NOV117. O UNA COLUMNA DE HUMO, de Mar Horno García
Le obligaron a ponerse el último. Subió un poco la cabeza y vio que la cola se perdía en la lejanía. Sin querer, empezó a imaginar que aquella fila era una sarta de cuentas de colores de un collar infinito. Una larga cadena de preciosos eslabones dorados. Una hilera de olivos de su tierra amada. Una línea discontinua de una carretera que desembocaba en la playa. Una bandada de pájaros que volaba hacia el sur. Una ristra de conchas marinas unidas por un hilo de plata. Una retahíla de palabras que formaban un poema, y se olvidó, completamente, de que sólo eran una recua de reses que caminaba hacia el matadero. Y al fondo, los hornos crematorios.
Tremendo y poético tu relato Mar. Me encantan todas esas metáforas de «fila» que has creado.
Cuando estás esperando en una cola, el tiempo se te hace eterno, y a veces, se me ocurre pasar el tiempo pensando en qué podría ser esa fila. Así se me ocurrió el relato. Luego ya vino cómo meter el fuego. Un abrazo Paloma.
Mar, qué duro relato tan bello. La forma de la narración nos envuelve como la araña a la mosca, y, liados en sus redes de plata, vamos directos al terrible final.
Un beso grande.
Amparo M.A.
Hola Petra, nos quitaran la vida, pero los sueños, la imaginación, no. Un beso.
Mar… me ha encantado tu relato!!! Las diferentes descripciones de una misma «fila», tan poéticas, tan visuales, tan sugerentes, tan duras… tan… incluida la del título.
Muy original tanto el planteamiento como el desarrollo… y un final inesperado!!!
Felicidades… y por tu premio del REC también!!!
Un saludo
Marta
Marta, es que no hay nada más desesperante que hacer cola. Por eso se me ocurrió esos sinónimos que cambiaran en maravilloso ese tiempo de espera. Un abrazo y gracias por comentar.
A estas alturas, ya sabemos que somos recuas de reses camino del crematorio. Yo me conformo, y creo que no es poco, con disfrutar de la hilera de olivos por el camino. Un abrazo.
Amando, estoy contigo. Lo sabemos, pero en mi corazón siempre estarán los olivos… Un abrazo.
Ah, pero la mirada, el saber y sentir como siente, antes de llegar al horno, eso no se lo quita nadie, nunca.
Pues sí, Luisa, lo que sentimos, lo que pensamos y soñamos, eso no se puede quemar. Un beso.
Muy bonito el relato Mar, metiendo las palabras fila, cola, ristra, cadena, sarta, línea todas juntas, pero me quedo con retahila.
Un beso
Epífisis, es verdad, retahíla, tiene una sonoridad maravillosa. Un abrazo.
Lo has hecho otra vez, Mar. Me has emocionado con tu cuento.
Un abrazo.
Hola Sara, pues con esa emoción me quedo. NO necesito nada más. Un beso.
Tu protagonista podría ser perfectamente uno de los tantos españoles republicanos que fallecieron en los campos de exterminio. Por lo que nos cuentas de manera brillante, sabemos que provenía de algún lugar costero de Andalucía, un poeta que hasta el final no dejo de soñar y crear belleza.
«Podrán cortar todas las flores pero no detendrán la primavera» Pablo Neruda.
Precioso homenaje, Mar.
Un abrazo.
Ginette, has dado en el clavo, podría ser un republicano andaluz en un campo nazi. Inconscientemente no le he hecho así. Y Neruda, qué te voy a decir de Neruda… al principio pensé en titular el texto «Sueños incombustibles». Los sueños no pueden extinguirse. Un beso.
Gracias a dios la incombustión se quedó ahí. 🙂
La primera frase ya es contundente y te marca como lector. Esto va a ser triste. Bellas hileras has hilvanado y con ello nos dejas volar la imaginación y ponernos en la piel del eslabón. Tremendo, Mar, felicitaciones por esa imaginación. Suerte, aunque creo que no la vas a necesitar.
Ximens, todos somos eslabones, la mayoría de hojalata, pero los sueños, son nuestros, nada nos los quitan. Un abrazo.
La prosa, como siempre, poderosa, Mar, muy certeras, atinadas, poeticas todas esas cadenas posibles que vas trazando hasta llegar a la definitiva…
En mi opinion, la parte menos lograda es la ultima linea. Hasta ahi, cada frase encerraba el poder de una metafora, de una comparacion q abria la mente del lector, pero el final es demasiado explicito. Creo q sobra la palabra «matadero».
Es solo una opinion, Mar, el texto, como siempre, es exquisito, y el mensaje q subyace, muy potente.
Un fuerte abrazo
NACHO RUBIO
NACHO, tú me puedes decir lo que quieras, faltaría más. Un abrazo.
«muy potente» es verdad…
cada uno ha dicho a su manera lo que he sentido al leer este texto… me ha emocionado en todos sus aspectos: tanto literario como afectivo…
felicitaciones…
KISTILA, muchas gracias por comentar, tiene imágenes muy bellas para un hecho terríble. Un beso.
Mar, seguro que cuando escribiste el relato pensaste en la guerra civil española. Pero para mí fue horrible. Me venían imágenes de los documentales del holocausto. En los sitios de concentración como Auschwitz, Majdanek etc. La gente se entraban con 75 kilos y en unos meses pesaban 35. Lo positivo es que con nuestra imaginación podemos transformar lo malo en positivo, lo feo en bello. Preciosas descripciones un relato bellísimo según tu categoría. Te deseo mucha suerte y Dios te llena de muchos éxitos. Un fuerte abrazo maestra, Sotirios.
