NOV68. LA GUERRA DEL FUEGO, de Maricarmen Brun Martíní
El jefe de la tribu estaba furioso, sus pupilas ardían como el fuego, las venas del rostro le reventaban de la rabia, rugía y aullaba como una fiera. Las hordas de la tribu enemiga le habían arrebatado, en el último ataque, el tesoro más valioso: el fuego. Y después de sembrar la más espantosa destrucción y la muerte, habían apagado hasta el último rescoldo.
¿Qué pasaría ahora en las crudas noches de invierno, cuando las fieras vinieran a atacarles? ¿Quien les protegería, cuando arreciara el invierno, del frío y de la nieve?
Las mujeres y los niños no podrían calentarse, comerían la carne cruda, las hierbas sin hervir, no podrían hacer ungüentos ni pócimas para curar las heridas, ni endurecer la punta de los venablos; sería el final más espantoso…
El jefe de la tribu no podía permitir que los pocos que habían sobrevivido perecieran de frío y de hambre o devorados por las fieras.
Reunió a sus hombres, les planteó la situación y decididos a rescatar el fuego que les habían robado, aunque fuera preciso perder la vida en el intento, marcharon a conquistarlo.
Desde luego el ritmo está logradísimo y está muy bien ambientado. Gracias a nuestros antepasados con agallas estamos aquí, si no de qué. Antes era salir de la cueva y encontrarte con una fiera con colmillos.
Un abrazo.
Susana: gracias por tu comentario.Este relato no tiene mucho mérito porque está inspirado en la película «La guerra del fuego» pero me acordé de ella y ví que venía bien recordarla para el tema de este mes.
Saludos.
Maricarmen, bien narrado y es muy visual.
Un beso
Muchas gracias Epífisis me encanta leer tus comentarios