NOV84. CACHORRO EN LLAMAS, de Nicoleta Ionescu
El humo hediondo invade mi taller. “¡¿Otro incendio?! Dios mío…”
Aquel perro horrible… ¡Solo él era culpable por mi desgracia! ¡Me habían obligado a pintarlo! ¡Justamente en el primer plano! ¿Por qué? ¡Por los caprichos de la infanta Margarita, que mimaba en exceso a ese chucho antipático, pulgoso y mordaz!
Sus majestades, el rey Felipe y la reina Mariana estaban visitando mi taller, cuando la infanta irrumpió, con sus meninas y enanos, en búsqueda de “Chuchito”. El rey, divertido, me pidió pintar la escena. Chuchito roncaba, malhumorado. Así mismo lo pinté…
Este cuadro me trajo tanto la gloria como la desgracia. La pequeñina me convirtió en su esclavo: tuve que pintar a Chuchito cada día. Mis compañeros pintores me apodaron “Chulásquez, pintor de perros”. Me salvó un improviso incendio que estalló en mi taller, quemando las horrendas pinturas. Chucho mismo sufrió un inexplicable accidente aquel día: comió unas setas venenosas, preparadas para la infanta. El \»héroe\», empajado, fue colocado en mi taller. Me daba mal de ojo mirarle. Ya no podía pintar… Me quedé resignado, pero feliz.
Hasta esta mañana, cuando me despertó una vocecita: “¡Don Diego! ¡Me pintarás a Chuchitooo!.. ¡Vaya, que apenas se nota que está empajado!… “
Un relato peculiar… De los caprichos reales hay mucha tela para cortar.
Gracias, Hugo, tienes razón.
Un abrazo.
Vaya, no sé si era peor el perro o la niña. Tremedamente original tu retrato de las meninas de «Chulasquez» 🙂
Un abrazo.
Gracias, Inés. En el cuadro de Velasquez noté que el perro parece de otro mundo, la indiferencia personificada. Yo tengo uno semejante.
Un abrazo.
Qué recreación tan graciosa de Las Meninas. Pues anécdotas así pasarían sin duda en la corte, y los pintores estarían hartos de sus regios modelos.
Muy ocurrente.
Muy posible, Paloma. Creo que Velázques sorprendió, bajo del vestido de princesa, el momento en que la inocente niña empieza a ser consciente de su posición y sus privilegios. Gracias por comentar.
Ja,ja,ja, divertido relato, Nicoleta. La escena podría haber sido sin duda de la manera que la describes. Ingenioso.
Un abrazo.
Ginette, me encanta tu reacción, la risa. Gracias por leer y comentar.
Hola, Nicoleta. Un relato muy divertido y con una fuerte carga imaginativa. El final nos deja una sensación exclavizante al saber que Chulazquez va a terminar como pintor oficial de perros por capricho de la infanta Margarita.
Me alegro de que te haya gustado, Patricia. Estoy segura de que al gran maestro no le pasó esto.
¡Chulásquez! Nicoleta, me has hecho reír con esa ocurrencia, un montón.
Saludos
Muchas gracias, Paloma. Las risas fueron mis metas y son mis premios.
Las meninas, la obra más celebre de Velázquez considerada una de las más bellas pinturas de mundo por fin tiene una explicación. Ja,ja,ja muy gracioso e ingenioso, aparte una sátira muy bien narrada. Con Felipe cuarto llamado el grande, o el rey planeta, España vivió el siglo de oro pero a la vez mucha miseria y perdió su gran poder como Portugal para dar un ejemplo. A mí no me molesta el chucho, a mí me molesta Felipe cuarto y su esposa mariana que salen en la pintura en el espejo al final de todo.Nicoleta eres genial me lo pase muy bien leyendo tu relato. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Gracias, Soti, eres tan amable, como siempre. Y gracias por los detalles sobre Felipe.
Un abrazo.
Un relato genial, divertido, ocurrente, imaginativo, chulo, chulo, chulo, no se si sera por lo de chulazquez o por lo de chuchazquez, pero muy bueno. Me ha gustado mucho lo del «héroe empajado», es muy divertido.
Gracias, Aurora. No sé si se entendió que el humo del inicio proviene del pobre perro empajado, víctima de la desesperación del pintor que lo echa al fuego.
Un abrazo.
Si, claro que se entendió, eso es parte de la gracia del relato, bueno, entre otras cosas. Es que es muy bueno. Si señora.
Muy ingenioso y divertido. Nunca me ha gustado este cuadro, pero a partir de ahora lo miraré con ojos diferentes y, seguro, con una sonrisa.
Gracias, Ana; a mí me gusta el cuadro, porque todos los personajes parecen tener su historia (excepto el perro).
Un abrazo.
Le preguntaron a Dalí, que cuadro salvaría del museo de El prado, y dijo, que el aire de «Las Meninas». Ese es el gran valor del cuadro, estar delante es entrar dentro. No creo que ningún cuadro de los muchos que he visto, me haya impresionado más.
Es espléndido, Antonia, dibujado con una técnica original, con juegos de perspectivas y de trayectorias de las miradas. Espero que no molesté a nadie con mi anécdota, pero Picasso mismo hizo un reinterpretación divertida del cuadro clásico.
