NOV98. HERACLES SE EMPLEA A FONDO, de Ricardo J. Gómez Tovar
Hércules se limpió el sudor de la frente al ver la abrumadora fila de personas que tenía delante. ¿Acaso buscaban todas ellas el vellocino de oro? Mientras esperaba su turno, sacó unos documentos de la piel de león que le ceñía el cuerpo. El certificado de vida laboral, expedido en Micenas por su tío Euristeo, comenzaba con su primer trabajo en Nemea y terminaba refiriendo aquel viscoso asunto del can Cerbero en los Infiernos. Le habían aconsejado adjuntar una fotografía al CV, así que se había traído consigo dos lienzos: el que le pintó Pollaiuolo luchando contra la Hidra de Lerna y otro que le hizo Zurbarán, inmortalizado tal y como vino al mundo en pleno acto de asfixiar al felino de Nemea. Si le pedían referencias, Jasón o Atenea no tendrían inconveniente en escribirle una carta de recomendación. Hasta que le saliese algo, su compañero de hazañas Yolao le había ofrecido la vacante que ocupaba Teseo en “Viejas Glorias S.L.”, la empresa de mudanza
s donde trabajaba. Nada muy mítico, claro está, pero suficiente para salir del paso. Como el fuego extinguido por el agua, Hércules sintió que su fuerza se debilitaba al ver su nombre sobre la tarjeta sellada.
Pues habrá que animar a Heracles! Gracias por tu aporte para dibujar la realidad de nuestros días, por poner humor y fantasía haciendo que caminar en estas horas a veces más oscuras sea más fácil. Puesto que Zeus gobierna los cielos no puede dejar de enviarnos su rayos protectores. Seamos héroes en esta etapa de gran transformación, seguramente estamos avanzando, a veces sin darnos cuenta, hacia espacios de mayor libertad.
Saluditos!
Gracias, María José!! Está claro que los verdaderos héroes de estos tiempos convulsos somos los ciudadanos de a pie. Esperemos que esos rayos de Júpiter-Zeus nos protejan un poco más contra los que atentan contra nuestros derechos.
Un abrazo y enhorabuena por tu blog astrológico-filosófico!!
Que así sea, como dice María José!
Me gusta este Heracles moderno, Ricardo. Aveces, uno tiene que ser un Heracles para poder resistir en esta vida.
Un abrazo.
Muchas gracias, Nicoleta. El pobre Heracles agradece todo comentario constructivo, con la nostalgia que tiene de cuando todavía era Argonauta…
Un abrazo
Cuánto Hércules anónimo hay suelto por esas calles hoy día. Tu relato aporta el humor del que todos estamos tan necesitados en estos tiempos en los que si tienes un trabajo ya puedes hacer palmas con las orejas, así que de doce no hablemos. Suerte para tu protagonista (con ese CV seguro que la tendrá) y por supuesto también para tí 🙂
Tienes razón Ana. Las calles están llenas de héroes desplazados empleándose a fondo para obtener un derecho fundamental. Si sabes de algo un poco más mítico para Heracles, no importa movilidad geográfica (entre el Hades y la Cólquida, preferentemente), me lo comentas antes de que tenga que renovar la demanda…
Te deseo igualmente mucha suerte en tu periplo literario.
Me encanta Ricardo, la piel de león ¿es una riñonera?.
Un abrazo
Hola, Alejandro!!
Pues no sé si es una riñonera o el finiquito de su primer trabajo en Nemea. Le preguntaré cuando vayamos juntos a sellar la demanda…
Un abrazo y gracias por comentar.
¡Me encantó! Muy divertido, pero al mismo tiempo reflejas un tema muy cotidiano y actual. ¡Suerte! Besos, Zoe
¡Muchas gracias, Zoe! Me apetecía precisamente denunciar un tema que nos preocupa a todos pero con el recurso escapista de un héroe mitológico. Lo mismo te deseo.
Un abrazo