96. EL VIAJERO DEL ALMA
Sucedió que una mujer, vestida toda ella de negro, no soportó por más tiempo ver un pequeño barco fondeado para siempre sobre una losa de mármol, bajo la mirada vacía de un angelito de piedra.
Es por eso que, haciendo acopio de todas sus fuerzas lo arrancó de su lugar y se encaminó con él hacia la playa.
Una vez allí, introduciéndose en el agua hasta las rodillas lo depositó tiernamente sobre la superficie. Verlo flotar de nuevo le trajo dolorosos recuerdos de juegos y chapoteos en una bañera.
—Cumple tu sueño y surca los mares en tu barco mi pequeño capitán. —Susurró entre lágrimas.
Sopló en las velas y el barco pirata de Playmovil se adentró en el mar hasta perderse de vista.
Muchos años después, en los confines del mundo, una ballena a punto de morir encalló en la orilla de la playa de una isla virgen.
Los pobladores, al abrirla, hallaron en el interior de su vientre un barquito pirata que regalaron a la hija del jefe de la tribu, quién no conseguía concebir.
Nueve meses después nació un niño blanco como ningún otro y lo llamaron Señor De Los Mares por el color de sus ojos.
José Ángel. Que historia tan tierna. Suerte y saludos