Un abrazo.
Nicoleta, qué gran idea has tenido. Salen muy a menudo en las pinturas, los perros y también los caballos y a veces las piezas abatidas. Todo un mundo. Tú has dado vida a ese animal en este micro y me ha gustado mucho.
Unas observaciones: no conozco el significado de «empajado», ya me dirás. En búsqueda de… no, en busca de. Y el incendio improviso no, mejor inesperado o imprevisto.
Un abrazo.
Gracias por la ayuda, Susana. Haré las correcciones en el relato en mi blog. Empajado significa relleno de paja , después de morir un animal para parecer vivo, como al museo. La palabra existe en RAE.
Un abrazo.
Muy buen relato y muy original Nicoleta. Por lo que escribes creo que te gusta la historia ya que te adentras de lleno en ella mostrandonos su cara menos conocida.
Pobrecillo tu pintor, que martirio!
Un saludo y mucha suerte para ti.
Gracias, José Ángel. No conozco muy bien la historia de España, pero trato de dar un aire mas auténtico, mas concreto a mis relatos de este modo.
Un abrazo.
Ay Nicoleta, pero que bueno, chulo , pero, chulo diría yo. Si los cuadros, esculturas hablasen, a saber qué nos contárían. Es muy divertido y original, pobrecillo Chulasquez, los artistas siempre incomprendidos… Un abrazo
Gracias, María, me encantan tus opiniones.
Un abrazo.
Nicoleta, cuando vuelva al Prado y vea el cuadro, contaré tu cuento a los que estén a mi lado en serio y veré su reacción.
Un beso
Hola, Epi, me gustaría ser presente a tal escena.
Un abrazo.
Divertido relato en el que muestras los caprichos reales y lo que tenían que aguantar los artistas. Aplauso a tu imaginación. Venga, suerte.
Gracias, Ximens, a mí me encantó tu relato también.
Pero qué bien te salen los relatos de pintores narrados en primera persona, Nicoleta. En éste hasta te atreves a imaginar una historia mucho más divertida que la oficial. Ovación de gala.
Un abrazo
Muchas gracias, Ricardo, me alegro de que te haya gustado.
No sé nada de tu vida, pero intuyo, por tu nombre, que vienes de fuera. Lo que para nosotros entra por los sentidos, por ser cotidiano y siempre estuvo allí, tú lo descubres con la razón. Esta historia, divertida, nos ayuda a pasar del conocer al saber. Velázquez lo tuvo fácil con el perro. Con razón no se movió. Gracias por dar sentido, nuevo para mí, de la palabra «empajar».
Conclusión: Me has hecho leer, en internet, historias sobre este cuadro y los incendios que sufrió, que desconocía totalmente.
El perro le está diciendo al nene: Grr…»No me pongas la pierna encima». Por cierto he descubierto que es un «pentimento»; el nene tiene dos piernas.
Un beso y a sigue, por favor, haciéndonos descubrir nuestro propio mundo.
Gracias, Jesús, por tu comentario. Tú me hiciste leer también , en Wikipedia, datos sobre Las meninas, porqué yo escribí mi relato por pura intuición. Me enteré de este modo del que el perro era un mastín leonés y de la definición de «pentimento» – tienes razón, se nota la segunda pierna del nene, junto a la otra.
Un fuerte abrazo.
Nicoleta, es tan distinto a todos los comentarios sobre, las meninas, conocidos…que despierta, como mínimo, una sonrisa. Suerte. Un abrazo.
Gracias, Calamanda, por leer y comentar.
Un abrazo.
Nicoleta… no había leído tu relato (al verdada es que no tengo mucho tiempo y no puedo dedicarle mucho… más quisiera), pero después de haber leído tu precioso comentario sobre el mío, te devuelvo la visita y… tú si que eres pintora de palabras, pintora de pintores y pintora de «Chuchito»… en una palabra… artistaaaa!!!
Muy ocurrente tu relato, original y le das una cómica e irónica vuelta de tuerca a la historia «oficial»… me ha encantado!!!
Felicidades y mucha mucha suerte, Nicoleta!!!
Un abrazo
Marta
Muchas gracias, Marta.
Un abrazo.
¡Qué brochazos de fantasía!
Estupendo ese ir y venir de posibilidades.
Me lo quedo.
Abrazo.
-80-Lines
Gracias, Ins, por leer y comentar.
Original relato, Nicoleta. Qué buena explicación para ese lienzo de Las Meninas. Qué buen apodo para ese pintor real. Y todo por un perro pulgoso 🙂
Me ha gustado tu micro.
Un besooo grande.
Amparo Martínez Alonso
Gracias, Amparo, me encanta tu opinión.
Un beso.
Gracias, Ana, por tu comentario y por tu puntual análisis de la obra maestra de Velázques. Picaso se inspiró de Las Meninas no solo en Guernica, sino en sus tres (por lo menos) variantes de Las Meninas , con el mismo título. Dalí también pintó sus Meninas, con los personajes en forma de cifras. (Mi título, Cachorro en llamas quiso ser un humilde homenaje y un paráfrasis, mas o menos inspirado, de la Jirafa en llamas de Dalí…)
Un beso.