55. Viaje alucinante al fondo de la literatura (La Marca Amarilla)
La verdad es que he viajado muy poco por el mundo real, casi nada. Toda la vida he estado metido en casa dedicado a crear la máquina del tiempo literario y, cuando por fin pude terminarla, entonces comencé a ser turista ocasional de un montón de joyas editadas; personaje secundario, anónimo, de paisajes narrativos. Por ejemplo, recuerdo con mucho cariño aquel día que estuve en la Mancha, muy cerca de Sancho Panza, o las entrañables excursiones por Macondo, a donde he ido en varias ocasiones. También navegué tras Moby Dick y viajé en el Nautilus, aunque me mareaba y tuve que volver pronto. Inolvidables fueron las visitas al colegio Hogwarts, los días que estuve junto a Gregorio Samsa, en casa de Raskólnikov o con la Dama de las Camelias, entre tantos y tantos lugares y personajes. He visto cosas que vosotros también habéis visto, sí ¡pero yo de verdad! Y ahora que la edad casi me impide manejar mi invento secreto, estoy pensando en mostrarlo y compartirlo con todo el mundo, aunque mientras me decido creo que me quedaré unas semanas en este cómodo relato que esta noche te cuento.
Me ha encantado tu cuento, Miguel Ángel, tanto como ese singular invento que viene a ser como la piedra filosofal de los que amamos los libros. ¡Quien no se quedaría a vivir en esos parajes literarios, siquiera fuese como espectador!
Mágico texto. Me ha encantado leerte.
Un saludo.
Muchas gracias por el comentario, Manoli!!
Un saludo! 😉
Miguel Ángel, sensacional este viaje que nos presentas. No deja de sorprenderme lo variopintos que son los textos que voy leyendo. A veces se coincide en el tema, pero casi siempre expuesto desde diferente perspectiva. Me ha encantado tu periplo virtual. Te invita a seguirlo. Un abrazo.
Gracias, María José!! De eso se trata!!! jejeje
Un saludo! 😉
Maravilloso invento del que vive lo que lee, y se me te en el pellejo de los personajes, así sean secundarios. Deja el regusto amable de los buenos relatos, y ese guiño final a esta gran casa es magistral. Enhorabuena
Muchas gracias, Alberto!!
El guiño es merecido!!
un saludo! 😉
Me has hecho recordar que pasé largas tardes en el jardín de la madre de Ilaris, contemplando la rosa dorada de su nieta, también viajé a una pequeña isla donde se hacía un riquisimo pastel de piel de patata a escondidas de los alemanes y que bajo la eexcusa de tener una sociedad literaria me reunía con ellos. Gracias por despertar esos recuerdos en mi, Hoy me hacían falta especialmente. Mil gracias y felices sueños.
Me alegro, Mercedes!!! Gracias por tu comentario!!
Un saludo!! 😉
Gracias por acercarte por aquí, hacer parada y… darnos envidia. Las buenas lecturas siempre me la dan, creo que por eso leo.
Tu micro es aparentemente sencillo (en el mejor de los sentidos) pero, para mí, es un micro tranquilo y feliz, que trasmite…cositas buenas, tranquilas, pequeños y suculentos placeres, las mejores cosas de la vida.
Asi que… de nuevo, gracias por escribirlo.
Y enhorabuena!
Muchas gracias, Luisa. Es todo un halago lo que dices! Uno intenta transmitir cositas…
Un saludo! 😉
Muy buena idea, alucinante.
Gracias, Lorenzo!!!
Un saludo! 😉
¡Qué viajecito literario más delicioso! Con tu permiso, me instalo aquí.
Un afectuoso saludo y mucha suerte.
Nuria, el viaje nos lleva hasta aquí!! jejeje
Un saludo!! 😉
Precioso cuento y fantástica idea la de tu protagonista.
Un abrazo
Blanca, gracias de mi parte y del protagonista!!
Un saludo!! 😉
Miguel Ángel, qué «viaje» nos has regalado por la literatura universal, y qué envidia das al narrar tus vivencias «reales» por aquellos lares (anda, me ha salido un pareado 🙂 ).
Una propuesta muy original!!!!
Me gusta.
Un abrazo.
Amparo, muchas gracias por el comentario!!
Un saludo!! 😉
Aquella buena película antigua narraba un «viaje alucinante al fondo de la mente». Este buen relato es mejor aún, pues viaja a aquellos lugares ficticios que mentes inspiradas crearon para recreo y solaz de todos. Pienso que la máquina de tu protagonista no es otra que la lectura misma; hoy por hoy, ningún ingenio mecánico ha podido superar eso.
Un abrazo ¡campeón! Buen verano y suerte
Ángel, campeón, siempre tan acertado en tus comentarios y análisis!! Gracias!!!
un saludo!!! 😉
Miguel Ángel, coincido con el comentario de Angel. Esos viajes son insuperables. Suerte y saludos
Calamanda, gracias!!
Sí! Insuperables, cierto!!
Un saludo! 😉
Despiertas la imaginación con el sueño de todo lector: empaparse de las historias más allá de las letras para sumergirse en paisajes y vidas que una vez nos emocionaron. ¿Quién pudiera tener una joya así?
María, quién pudiera…. es verdad!!! jejeje
Gracias!!
Un saludo!! 😉
Muy bonito tu relato, con uh final sorprendente. Felicidades y suerte.
Besicos muchos.
Muchas gracias, Nani!!! Besicos para ti!!!
Un saludo! 😉