121. GERONIMO ANTUNEZ JUNIOR (José Luis González)
¡Uff, qué nervios!, quién me mandaría a mí meterme en esto. A mis años. Si es que tenía que pasar. Tanto recurrir a esa estrategia familiar de ser más de izquierdas que el rojo, y comparar a mi padre con su tocayo Gerónimo (aquel indio que burlaba a las tropas de EE.UU y México juntas), pues, claro, yo también tenía que ser un héroe legendario. Es verdad que mi padre burló al ejército franquista huyendo de Madrid a plena luz del día. Que pasó tres años en el maquis. Que se casó con una prima segunda de Carrillo. Que un catorce de Abril hizo una fogata con la rojigualda. Que le oímos tararear el himno de Riego mientras velábamos su cuerpo en el tanatorio. Todo eso es tan cierto como que ahora, afortunadamente, diluvia. Y que vale, está bien manifestarse por algo. Incluso algún escrache, según a quién, también puede valer. Pero ahora, qué coño hago yo aquí, con esta lata de gasolina y esperando para empezar a quemar contenedores, si con el Imserso podía estar tomando el sol en Lanzarote. No sé cuándo voy a dejar de ser mi padre y empezar a ser Gerónimo Antúnez júnior.