80. Raíces
Las piernas de Silvia estaban hundidas en la tierra. Sus muslos se tornaron oscuros y acorchados, y en los nudos de los dedos de sus manos florecían pequeños brotes.
Mario no se sorprendió al contemplar la escena, en varias ocasiones la había visto enterrar sus pies hasta los tobillos bajo la fina arena de las playas de Kuta. Pero esta vez parecía serio. Sin tiempo que perder, corrió a la choza, hizo a trompicones las maletas de los dos y regresó a por ella.
Cuando regresó ya asomaba la luna. Silvia estaba serena y parecía dormir. Le habían crecido nuevos brazos en sus dedos y la fronda de su cabellera refulgía como la plata.
Mario notó cómo su cuerpo menguaba poco a poco, cómo se iba transformando.
Al amanecer, empezó a seleccionar ramitas con el pico.
Hola, Antonio Diego. Nos dejas un texto aparentemente sencillo, en su forma, pero muy sugerente y fantasioso en su fondo, con ese ambiente un tanto exótico y casi mágico, por decirlo de alguna forma, en el que nos vemos envueltos al leerlo e imaginar los que nos cuentas. Me ha gustado. Un saludo y suerte.
Muchas gracias por tu siempre amable comentario, Jesús. Un abrazo!
Me ha encantado!
Muchas gracias, Isabel!
Relato enigmático, sugerente, abierto a variadas interpretaciones… Tiene un algo que me gusta.
Saludos con mis mejores deseos en ENTC y en la vida en general
Muchas gracias, Nuria. Mis mejores deseos también para ti.
Mágico. Una metáfora del amor incondicional. Me gusta por original y por sus imágenes.
Suerte y abrazos,
Muchas gracias, Anna. Abrazos.
Antonio, cuanta fantasia y mágia trezuma esta historia de amor. Suerte y saludos
Muchas gracias, Calamanda. Un abrazote.
¡Hola! Me alegro mucho de haber buscado tu magnífico relato. Me encanta la atmósfera que creas y la delicadeza de un lenguaje, aparentemente sencillo, pero cargado de significación. Te doy mi más sincera enhorabuena y te deseo mucha suerte.
Un abrazo.
Pues yo me alegro mucho de que lo hayas hecho, María José. Muchas gracias «compi», a mí también me gusta mucho lo que escribes, sea en prosa o en verso. Un abrazote.