página, por eso lo hago en su nombre.
En cuanto a «sus» fue un error de tipeo.
Carmen