Sotirios, pues me vino a la cabeza soldados españoles, concretamente varios de Jaén, que fueron enviados a Auschwitz y que sobrevivieron y cuyos testimonios he conocido de forma personal. Y cuanto cuentan y oyes, te parece que aquello fue imposible, es que una terrible invención, pero no, no…fue verdad.
Muchas gracias por tu comentario, Sotirios.
Con esa imaginación que tienes y lo bien que la plasmas con palabras y frases tan llenas de imágenes, este micro no podía ser mejor. Enhorabuena, Mar, te dejamos que sigas siendo pájaro.
Un abrazo.
La verdad Susana, es que prefiero seguir siendo pájaro a columna de humo. Un beso.
Mar, no quiero ser reiterativa, así que suscribo todo lo dicho hasta ahora. Magnífico relato. Impactante.
Un abrazo.
Muchas gracias Aurora, muchas gracias por tu comentario. Un beso.
Mar, se me pasa por la cabeza que leer tu relato es como que te den un mazazo con una pluma de pavo real: tan hermoso, tan poético, con esas imágenes tan logradas, y al final el desenlace inesperado, durísimo y triste. Me parece excelente. Enhorabuena y un abrazo.
Ana, hay situaciones tan tremendas que sólo con algo de locura, y mucha imaginación y poesía, podrían sobrellevarse. Un beso.
Un relato tremendo Mar.
¿Quien sabe lo que debieron pensar aquellas pobres personas para evadirse de la realidad en sus últimos momentos?
Me ha gustado tu relato, aunque sea triste, también es hermoso.
Te deseo suerte este mes, saludos
Muchas gracias Jose Angel. La vidad es que la situación, lo que tuvieron que sentir, debido ser tremendo, indescriptible. Un abrazo.
Es un gran relato, nos vas llevando de fila en fila, hasta el último final, el verdadero.
Perfecto relato.
Seguro que está en la final
Besos
Ojalá, Elena, esté aunque sea entre los finalistas. Un beso.
Querida Mar solo tú puedes hacer poesía de una masacre. Genial, como ya nos tienes acostumbrados.
Un abrazo,
Es los único que puedo hacer para transformar el mundo, cambiarlo con palabras. Un beso Esperanza.
Buen contraste entre realidad y fantasía. Preciosas descripciones. Muy acertado título.
Un final que abofetea a todos, pero al que llegas por un camino poético y bello.
Muchas felicidades y suerte. Un beso.
Muchas gracias Antonia, eres un sol. Un beso.
Una mezcla, explosiva, de poesía y terrible realidad
Hola Carmen, bienvenida, al ver todos vuestros cometarios, siento eslabón de una maravillosa cadena. Un beso.
Genial, como siempre.
Sigo a la cola de tus fans y no pienso moverme de ella.
Fuerte abrazo.
Pues desde luego, eres la primera de esa cola. Un beso.
Haces bueno edl dicho de que incluso en lo peor, siempre se puede encontrar algo tan bonito como la ensoñación de tu portagonista. Nos llevas muy bien de la fantasía a la realidad. El título, la más real de sus imaginaciones. Muy bueno.
Gracias, María, viniendo de tí, el comentario es todo un elogio. Un beso.
La vida humana es, en su sentido último, un largo camino hacia el matador. Lo más importante es no recurrir ese camino a ciegas, en fila, a la cola, sino alzar la mirada, para conocer el mundo que se nos revela alrededor, a nuestros compañeros de camino, comunicar, tomar iniciativa, gritar si es posible, entender que no es una fatalidad y luchar con eso. La imaginación es la que nos da la libertad interior. Un excelente relato, Mar, como todos los que escribes.
Muy bueno. Por cierto, he votado hoy «Locura familiar». Sin duda, tienes un don para escribir.
MERCEDES, muchas gracias por tu voto. El voto del público es casi decisivo en las finales mensuales de ReC. Aunque tengo duros competidores. Un beso y a ver si hay suerte.
Nos llevas de los colores a la más absoluta negrura. Muy bueno Mar.
Besos desde el aire
ROSA, la verdad es que mi propia hija pequeña me inspiró. Cuando tiene una pesadilla, mete la cabeza debajo de las sábanas y piensa en cosas bonitas, canciones, cosas que le gusta hacer… Los niños nos enseñan a vivir. Un beso.
Un relato lleno de poesía Mar, que no esperas se convierta en holocausto. Al principio si se pone en la cola ¿no sabe hacia dónde va? Uf no sé si se puso por propia voluntad.
Ese fuego que todo lo extingue no puede extinguir la imaginación del protagonista que crea hasta el final.
BEsos y suerte.
Yashira, nunca podran matar nuestros sueños. Un beso.
ANA, tu comentario es un en sí mismo un relato precioso. Yo también he visto «La vida es bella». Es una maravillosa forma de sobrevivir. El ser humano nunca deja de sorprenderme, para lo bueno y para lo malo. Un beso.
Estremece el final, después de tanta poesía. Me ha encantado tu relato. Espero que tengas mucha suerte.
Besicos muchos.
Muchas veces, lo peor y lo mejor, se entremezcla en nuestras vidas. Muchas gracias Casa Encendida por comentar. Un beso.
Muy bueno, poético y durísimo a la vez. A mí también me ha traído a la mente «La vida es bella».
Un abrazo y suerte
El ser humano busca la más variopintas maneras de sobrevivir al horror. Un beso Nieves.
Me dejo llevar como en barca, porque leerte siempre es así, mientras voy esperando el tema del mes, y al final… Ahí está, y me deja boquiabierto y mentiabierto. Felicidades, Mar.
Un abrazo.
«Mentiabierto», tú serás miembro de la RAE e inventarás maravillosas palabras, te lo digo yo. Un abrazo y gracias por tu visita, siempre esperada, por cierto.