22. SIN RETORNO (PURIFICACIÓN RODRÍGUEZ)
No estaba demasiado grave, pero aquella noche en la U.V.I., llena de cables, vías y monitores, me dio por pensar que quizá me había llegado la hora de vivir ese extraño pero reconfortante tránsito del que tanta gente hablaba, tras haber estado a punto de morir.
Cerré los ojos y me dispuse a concentrarme en encontrar el famoso túnel con una gran luz al final pero, tras un buen rato de no ver nada, ni por fuera ni por dentro, y ya casi muerta, pero de aburrimiento, decidí dejar tan sobrenatural experiencia para otro momento y abrí los ojos de nuevo. Total, aún era joven para emprender ese viaje del que no se vuelve.
¿Por qué tuve que abrirlos? Y, sobre todo, ¿Por qué me empeñé en cerrarlos antes?
Sin apenas darme cuenta, resulta que había recorrido el túnel, pero al despertar no vi ninguna cálida luz, umbral de la felicidad y el descanso eterno, sino el frío horror de la Nada, de la absoluta y devastadora Nada.
Aún estoy perdida en ella, encerrada en este jodido manicomio.
Purificación, tu micro me ha provocado de todo, desde sorpresa hasta risa, pasando por respeto. Eso significa que me ha hecho sentir; he pasado por diversos registros emocionales con un solo texto. Muy bueno. Te felicito porque lo has clavado. Suerte. Un beso.
Purificación, has contado con fluidez esas sensaciones tan dificiles de vivir cerrandolo con el sorprendente final. Suerte y saludos
Muchas gracias, guapos. Como bien sabéis, siempre gusta que nuestras pequeñas historias provoquen alguna emoción en quienes nos leen. Nuestra, también pequeña, vanidad. Un abrazo.
Hola, Purificación.
Tú y yo hemos elegido para la ocasión un viaje parecido. En tu caso, acaba en la locura, en el mío, en una experiencia mística. ¿Habrá algún tipo de conexión? Suerte y que tu verano sea una auténtica locura, pero de felicidad. Un Cálido abrazo.
Un viaje a los pensamientos de quién está encamado y termina en el manicomio. Otra forma de ver lo que puede pasar por la mente de esas personas.
Suerte